Miles de hondureños se movilizan en las calles de la capital

Al grito de “el pueblo unido jamás será vencido” miles de hondureños y hondureñas salieron hoy a las calles, a denunciar los asesinatos de miembros de la Resistencia y para apoyar, a la Asociación Nacional de Empleados Públicos ANDEPH, y las organizaciones magisteriales.

La Resistencia, condenó de forma vehemente, el asesinato de Claudia Brizuela, ocurrido el día de ayer, en la ciudad de San Pedro Sula, del cual responsabilizaron al estado de Honduras.

Cumpliendo uno de los mandatos del Frente Nacional de Resistencia Popular, la “movilización”, hondureñ@s de todas las edades, salieron hacer visible su descontento con el régimen continuador de facto.

Estrenado nuevas consignas y con la mirada puesta en el horizonte de la Asamblea nacional Constituyente, incluyente y participativa, la Resistencia se movilizó por las calles de la capital, exigiendo el retorno al orden constitucional.

Encabezados por una de las abuelas de la resistencia, doña Dionisia Díaz, quien altavoz en mano, animaba a la muchedumbre gritando, “¿cual es la orden del día?, los jóvenes obedientes, y los no tan jóvenes, le contestaban al unísono “que marche con la resistencia, la policía”

Esto en alusión a los muchos policías antimotines que persiguieron la movilización, con ganas de volver a manchar con sangre los garrotes que les dio, el piadoso, filántropo hondureño, Emilio Larach.

Solidaridad

También se hizo presente el grito solidario, con el pueblo haitiano y el pueblo argentino, los resistentes exigieron la retirada de marines gringos y británicos, “fuera los marines norteamericanos de Haití, fuera la ocupación de las Islas Malvinas, que pertenecen a la República de Argentina.

Militares

Llegando a la plaza COLPROSUMAH, se pudo ver el primer cerco militar, que impedía el paso hacia la casa de gobierno. La marcha siguió hasta llegar al semáforo del Boulevard Juan Pablo Segundo, donde la movilización dio media vuelta, con dirección a la casa presidencial.

Pero no fue posible llegar, en la esquina del Hotel Marriot, de nuevo los militares impedían el paso, en la calle que conduce a la casa de gobierno.

“Bueno y que cuidan, si hasta los sanitarios se robaron” reclamó Florinda, una resistente capitalina, mientras agregaba, tenemos papá en la calle, tenemos casa, tenemos cigarro, (las bombas lacrimógenas) y además tenemos agua, que hasta nos bañan (la tanqueta de los doce millones), entonces aquí no nos falta nada decía la señora.

Hacia el centro.

Cerrado el paso por los militares, la dirigencia tomó la decisión de seguir con la manifestación hacia el centro de la capital, donde los jóvenes, fueron dejando la buena noticia de que “la constituyente viene y nadie la detiene”.

Pasando por la Episcopado, el reclamo al carde-mal, se hizo presente, mientras avanzaba la multitud, exigiendo se aclare el trafico gris, al alcalde capitalino, a quien una mujer le describía en una pancarta como “dictadorzuelo” ahora propietario de negocios grises dentro de la Alcaldía Municipal.

Finalizando la movilización, los infiltrados, son como el pato, “si no se cagan en la entrada se cagan en la salida”, agredieron uno de los motorizados de la Resistencia, la seguridad se hizo presente y los cobardes de inmediato sacaron sus armas de uso militar-policial.

A pesar que estaban allí los policías no hicieron nada por detenerlos, salieron huyendo ante la mirada, de los miles de hondureños en el parque central, hasta perderse entre la multitud. AM.

Emo: Están cansados, ¡No! Entonces adelante, adelante, que la lucha es constante.
El único que puede arreglar este vergueo, es Mel Zelaya.

Anonimo: Hugo Llorens, alias comisión de la paja.

Anonima: Ricardo Álvarez Dictadorzuelo, fuera de Honduras.

Anonimo: Vamos a ver de que esta hecho pepe: es aborto del golpe.

Abuela: ¿quienes somos? ¡Resistencia Popular!

Constituyente hacia un nuevo pacto social.