Hermann Bellinghausen y Gloria Muñoz Ramírez
Fotos: Simona Granati
El próximo primero de enero se cumplen 17 años del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Muchos acontecimientos han ocurrido desde entonces y aunque México y el mundo no son los mismos, el siguiente texto, escrito en enero de 2008 pero aún inédito fuera de Estados Unidos, relata retazos de un periodo que inició con la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Este recuento, necesariamente inconcluso, contempla dos años y medio del camino de La Otra Campaña, de junio de 2005 a diciembre de 2007. Independientemente del curso de los acontecimientos y de los siguientes pasos, se trata de una experiencia inédita en la vida política de México y del mundo.
En el mes sexto del 2005 el EZLN dio a conocer la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. El llamado se dirigió a “los indígenas, obreros, campesinos, maestros, estudiantes, amas de casa, colonos, pequeños propietarios, pequeños comerciantes, microempresarios, jubilados, discapacitados, religiosos y religiosas, científicos, artistas, intelectuales, jóvenes, mujeres, ancianos, homosexuales y lesbianas, niños y niñas, para que, de manera individual o colectiva, participen directamente con los zapatistas en esta campaña nacional para la construcción de otra forma de hacer política, de un programa de lucha nacional y de izquierda, y por una nueva Constitución”, renovando la convicción del EZLN de no convertirse en partido político ni plantearse la lucha por el poder.
La Otra Campaña es la puesta en práctica de la Sexta Declaración. Se trata, en sus primeras etapas, de que delegaciones del Ejército Zapatista recorran toda la geografía nacional para encontrarse y relacionarse con las organizaciones políticas de izquierda, los campesinos sin tierra, las familias de las mujeres asesinadas, los maestros reprimidos, los pescadores abandonados, las trabajadoras sexuales explotadas, los trabajadores sin salario digno o sin trabajo, los jóvenes sin alternativas, las lesbianas, homosexuales y transgénero excluidos y un largo etcétera que incluye a todo el espectro del México profundo y, por vez primera, al México que resiste al otro lado del río Bravo.
La Otra Campaña nació en un importante y definitorio momento político en México, el de las campañas electorales rumbo a las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo en julio del 2006, y de ahí toma su nombre, pues representa una manera distinta de relacionarse desde abajo para cambiar el sistema.
Es la ética la que rige las relaciones de La Otra con organizaciones políticas de izquierda, por lo que se plantea: “No a hacer acuerdos arriba para imponer abajo, sino hacer acuerdos para ir juntos a escuchar y a organizar la indignación; no a levantar movimientos que sean después negociados a espaldas de quienes los hacen, sino a tomar en cuenta siempre la opinión de quienes participan; no a buscar regalitos, posiciones, ventajas, puestos públicos, del Poder o de quien aspira a él, sino a ir más lejos de los calendarios electorales; no a tratar de resolver desde arriba los problemas de nuestra Nación, sino a construir desde abajo una alternativa a la destrucción neoliberal, una alternativa de izquierda para México”.
http://desinformemonos.org/2010/12/la-otra-campana/
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