Argentina: Hilda Molina en la Feria del Libro

Lo que pretendía ser una presentación mas en la Feria del Libro se convirtió en una batalla de agresiones verbales, entre insultos e interrupciones, que marco la salida anticipada de la medica disidente cubana Hilda Molina, que no pudo presentar su libro "Mi verdad" .

Militantes del Movimiento Argentino de Solidarida con Cuba y estudiantes universitarios irrumpieron en la sala para increpar e insultar a Molina, quien intento responderles y luego opto por abandonar el lugar.

Prevista para las 20.30, desde más de media hora antes se empezó a formar una larga fila de gente en las puertas de la sala Jorge Luis Borges. Subieron, Subieron entonces, al escenario Molina y la periodista argentina Mariana Arias, con quien conversaría sobre su libro autobiográfico.

Pocos minutos después de iniciada la charla, hubo voces desde el publico que reclamaron poder hacer preguntas, y se les aclaro que se permitirían una vez terminado el dialogo en el escenario.
Sin embargo, el acuerdo se quebró cuando Molina expreso que en Cuba no toleraban al que pensaba distinto.

Empezaron, entonces, las interrupciones.

La seguridad de la feria ya había intervenido para impedir que se arrojaran objetos al escenario, pero la escalada de cánticos por parte de los jóvenes no ceso, sino que, por el contrario, se fue incrementando. "¡Cuente con que plata puso su hijo la clínica!", le grito un joven que dijo a LA NACION pertenecer al Centro de Estudiantes de Trabajo Social de Universidad Nacional de La Plata.

Otros jóvenes dijeron integrar la agrupación estudiantil La Mella, que comparte con el Partido Obrero la presidencia de la FUBA.

En medio de esta y otras frases, la medica cubana, de 66 años, se paró sobre el escenario y pidió "un pensamiento y una oración para las madres de blanco en Cuba".

"¡Cuba si, yanquis no!", le respondieron colectivamente desde el publico.

"El mismo libreto que el gobierno cubano, solo faltan los golpes que les dan a las damas de blanco", respondía Molina, parada sobre el escenario. Entonces, intervino Arias, quien visiblemente ofuscada, pregunto si podía seguir con la presentación.

Mientras se escuchaba "Cuba, Cuba, Cuba, el pueblo te saluda", con más fuerza, Molina tuvo que retirarse.

"Quiero despedirme de mis amigos", dijo, y provoco un fuerte aplauso antes de irse de la sala.
Discusiones continuadas Enseguida, El miicrófono fue tomado por personas del público.
Una mujer hablo contra quienes se manifestaban.

"¡Váyanse a Cuba los que quieran ir con Castro!", grito. La La sala se iba desalojando, pero las discusiones seguían afuera.

"Todo el mundo tiene cabida en los actos, pero lamentamos que se pro duzcan incidentes", dijo poco después a LA NACIÓN Carlos Pazos, secretario de la Fundación El Libro.

A su lado, Horacio García, presidente de la Fundación, afirmó :
"No se puede interrumpir el discurso de otro y ejercer violencia verbal"
Molina llego a la Argentina el año pasado, tras 15 años de gestiones en Cuba para que autorizaran su salida.

En septiembre pasado, un grupo de periodistas de radios comunitarias, asesores de diputados de centroizquierda y militantes de organizaciones sociales increparon a Molina durante una exposición en la Cámara de Diputados.

El diputado Julián Obiglio, que la había acompañado durante su disertación, afirmo anoche a LA NACION que "los mismos que la agredieron entonces fueron los que provocaron este descontrol en la Feria del Libro.
Diario La Nación, Sábado, 24 de Abril de 2010.

Como broche de oro, la crónica de Página 12

Escándalo en la Feria

La presentación del libro Mi Verdad, de la Revolución Cubana al desencanto:

La historia de una luchadora, de Hila Molina, médica disidente de la revolución cubana, había comenzado a las 20.30 en la sala Jorge Luis Borges de la Feria del Libro.
A la hora de iniciarse el acto del libro de Editorial Planeta, Hilda Molina se ubico en la larga mesa junto con la ex modelo y entrevistadora Mariana Arias.
Los temas: el punto de inflexión en la Ciren, el reencuentro con su hijo, sus nietos.

Entre preguntas y respuestas, Arias había tenido que “frenar” a algunos de los presentes en la sala, ansiosos por iniciar las pregunta.
Se invito a Laura Cambra, editora del libro, a Eduardo Vázquez y a Monseñor Monte a participar del panel.

A los pocos minutos mientras hablaba el religioso y luego del intento de hacerle preguntas a Molina, se escucho el primer grito dirigido a Hilda Molina desde la mitad de la sala:

“A vos te paga la Embajada de Estados Unidos”.
Otros gritos comenzaron a escucharse:
“Habla de quien te banca”.

En tanto, la confusión y los grupos diseminados por la sala comenzaban a moverse y todo el publico presente a pararse y los gritos venían prácticamente desde todos los sectores.
Esto incluía el escenario, donde Mariana Arias gritaba.

“Esta es su presentación, ella tuvo los huevos de escribir un libro, no vos”, le respondía a un joven que a su vez le cantaba:

“Cuba si, yanquis no!”.
Los pasillos de la sala estaban colmados de publico, por donde se abrieron paso los guardias de seguridad que, desde el escenario miraban en alerta la situación.

“¿Que opina de Posadas Carrile?”, le preguntaba a la medica otro grupo.
“Cuba, Cuba, Cuba, el pueblo te saluda”, cantaba más de la mitad de la sala.
mentira, no pasaban la docena.

Entre los que no solo había jóvenes sino señores que peinaban canas y señoras con años marcados en la piel.

y si!!!! viejos montoneros, comunistas, todos feos sucios y ademÁs arrugados y estropeados.
Los guardias (cÓmplices de las culebras montoneras, gobernantes) que estaban en el escenario, sugerían a Hilda Molina que se retirara, pero ella se negaba.

muchos!!!!! la mayoria!!!!!! pedíamos que siguiera,
Mientras, una lluvia de volantes inundaba la sala.
solo fueron un centenar y en un solo costado que solo yo, levante firmados por el “Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba"

Entre tumultos, insultos y guardias, una voz de la organización se acerco al micrófono del escenario :
“Damos por concluido el acto”.