Obituario, En homenaje a los compañeros caídos por un mundo más justo, más solidario.‏

De Alberto Cocco acocco814@gmail.com

22 de diciembre de 2010 13:15

"Obituario"(Libro parroquial donde se anotan las muertes y los entierros), como decía Alejo Carpentier.
 Cada día somo más, o menos, según se mire.

CRYSOL, cada día nos informa: ¡¡vivan los compañeros!!, ya sabemos qué significa, a algunos nos arranca el corazón, otros no los conocemos, pero lo queremos entrañablemente y los sentimos como a alguien a quien la sociedad los quizo mal, ésta, la demokrática sociedad.

Van a parar a un nicho, a la tierra, compañeros queridos, pelados, de mamelucos grises, con números a la altura del corazón, para que el fusilero hiciera blanco perfecto.

Se están yendo, con todo el dolor que te puedas imaginar.
 Durante 14, 15 años con 15' o 30· de "recreo" por día, cuando había recreo, trillando sólo de a dos, torretas con ametralladoras punto 30, cuyo proyectil tenía núcleo de acero (perforante, atraviesan el hormigón como manteca) y pintado con fósforo blanco en el exterior, para que al avanzar, con el roce del aire, el fósforo se encendiera y los hideputas pudieran corregir el tiro. Perros entrenados para el ataque y la muerte.

Esto es un pequeño relato de un "recreo", te voy a contar más, porque el recreo era, como el resto un mundo carcelario un mundo suis generis.

Te agrego una poesía de de un preso, pastor de cabras, republicano él, dirigida a su compañera, Josefina:


**Tus cartas son un vino
que me transforma y son
el único alimento para mi
corazón.
Desde que estoy ausente
no sé si no soñar
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.

Tus cartas apasiento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré

Cuando nos falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.

Miguel, campesino y republicano ...

 iVivan los Compañeros!
 Pedro ROJAS