Chile: La inevitable irrupción de la izquierda en las municipales

La situación política chilena en los últimos casi cuarenta años ha sido anormal. Primero una dictadura y luego una transición en que sólo existieron una derecha de origen pinochetista en la oposición y un movimiento democrático evolucionando a la derecha en el gobierno. Fuera de ello nada fue posible.

Esto es anormal y cambiará. Los tres tercios solo lo vivieron nuestros compatriotas de la tercera edad, pero volverá en plazos muy cercanos.


La vivencia política de la inmensa mayoría de los chilenos de hoy, ya lo dijimos, es dictadura o sistema binominal. Esto ha quedado grabado en nuestras conciencias y por eso se ha instalado en tantos la idea que sólo ese escenario es posible.

Es difícil hacer previsiones en política; yo he hecho algunas.
En Abril de 2008 diversos medios publicaron una columna del suscrito, a la sazón concejal y miembro del CC del Partido Socialista, titulada “La derrota no es inevitable” en que se leía: “Sin embargo, el presente político de la concertación es muy difícil y en el futuro podría empeorar. El presente está signado por tres rumbos que conducen a la catástrofe a los plazos más breves
 
1.- La insistencia en mantener sin modificaciones el modelo neoliberal.
 
 2.- El despliegue de una conducción política que tiene como eje articulador las necesidades propias de la clase política y no de la ciudadanía.
 
 3.- Un repliegue cultural ante los valores neoconservadores”.


Estos tres factores garantizaban la derrota que efectivamente se produjo. No soy adivino, sólo tomo nota de lo evidente.

El 4 de Enero de 2010 publiqué otra columna titulada “la inevitable derrota de Frei y lo que viene”.

Hoy sostengo que aparecerá una tercera fuerza política que se expresará en las próximas elecciones municipales, lo que pulverizara el sistema binominal y reinstalará a la izquierda.

Esto sólo lo podría evitar una conducta equivocada de los sectores de izquierda, que entendieran que las condiciones para una política independiente no están, cuando a todas luces ello es posible y necesario.

Para que aparezca una fuerza política debe dejar su espacio otra. La que va de salida, sin lugar a duda alguna, es la concertación.

Esta pasó por todas las etapas necesarias para salir del escenario político. Primero, la arrogancia, escuché personalmente a muchos dirigentes de la concertación ante las criticas que formulábamos decir: “Y qué van a hacer, por quién van a votar, ¿van a votar por la derecha?”. Pensaban que el voto estaba cautivo, y no lo estaba. Los dioses ciegan con la vanidad a quienes quieren perder.

Luego de la arrogancia vino la burocratización, tan clara y nítidamente expresada en los procedimientos para elegir al candidato Frei.

El paso siguiente fue negar la aocritica. Atribuir la derrota a otros, como si sólo ellos tuvieran derecho a hacer una propuesta al país.

Actualmente se está viviendo un proceso concertacionista con características que anuncian muy claramente lo que viene. La negación de la reidad; se sostiene que tendrían cerca del 50% del electorado en circunstancias que sólo tuvieron el 29%, y de otra parte no darse cuenta que el electorado rechazó lo viejo y gastado de la concertación y no se ha hecho renovación ninguna. Son los mismos, o peor aún, son los anteriores. ¿Si Bachelet no pudo sostener a su candidato Frei, lo podrá hacer Ricardo Lagos?.

Se van sabiendo cosas. Bachelet pidiendo ayuda a los norteamericanos para reprimir a los mapuches. Se van viendo cosas, El Mercurio defendiendo al presidente de los socialistas por el tema del reajuste a los empleados públicos, diputados socialistas votando junto al gobierno en temas como el Royalty minero. Se sabrán y verán más cosas.

Sólo se necesita un mínimo de voluntad y audacia revolucionaria para que la irrupción de la izquierda en las municipales sea formidable.

Se puede, se necesita y ocurrirá. No soy Casandra, pero veo cuando los elefantes pasan por el Paseo Ahumada.

ROBERTO AVILA TOLEDO

El Clarín.cl