miércoles, 23 de julio de 2014

ARGENTINA: Sobre el acuerdo que Urribarri firmó con los Chinos

Por Daniel Tirso Fiorotto.

 En la reciente visita de Xi Jianpig a la Argentina, rubricó con Cristina Kirchner un crédito de 300 millones de dólares a 20 años para hacer un acueducto, que nadie discutió en la provincia, cuál es su prioridad y a quién va a beneficiar.


Su precio se va multiplicando llamativamente como una bola de nieve. Comenzó con un presupuesto de 70 millones, luego desde China el Gobernador anunció que era por doscientos y este fin de semana nos enteramos que nos saldrá 300 millones de dólares. Transcribimos un extracto textual de una interesante entrevista del periodista Daniel Tirso Fiorotto.

Cuestión de prioridades

Motivados por estas fechas, abordamos las dudas que suscita una obra con promesas de agua y producción, que algunos temen traiga tala rasa y expulsión.

“Confiamos que China State, generando también valor local, sea un factor de enorme importancia para apalancar el crecimiento de Entre Ríos y Argentina”.

Eso adelantó por las redes de internet el gobernador, Sergio Urribarri, hace pocas horas.

Sus oficinas de prensa explicaron que a fines de marzo “una delegación china visitará el lugar de los emplazamientos de las obras de conducción de agua Paraná-Estacas y Mandisoví Chico, que demandarán una inversión de 200 millones de dólares”. Agregaron que en agosto “podría firmarse el contrato que será con repago a 20 años”.

Sin dudas, el abastecimiento de agua para riego es importante para nuestra región, que algunos años sufre sequía luego de lluvias abundantes, y eso malogra cosechas.

El ingeniero agrónomo Pablo Benetti trabaja en pequeñas chacras de la zona de La Paz desde hace años, acompañando la producción de algodón, zapallos, batatas, cebolla, huevos, y los criaderos de pollos y cerdos a muy pequeña escala. Todo lo que genera trabajo, arraigo, alimentos sanos y en cercanía.

De modo que como agente de extensión, estudioso de las diversas vías del desarrollo rural, es conocedor de las prioridades del Departamento La Paz, en los rubros de la producción y el asentamiento de las familias en el campo, y defensor del monte nativo.

Ante nuestra requisitoria, sobre el acueducto de La Paz a Estacas, entre los ríos Feliciano y Guayquiraró, el profesional respondió, de entrada, que podría tratarse de una obra para el desarrollo, pero se preguntó para el desarrollo de quiénes. Reconoció que participó de reuniones con directivos de Prosap, llegados de Buenos Aires, y no salió de allí muy convencido, como se verá. Es más, confesó que vio en los funcionarios porteños alto desconocimiento de las prioridades de la zona y de las condiciones actuales de los productores pymes.

El boom sojero

“Hace un par de años se empezó a hablar de la construcción de un acueducto que vincule el río Paraná, cerca de la ciudad de La Paz, con Estación Estacas. Un acueducto a cielo abierto que pondría bajo riego a cerca de 21.000 hectáreas en la zona norte del Departamento la Paz”, informó Pablo Benetti.

“Para hacer un poco de historia: esta zona era centralmente de monte, con vegetación del Espinal, algarrobo, ñandubay, espinillo, y con ganadería extensiva, cría bajo monte y pastizales naturales de muy buena calidad forrajera”.

“Todo esto ha ido cambiando con el avance de la frontera agrícola, el boom sojero y los bajos precios de la ganadería de cría. Hoy en el Departamento quedan muy pocos montes, y justamente se encuentran en la zona a irrigar por el acueducto”, advirtió.

Pedimos entonces a Pablo Benetti que enumerara algunas de las inquietudes que plantea, a su juicio, la obra que propone el Prosap, y consideró que se trata de una inversión “fastuosa” para los escasos beneficios que ofrecería. Para este profesional, el acueducto no hará otra cosa que aceitar el avance agrícola en suelos riesgosos para esas actividades, y el desmonte. Y con ello el desarraigo. Hoy se necesita, dijo, la regularización de los dominios, el arraigo, la entrega de parcelas a los jóvenes, el fomento de las economías regionales, y no una obra faraónica que implique más endeudamiento.

Los números no cierran

Veamos las respuestas del profesional, que reproducimos acá textuales, punto por punto, con interrogantes planteados por el mismo Benetti.

1- Al presentar el proyecto, un Técnico del Prosap expuso como principal objetivo “aumentar la superficie cultivada”. ¿Cómo se podría aumentar, avanzando sobre los reductos de monte que existen en estas 21.000 hectáreas? ¿Consideran que desmontar y sembrar es desarrollar la zona?

2- En estas 21.000 hectáreas existen unos 258 productores, quienes directamente se verían beneficiados por este acueducto. De ellos, solo 28 poseen más de 500 hectáreas, 64 tienen entre 100 y 500 ha. Y el resto, la gran mayoría (166), poseen entre 10 y 100 hectáreas. Estos datos fueron mostrados y pertenecen al relevamiento que realizó el Prosap. Aquí no cuentan la población rural que existe en esta zona. Ya muchos de ellos poseen menos de 10 hectáreas y algunos hasta viven en la banquina de los caminos. Se ve que el Prosap no los tuvo en cuenta ya que, según ellos, no podrían acceder al riego. Como vemos en los números, solo una pequeña porción de la población, 28, serían los potenciales beneficiarios de este proyecto. A los pequeños y medianos productores les sería casi imposible tomar el agua del canal para regar sus campos, por el alto costo, ya que para poder desparramar el agua sobre los campos hay que presurizarla con una bomba y luego esparcirla de alguna forma sobre los lotes. Debemos aclarar que este proyecto no incluye financiamiento intrapredial, o sea: un crédito o un aporte no reintegrable para que los productores puedan acceder al riego en sus campos.

3- Como ya se dijo, la gran mayoría de esas hectáreas están concentradas en pocas manos. De las 21.000 hectáreas, 15.000 son propiedad de los 28 productores que poseen más de 500 hectáreas, y gran parte de estas tierras tiene monte. La deducción es lógica: la construcción de este acueducto primero revalorizaría las tierras y después favorecería el desmonte de lo poco que queda en la región.

4- El costo de la obra en 2012 era de 75 millones de dólares. A un dólar de 8 pesos serían unos 600 millones de pesos, que entregarían a una empresa china que vendría a realizar la obra. Me pregunto qué se podría hacer en la zona con 600 millones de pesos. Este año, desde la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación se dieron créditos en conjunto con Desarrollo Social de la Provincia de 4.000 pesos por productor... Es fácil ver cuánto se podría hacer con 600 millones para alentar una economía con trabajo y sustentable. Ese monto es el doble de los fondos que prometía la Subsecretaría para el incentivo de las pequeñas chacras cada año en todo el país, y que nunca aparecieron. Pero además recordemos que para los dos acueductos de la provincia se habla de 200 millones de dólares...

5- El técnico del Prosap habló de regar los montes, dijo que esto ayudaría a paliar los momentos de sequía. Vuelvo a la misma cuestión: hoy la ganadería tuvo un repunte en cuanto a precios, pero el valor de un ternero en pie está casi igual que hace más de dos años. Siendo poco rentable la producción ganadera, con un bajo costo el productor obtiene muy poca ganancia para subsistir. Imaginemos si le agregamos el costo del riego en su chacra y el canon que tiene que pagar por pasar el acueducto por el frente de su campo...

Un canon inaccesible

6- En 2012 se habló de un canon de riego de 1.300 pesos por hectárea. Un productor que posee monte de 100 hectáreas pagaría, aparte del impuesto Inmobiliario que sigue subiendo, un canon por el solo hecho de que el acueducto pasa por frente a su tranquera de 130.000 pesos, cuando el precio del ternero en pie está deprimido en relación a lo que vale un kilo de carne en las góndolas. La verdad, estos números no cierran, los miramos con productores y profesionales, son inalcanzables para el verdadero productor pyme. Aparte del canon, después hay que pagar el agua, para el mantenimiento de toda esa estructura y un par de empleados.

7- Si uno apenas conoce la zona sabe que los desniveles existentes en la topografía del lugar impiden realizar un acueducto que lleve el agua por simple gravedad. Para esto, los ingenieros a cargo han planteado realizar más de 10 estaciones de rebombeo, cada una de ellas con motores eléctricos que impulsen el agua hacia arriba pudiendo llegar al punto más alto para que luego sí, por gravedad, el agua vaya a su destino. El costo de electricidad sería mayor al consumo que hoy posee la ciudad de La Paz. Por eso digo que quedan muchos interrogantes. La gente por ahí se entusiasma, pero apenas miramos los costos y beneficios nos asaltan las inquietudes. El canal a cielo abierto tendrá un ancho de más de 10 metros, cercado con tejido olímpico en todo su recorrido, con una calle lateral para su mantenimiento y un cableado de alta tensión que lleve la energía a cada estación de rebombeo. ¿No estamos ante una obra muy fastuosa, considerando las necesidades básicas que no están satisfechas en la zona?

8- En 2012 planteé estas cuestiones en una reunión ante la gran mayoría de los técnicos de la zona y donde estaba la gente del Prosap y de Hidráulica de la Provincia. Me trataron como si estuviera en contra del desarrollo de la zona... Que el acueducto venía y que hay que apoyar...

Espacio para los jóvenes

Estos planteos técnicos y económicos apuntados por el ingeniero Pablo Benetti resultan fundamentales si se considera que estamos ante un estudioso y conocedor de la zona.

“Creo que el acueducto en esta zona no es indispensable, que existe un sinnúmero de cuestiones a solucionar antes de realizar esa fastuosa obra de ingeniería”, manifestó. ¿Cuáles son esos problemas?, le preguntamos. “Tenencia de la tierra, falta de espacio para los jóvenes, escasas herramientas y capital para poder desarrollar las diferentes producciones; ni hablar de falta de agua para consumo y de luz eléctrica, de vivienda, de caminos, de centros de salud”, subrayó.

“Son cuestiones básicas, que se podrían realizar con mucho menos dinero. Si el acueducto se realiza traerá mayor desmonte, mayor desarraigo, y la desaparición de la población que queda en la zona rural; y mayor ganancia para unos pocos”, cerró el profesional.

Sin dudas, queda planteada una crítica genuina que comparten los trabajadores, los campesinos y las pymes de la zona.


No hay comentarios:

Ir arriba

ir arriba
Powered By Blogger