domingo, 4 de julio de 2010

Uruguay: Varios departamentos registran celsio 137; no está claro su origen

Contaminante nuclear. Puede venir de plantas vecinas o de la atmósfera.

EDUARDO DELGADO

En varios departamentos, algunos del litoral, hubo registros de cesio 137 -un radioactivo de la actividad nuclear- aunque no se detectó en alimentos. Su origen puede ser la contaminación mundial o la central atómica argentina de Atucha.

Signos de este contaminante nuclear fueron detectado al menos en Colonia, San José y Cerro Largo, se informó a El País en la división de Tecnogestión de la Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear. Lo que aún se ignora es si estos restos nucleares provienen de una contaminación global o de actividades nucleares en los países vecinos.

"Antes que Uruguay tenga ninguna facilidad nuclear -ya sea un reactor nuclear de investigación o de potencia para la generación de energía-, se está monitoreando; conocemos nuestra propia concentración de radioactividad", explicó a El País Rosario Odino, encargada de la división especializada del Ministerio de Industria. "No podemos desconocer que los países vecinos, Argentina y Brasil, han apostado fuertemente a la energía nuclear. Tenemos a 80 kilómetros de Colonia, por ejemplo, una central nuclear (Atucha). Es muy responsable tener un plan así", destacó.

El Plan Nacional de Vigilancia radiológica ambiental se aplica desde 2003, analiza la presencia de radioactivos naturales en la corteza terrestre, como el uranio, el radón y el potasio, y también de los que provienen de actividades humanas, en especial el cesio 137.

El plan incluye muestras de suelos, de sedimentos de arroyos, ríos y lagos, de pasturas, agua y partículas del aire. También "son muy importantes" las muestras de alimentos "porque, por un lado, reflejan lo que está en el medio ambiente y, por otro, lo que las personas ingieren e impacta en ellas", explicó Odino.

En acuerdo con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) se realiza una muestra anual de carne de cada uno de los lugares donde hay frigoríficos en el país, "tal como lo exigen las normativas internacionales".

Este muestreo "es muy importante por los que vivimos acá y por el comercio exterior", puestos que los mercados que compran a Uruguay son muy exigentes en sus normativas respecto a los radioactivos, dijo Odino. También en coordinación con el MGAP, se toman muestras de las plantas pasteurizadoras de leche del país.

Detección. El cesio 137 se detectó en varios departamentos del país. En Cerro Largo se registró 2,1 becquereles (bq, unidad de medida de la radiactividad), en Colonia 2,2 bq y en San José 3,2 bq.

Odino explicó que si bien el cesio 137 que "se aprecia, mi- de y cuantifica, son cantidades pequeñas, que no afectan la leche, por ejemplo, cuando las vacas pastan sobre esos suelos", dijo.

La experta aseguró que "nunca se detectó en un alimento de Uruguay, ni siquiera en concentraciones por encima de un límite de detección" de este elemento.

Para Odino, "por las concentraciones tan chicas no podemos decir en este momento si lo que hay viene de la planta nuclear argentina de Atucha". Indicó que "para eso es necesario un estudio más exhaustivo".

Consideró también que es posible que el cesio 137 se deba al denominado "fallout mundial", es decir partículas radioactivas consecuencias de problemas nucleares declarados y no declarados que se trasladan por la atmósfera del planeta. Señaló que muchos países comenzaron a trabajar en "el cálculo de los factores de transferencia", es decir "cuánto del radionúcleo que está en el ambiente puede ir al animal y cuánto a la persona". Odino espera que en Uruguay se empiece a trabajar en esto también. "Después habrá que hacer inferencias: si puede ser por las facilidades nucleares vecinas o si es fallout mundial", agregó.

Por su parte, el director de Energía Ramón Méndez, destacó que los registros "están muy por debajo de cantidades que impliquen algún riesgo para la población o para el medioambiente". Añadió que el nivel de cesio "es el normal en todo el mundo y se origina en muy diversas causas, tanto naturales como humanas" Aseguró que "si alguna vez hubiera habido el más mínimo escape de Atucha o de Angra, los números del cesio en Uruguay serían al menos 10 veces los detectados".

La Organización Mundial de la Salud admite hasta 1.000 bq de cesio 137 por kilogramo en la leche, pero hay países que le exigen a Uruguay en los alimentos que le compran 5, 10 o 1 bq. Odino hizo énfasis en que "desde el punto de vista radioactivo los alimentos de Uruguay son de excelente calidad y nunca registraron cesio 137".

Estación de monitoreo

Existe una estación de monitoreo ambiental en Colonia, cuyos registros llegan en tiempo real a Montevideo. En caso que algo sucediera en Atucha, "en unas dos horas registraríamos los efectos, incluso no algo grave, sino cualquier emisión", dijo Odino. Se realizan gestiones ante el organismo internacional de energía atómica para contar con otra estación de monitoreo en Montevideo.

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