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La historia que mejor explica el gobierno de Obama era una que contaba el gran Gila, sobre dos desconocidos que se encontraban paseando por la calle y uno le decía de repente l otro:
- Ustede es negro.
- No
- Ustede es negro.
- Que no, - Usted es negro
- Yo que voy a ser negro
- Que usted es negro,
- Déjeme en paz, por Dios
- Pero ustede es negro,
- De acuerdo, usted gana. Soy negro
- iCoño, no lo parece!
Efectivamente, no lo parece. Todavía hay ilusos que piensan que todo iba a cambiar en Estados Unidos únicamente por el hecho de sentar a un negro en la silla del presidente. Para desilusionarlos, aí sigue la misma política exterior de siempre, ahí siguen los negros inocentes muertos a balazos por la policía y ahí sigue Guantánamo. Es extraño que pensaran que algo sería distinto en ese curioso país defensor de las libertades que se construyó asentado sobre dos pilares básicos: la esclavitud y el genocidio de las tribus indias Es cierto que muchas otras civilizaciones han prosperado gracias a la esclavitud y al genocidio, pero no después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; un documento que es la base de la constitución estadounidense y con el que sus políticos se limpian puntualmente el culo. Más extraño todavía es que pensarn que la elección democrátic de un moreno hawaiano iba a suponer el fin del racismo, cuando ni siquiera la abolición de la esclavitud (la gran coartada moral para masacrar la escisión de los estados sureños) significó gran cosa en la práctica. Es que hay gente que no se entera de que la Casa Blanca se apellida blanca por algo.
leer más: http://blogs.publico.es/davidtorres/2014/11/27/mate-a-un-negro-que-es-gratis/
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