viernes, 2 de julio de 2010

Uruguay: Un complejo a la deriva: noche de ocupaciones, tiros y saqueos

Inseguridad barrial. Apenas se retiró el Servicio 222 llegaron "ocupas" de los asentamientos y se metieron en los apartamentos vacíos. Los vecinos critcan a la administradora del complej. Presidenta de la comisión agredida por $ 400 de cuota

RAÚL MERNIES

El saldo de la primera noche sin seguridad tras 18 años en Aparicio Saravia y San Martín, fue peor de lo esperado. Los vecinos entraron en pánico en medio de tiroteos, hurtos y violencia. Los 50 apartamentos libres fueron ocupados por intrusos.

Todavía no había caído la noche del miércoles cuando los primeros carritos tirados por caballos comenzaron a cruzar la calle cargados de colchones y varios niños.

Las 50 fincas abandonadas del complejo de viviendas CH 84 (de 192 apartamentos y más de 300 personas), donde esa noche se suspendió el servicio 222 por primera vez en 18 años, se convirtieron en el botín más preciado para cientos de intrusos de los barrios linderos que se metieron en los callejones, derrumbaron puertas, ventanas, rompieron vidrios y se instalaron sin mayor resistencia.

Los "buscatecho" no fueron los únicos que le hincaron el diente al botín. La ausencia del servicio 222 fue una invitación para los ladrones, que según relataron los vecinos, "bajaban y subían las escaleras con televisores y muebles como si estuvieran de mudanza".
Delia, que además de vivir en el complejo tienen un quiosco cerca de la entrada, relató: "Hicieron lo que quisieron. A una clienta mía que estaba trabajando le vaciaron la casa y a otro señor mayor que estaba tomando mate en su cama le tiraron la puerta abajo pensando que no había nadie".

Efectivos de a pie, ocho patrulleros, seis motos y hasta el propio comisario de la Seccional 12ª estuvieron patrullando el lugar y actuaron durante los disturbios, pero sólo detuvieron a cuatro personas vinculadas a los robos; uno de ellos fue capturado mientras cargaba una estufa.
Entre la tarde del miércoles y la noche de ayer no llegó ninguna denuncia a la comisaría, aunque los vecinos sí se comunicaron en reiteradas ocasiones con los medios.

Otro vecino del lugar relató que a su vecina, que se había ido de viaje a Salto "a llevar los restos de su marido", también le desvalijaron la casa.

La versión de los vecinos -que sobre las cuatro de la tarde de ayer tomaban mate y armaban tabaco en la vereda como cualquier jubilado del complejo a la espera de otra noche larga y conflictiva- incluye tiroteos y relatan que hubo dos momentos de "tensión fuerte": uno sobre las 20.30 "cuando se vino la primera avalancha", que incluyó pedradas y "piñatas", y el otro cerca de las 04.00 de la mañana, cuando se robaron "todo lo que pudieron".

Delia Blardoni, la quiosquera, y su marido durmieron dentro del pequeño comercio para que no los robaran, mientras su hijo se quedó cuidando la casa.

Según los relatos de los residentes del complejo, "la policía de la comisaría hizo lo que pudo", pero "no les alcanza el personal para cubrir todo. Había balazos de todos lados. Los policías se instalaron en el complejo y disparaban hacia la vereda de enfrente".

El comisario Gustavo Corrales, que estuvo en el lugar hasta las 3.30 de la madrugada, negó la versión de los tiroteos: "¿Tiros? Ese capítulo me lo perdí. La situación fue tensa, pero nosotros no disparamos y, personalmente, no escuché ningún tiro", dijo a El País.

En el complejo la mayoría de las ventanas de los apartamentos en pisos altos no tienen vidrios ni postigones de madera. Las pedradas cansaron a sus residentes, que tuvieron que cambiar los ventanales y la luz del sol por chapones de hierro con barrotes. Entre sus pasajes abundan los perros, las bolsas de basura rotas y el barro.

"El 'Palomar' se nos metió acá y ahora, ¿quién los saca?", se preguntaba otra de las clientas de Delia. El "Palomar", en la entrada del barrio Borro, es uno de los núcleos que contaminó las viviendas, al igual que el barrio Marconi -a cuatro cuadras del lugar-, el "40 Semanas" y Unidad Casavalle, que rodean el complejo creado en 1988.

Presidenta "cheta". "La vieja esa es una cheta inútil. Yo no voy, vaya usted, vive en aquel apartamento que tiene las cortinitas rosaditas".

El comentario de una jovencita residente en el complejo hacía referencia a Emma, la presidenta de la Comisión de Vecinos del complejo.

Emma vive en el último apartamento de una de las torres de ladrillos más alejada de la zona de conflictos, es "propietaria" desde 1987 y hace un año asumió la difícil tarea de presidir la comisión. Es una de las pocas "diferentes" o "chetas" del vecindario. Su casa sí tiene vidrios y cortinas, está toda amoblada y no tiene postigones de chapa.

Saturada por los reclamos y sin diálogo con los vecinos que lideran las protestas, Ema aseguró que se comunicó con la Agencia Nacional de Vivienda y que le respondieron: "Vamos a ponerles seguridad de vuelta a la brevedad, seguramente esto se solucione hoy (por ayer)".

Antes de que cayera la noche un joven lanzó la posibilidad de organizar una guardia local integrada por vecinos, pero la respuesta fue contundente: "Somos una manga de viejos, no podemos ni salir corriendo, ¿con qué nos vamos a defender?". Anocheció y los vecinos se prepararon para lo peor, otra vez.

Lo que se dice en los callejones.

¡Queremos saber por qué nos sacaron la guardia! No nos molesta que vengan y ocupen las casas vacías, eso no es tema nuestro, lo que necesitamos es seguridad. ¿Vamos a sentarnos a esperar que esta noche pase lo mismo?".

Delia, vecina y dueña del quiosco del complejo habitacional.
Esto fue tremendo. Hubo tiroteos a las 8.30 y después a las 4 de la mañana otra vez. A un vecino que estaba tomando mate en su cama le tiraron la puerta abajo y se le metieron para adentro, se llevaban las cosas como en una mudanza".
Una joven, clienta de Delia, en la puerta del quiosco.

El año pasado organizamos la comisión vecinal por primera vez y cuando definimos que los gastos comunes eran $ 400, ¡casi me linchan! No los paga ni la mitad de la gente y todos esos que están llamando a los medios son intrusos también".

Emma, presidenta de la comisión de vecinos.
¿Tiroteos? Yo estuve ahí hasta las 3.30 de la mañana y, personalmente, no escuché ni un solo tiro. Es verdad que hubo tensión, los vecinos están muy asustados. Aquí no hubo denuncias y solo detuvimos a cuatro personas".

Comisario Gustavo Corrales, de la Seccional 12.
Infierno que supo ser un paraíso

En 1987, cuando los ahora jubilados compraron sus apartamentos en el complejo CH 84, la esquina no estaba en el corazón de una zona roja ni necesitaban guardia policial las 24 horas, sino todo lo contrario. "Era un parque precioso", contó uno de los veteranos mientras separaba con dificultad las delgadas hojillas amarillas para armar un tabaco, sentado en la vereda.

Desde su fundación hasta ahora, el derrumbe de los niveles de seguridad y calidad de la zona no se detuvo y en el pequeño vecindario ya no "gobiernan" quienes originalmente lo habitaron. Hoy son sus hijos, nietos e intrusos los que llevan la voz cantante.

Las condiciones de higiene también están desvirtuadas y dónde hace más de 20 años había jardines floreados hoy hay olor a basura rancia.

Emma, la actual presidenta del comité de vecinos, dio a entender que el relacionamiento es bastante áspero con un ejemplo contundente: "Acá somos 192 viviendas, y más del doble de personas. El año pasado se conformó por primera vez una comisión de vecinos para tratar de organizar un poco las cosas, pero es muy difícil. Establecimos que los gastos comunes iban a ser de $ 400, ¡y casi me linchan! Nos agredieron y no tuvimos otra que bajarlos a $ 300", relató la pequeña señora de lentes gruesos, pelo corto y totalmente blanco.

Aunque "a las patadas" llegaron a un acuerdo, de los 140 apartamentos ocupados no pagan los gastos comunes "ni la mitad", contó.

Enojada, con miedo a las represalias y casi terminando de dar el portazo que culminó la charla, Emma soltó: "¿Sabe una cosa? Todos esos que están hablando y que están llamando a los medios de comunicación para armar lío ¡son intrusos y no pagan ni un solo peso por vivir acá!".
El País Digital

Pelusa comenta: Primeramente "divide y reinaras". Pobre contra Pobre.
El presidente Mujica pretende construir nuevas viviendas, cuando se sabe que miles de ellas están abandonadas. Y, este es un ejemplo claro. Repare Sr. Presidente, reparta esas viviendas.

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