*Roberto Quesada
"No puedo ver coraje ni sacrificio en la destrucción de la vida o la propiedad, ya sea como ofensa o defensa". Mahatma Gandhi
En el Hotel Tryp Ambassador, en el centro de Madrid, a dos minutos de la famosa Gran Vía y cerca del Teatro de la Opera, en un edificio que originalmente era un palacio que pertenecía a la Duquesa de Granada de Ega y mantiene muchas de sus características originales, fueron concedidos, el dos de febrero, los Premios de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE), correspondientes al 2009.
La APDHE es la primera organización de Derechos Humanos creada en España, en 1976. Entonces se luchaba para traer libertad y democracia, cuando España estaba en dictadura. Claro, acertaron, del nunca bien recordado criminal Francisco Franco.
Ya estaba enterado de la concesión de estos premios, pero no sabía que lo estaban transmitiendo por Cholusat Sur, Canal 36. Alguien me llamó desde Honduras avisándome para que lo sintonizara, pues allí, junto al periodista Esdras Amado López, aparece nada más ni nada menos que el juez Garzón. La persona que me llamó me dijo: “¿Qué le diría Esdras al juez Garzón?”. Esto lo responderemos después, ahora continuemos con lo de los premios.
El Jurado encargado de otorgar los premios aseguró que en el caso de nuestros laureados compatriotas, se hizo por unanimidad. Y es así como reza el acta de tan prestigioso Jurado:
“Reunido el Jurado de los Premios el día 26 de noviembre de 2009 acordó otorgar los premios siguientes de Periodismo:
A los Sres. Esdras Amado López, de Canal 36; David Romero y Luis Galdámez, de Radio Globo; Ismael Moreno, de Radio Progreso. Responsables de tres medios emblemáticos de Honduras, que recientemente han sufrido persecución.
Por su valiente resistencia, en medio de agresiones y amenazas, frente a la represión golpista, en defensa de la democracia y de la libertad. Y por haber arriesgado sus vidas en defensa de los derechos reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de los que Honduras es parte”.
Por supuesto, se sabe que existen otros medios merecedores de éste u otros reconocimientos como Radio Uno, Radio Gualcho, El Libertador, etc.
La entrega de los Premios se realizó en febrero del 2010. Mientras estos compatriotas ponían el nombre de Honduras en alto por defender los derechos elementales del ser humano, el derecho a la vida, en la Basílica de Suyapa, un supuesto representante de Dios en la tierra (o al menos en Honduras) elevaba a nivel de santificación a quienes encabezaron el golpe de Estado militar de Honduras, mismo que ha dejado muchos muertos y el saqueo del erario público como nunca antes habíamos visto, según lo expresado por el diputado nacionalista Celín Discua: “En los seis meses de Micheletti muchos se aprovecharon que era un gobierno de transición (¿de facto?) para cometer actos de corrupción a tal grado que el Tribunal Superior de Cuentas no se va a dar abasto para investigar “tanta malversación de fondos”, y “la Fiscalía también se queda corta ante tanto atropello a la honradez y a la dignidad del pueblo hondureño”. (Tiempo 3/2/10).
Hay a quienes les mortifica que el asunto no sea simplemente de darle vuelta a la página y borrón y cuenta nueva. De ser así, ¿en qué mundo vivimos? Si algo que preocupa sobremanera a la comunidad internacional es la carencia de justicia en Honduras. Esto se convierte en un mal precedente para América Latina y cualquier país del mundo. Es dar el mensaje que se puede asaltar un gobierno, cometer crímenes contra su población, violar la libertad de prensa, los derechos humanos y al final en vez de recibir castigo se les glorifique reservándoles desde ya un lugar en el cielo.
No, el asunto es involucrar a todas las partes, incluyendo a los familiares de los asesinados, las mujeres violadas, torturados/as, también a los apaleados, dentro de ese diálogo reconciliatorio, pues solo de esta forma, mostrando al mundo que hemos podido avanzar dentro de casa puede aspirarse a que la comunidad internacional se quite esa idea de que Honduras es un país sin leyes, en donde matar y robar en vez de ser un delito, es un arte. En este sentido una verdadera, valga la redundancia, “Comisión de la Verdad”, puede tener aportes positivos en que avance la inserción de Honduras en el concierto de naciones.
Por ello creo que no es mucho lo que Esdras haya podido decirle al juez Garzón (o tal vez sí, Amado López es un periodista muy bien informado, porque sé de buena fuente que Esdras tuvo reuniones privadas tanto con el juez Baltasar Garzón como con el presidente de la APDHE Manuel Olle), esta gente está, muchas veces, más al tanto que uno mismo de lo que acontece en Honduras en cuanto a la violación de los derechos humanos. Para el caso, el documento de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) no es un invento de Bertha Oliva ni de Andrés Pavón, no, es un documento que circula a nivel mundial y que detalla todas las violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión acaecidas en Honduras desde el 28 de junio pasado.
Tanto Cholusat Sur como Radio Globo, Radio Progreso, Radio Uno, Tiempo, El Libertador han estado de frente contra el golpe de Estado militar. Lastimosamente mientras Esdras Amado López recibía el premio, su Canal era acusado por varios radioescuchas por el hecho de estar transmitiendo desde el Congreso y desde la Casa de Gobierno. Existe gente de corta memoria, no hace mucho Cholusat fue militarizado, boicoteado, amenazado… y a quienes critican habría que preguntarles si saben de que viven los medios de comunicación, pues de los anunciantes. Sin anuncios no hay radio ni TV., al menos que sean emisoras estatales.
Quienes de uno u otro lado rechazan el diálogo pues quedarán en eternos monólogos, convirtiendo su causa en una lucha estéril. Hay luchas inútiles, como quienes todavía sueñan con que la comunidad internacional se dará cuenta de la “verdad” de que lo ocurrido en Honduras no fue un golpe de Estado militar, hecho que ya está sellado y empaquetado como tal. A nadie puede convencerse de lo contrario. Otra lucha inútil es pensar que aislando el país, deseándole todos los males, aferrarse a la intransigencia, es el camino correcto para vivir en una Honduras de ensueño. Allá como piense cada cual pero la realidad es que no solo debe de exigirse libertad de expresión de un lado, si, por el otro, se aboga con lineamentos en los que se prohíbe salirse del dogma. Debe establecerse la diferencia.
Felicitaciones a Esdras Amado López, David Romero, Luis Galdámez, Ismael Moreno y sus respectivas casas de radio y televisión. Defender los derechos humanos, también es un derecho muy humano.
*Roberto Quesada: Premio Periodístico Jacobo Cárcamo 2009 e hijo predilecto de La Ceiba, 2009. Escritor y diplomático hondureño, autor de varios libros, entre los que destacan El desertor (1985), Big Banana (Seix Barral), Nunca entres por Miami (Mondadori), Los barcos (Baktún), La novela del milenio pasado (Tropismos, Salamanca). El humano y la diosa (Premio de Literatura del Instituto Latinoamericano de Escritores, USA). Actualmente su novela Big Banana es traducida al italiano y trabaja en una nueva novela.
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