La historia oficial del petróleo en la Amazonía ha desconocido la forma en que muchos
pueblos indígenas han sido afectados. El siguiente es un resumen de un documento publicado por la Federación Nativa de Madre de Dios, en el que señalan los principale casos de violación de derechos comunales por parte de las empresas del gas
comunales por parte de las empresas y del petróleo.
IPC, Cities y Andes
Las empresas IPC, Cities Services y Andes Petroleum Company se asentaron en el Manu a
fines de los 60s. Afectaron territorios de los harakmbut, y yine, machinguenga, arahuca, iñapari y yaminahua; muchos de los cuales se aislaron para evitar impactos.
Shell
A fines de los 60s, las empresas Shell y Amoco se sitúan en territorios matsés y Awajún, forzando a estos pueblos a trabajar en sus exploraciones. En los 80s las fuertes críticas a la actividad petrolera, sumado a la constatación de que el auge económico era falso, hicieron disminuir sus actividades.
1980. Shell comienza a operar en Sepahua y Camisea, territorios matsiguengas, además
se interna en el Parque Nacional del Manu, territorio de los Yora, indígenas en aislamiento. Los yoras atacaron en varias ocasiones los cammpamentos de Shell, tras algunos contactos y el trabajo de los misioneros evangélicos del Instituto Lingûista
de Verano, los yoras fueron contactados y contagiados de una enfermedad que pudieron curar con medidas del ILV. Así, este pueblo fue "contactado" forzosamente.
Shell también contaminó los territorios matsiguengas del Bajo Urubamba, firmando contratos individuales con cada comunidad, proporcionándoles bienes y servicios.
A mediados de los 90 Shell volvió al Bajo Urumba como consorcio Shell-Mobil-Chevron, y para superar experiencias anteriores, desarrolló proyectos sociales que sin embargo generaron más conflictos entre las comunidades.
Shell dejó la zona al no lograr contratos favorables con el Estado.
OXY, ARCO y Pluspetrol
En 1976, la construcción del ramal norte del oleoducto norperuano dejó una mala experiencia en las comunidades de la zona. En 1996 la Organización Achuar Acharti Ijundramo (ATI) del Pastaza, rechaza las actividades de las empresas Pluspetrol, OXY y ARCO, porque contaminaban el ambiente y contribuían a la perdida de identidad de los achuar. A pesar de apelar a instancias estatales, las empresas terminaron retirándose de la zona ante la firme decisión de los indígenas.
ELF
Esta empresa francesa se instaló en territorio Asháninka en los 80s, atrayendo a los integrantes de Sendero Luminoso, que se acercaron a los indígenas para echar a la empresa. Posteriormente los asháninkas se organizaron en el Consejo de Unificación Indígena de la Selva Central del Perú (CUNISECP) para rechazar las acciones de ELF y
pedir que la empresa reparara la contaminación dejada, nunca recibieron respuesta del Estado ni de la empresa.
Pluspetrol, Repsol y Hunt Oil
El 2001 comenzaron a activar Pluspetrol y TGP (Transportadora de Gas del Perú) en Camisea, desde el 2004 se han producido más de 6 derrames de gas conocidos, contaminando la zona y aumentando la tasa de mortalidad.
Actualmente, gracias a una concesión del estado, Repsol y Hunt Oil están autorizadas a explotar en la Reserva Comunal Amarakaeri. Hunt Oil ya viene instalándos, lo que ha generado la protesta de la FENAMAD, que ha llegado a interponer una demanda en su
contra, esperando contar con el apoyo de otros sectores de la sociedad.
Lucha Indígena. Perú
Director: Hugo Blanco
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