lunes, 5 de julio de 2010

Uruguay: - La grave situación que viven los trabajadores rurales II - TRABAJO INFANTIL

Y PESECUCIÓN SINDICAL.

Los asalariados rurales de todo el país se reunieron el fin de semana (19 y 20 de junio), en Montevideo en el Cuarto Congreso de la UNIÓN NACIONAL DE TRABAJADORES RURALES. Los trabajadores denunciaron a "No toquen Nada" malas condiciones laborales, pocos controles, trabajo infantil y persecución sindical.

Esa persecución y la falta de costumbre a sindicalizarse provocan que de los 120.000 trabajadores rurales registrados en el Banco de Previsión Social (BPS) penas 5.000 estén afiliados a los sindicatos.

El secretario de organización de la Unión Nacional de Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA), Julio Silva, explicó a "No Toquen Nada” de Océano FM algunos de los factores que inciden en la baja sindicalización.

"Habitualmente se da la represión sindical".

Aquellos compañeros que aparecen ane las empresas como delegados de los trabajadores, son perseguidos hasta que se les corre.

Eran de los mejores trabajadores pero de un momento a otro terminan siendo de los peores, son echados y sus familias quedan casi en la calle y en la ruina", afirmó.

Silva también se refirió a que "logicamente también el ser sindicalista en el interior no es fácil, ya que tenemos una historia muy grande de que el patrón era el que madaba y el que determinaba. Era eso o tenías que irte para tu cas. Hoy las reglas del juego han cambiado, creemos que están dadas las condiciones como para seguir avanzando en la negociación colectiva".

En el último año, hubo ocho despidos directos de dirigentes sindicales. Amparada en la ley de fuero sindical, la UNATRA logró restituirlos a sus puestos de trabajo y que sigan siendo los dirigentes sindicales.

El sábado unos 150 delegados sindicales pertenecientes a 15 sindicatos discutieron los problemas de los trabajadores en el medio rural y la posición que tendrán ante una nueva ronda de los consejos de salarios.

SALTO Y PAYSANDÚ

En las plantaciones de arándanos los despidos ocurren en reclamo de condiciones laborales básicas, como un baño. El secretario de salud laboral del Sindicato de Trabajadores de Arándanos, Juan José Rebollo, contó lo está sucediendo en una chacra de Garibaldi en Salto.

" El patrón no tiene ni un poquito de vergüenza. Hizo un pozo en el campo, le puso cuatro palos, lo rodeó con un nylon y la gente va allí a hacer las necesidades.

Nosotros lo planteamos en el diario y se lo dijimos al Ministerio. Hasta hoy día no tenemos respuesta. Fue una persona a plantear eso y el patrón lo corrió. Parece mentira pero eso existe todavía en el Uruguay. En la chacra donde trabajo yo contratan baños químicos y todos los días van de la empresa a limpiarlos. Pero no podemos dejar de ver la gente que está trabajando en otras chacras y los patrones no los toman en cuenta. Los patrones les dicen que si quieren trabajar, que trabajen. Si no, que agarren sus cosas y se vayan”, afirmó.

OSDORP es la Organización Sindical de Obreros Rurales de Paysandú y tiene una larga historia en la naranja. Las cuadrillas de recolectores de naranjas están integradas por 25 hombres y mujeres. Los trabajadores tienen que recolectar 42 bolsos de 11 kilos de naranjas por día por persona; un promedio de siete bolsos por hora.

Si bien los trabajadores consideran que el jornal no es malo, coinciden en que es un trabajo muy duro. Si no se llega a esa cantidad o la fruta es maltratada la empresa puede suspender a los trabajadores o echarlos. Es lo que le sucedió a Ana Coimbra. “El año pasado había un control de calidad. Primero te daban un alerta verbal, después te suspendían y después ya te echaban. Yo llegué hasta que me echaron. Uno cosecha rápido para hacer más bolsos y ahí es donde se pisa. Gracias al OSDORP estoy trabajando de nuevo”, contó.

Shirley trabaja hace seis años en viñas. En uno de los viñedos donde se empleó hay trabajo infantil y no se respeta la ley de ocho horas, dijo

"Hay maltrato de menores, no estamos de acurdo con eso. Hay madres que llevan a sus hijos a trabajar, los hacen trabajar como once horas al día. Yo estuve en una que me exigían trabajar 12 horas, yo les dije que trabajaba ocho y que si no, me echaran. Como no hay una organización sindical, pensamos ir ahí para que todo mejore. Ahí ganás mucho menos, es un trabajo mucho más esforzado. Donde estuve la última vez tenés que sacar los cajones de 20 kilos. Imaginate un nene de 13 años, con un cajón de 20 kilos, sacándolo unas dos cuadras. Es horrible. Por eso quiero ir a ese lugar este año y luchar por el trabajador”.

También Juan José Rebollo, del Sindicato de Trabajadores del Arándano, detectó trabajo infantil en una empresa del sector. "Hay mucha gente en negro, los patrones salen los domingos a juntar gente en la calle, llevan niños. Por ejemplo una empresa grande de Paysandú es una de las que junta menores, sobre todo en las cosechas cuando apremia (el tiempo).

Esta es una fruta que viene y de un día para el otro madura y hay que sacarla. Ellos evaden el Ministerio de Trabajo y el BPS. Exponen a toda esa gurisada chica, de 11 a 12 años, a trabajar. Por ejemplo, los domingos que es doble le dan 500 pesos. Los botijas se van locos de contentos. Pero quién asegura si alguno se llega a lastimar. Ellos se lavan las manos. Echaron a una compañera a raíz de eso, cuando quiso formar el sindicato.

Le dijeron que ahí adentro el sindicato no iba a andar y que si le servía que trabajara callada la boca. La compañera en determinado momento alzó un poquito la voz, la escracharon en un pizarrón y le dijeron que no tenía más trabajo”, afirmó Rebollo.

TREINTA Y TRES y CERRO LARGO

En el arroz las preocupaciones son otras. La principal es la aplicación de agroquímicos, tóxicos para los trabajadores que no se protegen.

El presidente del Sindicato Único de Trabajadores del Arroz y Afines, Luis Hernández dijo que hay arroceras que no dan los implementos de protección a los trabajadores y tienen que aplicar herbicidas sin equipo de protección.

"Por lo que he visto yo el inspector de trabajo es un administrativo. O son contadores, son abogados o son escribanos... Van a una arrocera que no tienen la más remota idea de cómo es el funcionamiento y se guían por lo que les dice todo el mundo y no es así.

De pronto ni frecuenta con los obreros. Va el Ministerio de Trabajo y habla directamente con el patrón. ¿Y qué le va a decir el patrón? Que está todo bien, claro.

Con este gobierno ha mejorado bastante pero hay cosas que siguen. Lamentablemente en las ciudades del interior los que mandan los dueños de los campos y los que trabajan en el pueblo no se les tiran”, afirmó Hernández.

El delegado del sindicato del arroz, Eloy Roldán, dijo que dentro de la oficina del Ministerio de Trabajo de Treinta y Tres y Río Branco trabajan representantes de los arroceros. Hernández agregó que los inspectores no conocen la actividad como para controlar.

Informe de Gabriel Farías, "No Toquen Nada"
Publicado el 21 de junio de 2010
Por Redacción 180

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