domingo, 21 de febrero de 2010

Revelan carta de Juan Bosch de 1943 sobre el drama de Haití

La escritora dominicana Chiqui Vicioso nos hizo llegar a Cubadebate una carta del patriota y ex presidente de República Dominicana, Juan Bosch, enviada a los intelectuales Emilio Rodríguez Demorizi, Héctor Incháustegui y Ramón Marrero Aristy, en la que les reclama dar trato digno a los haitianos: “Creo que Uds. no han meditado sobre el derecho de un ser humano, sea haitiano o chino, a vivir con aquel mínimo de bienestar indispensable para que la vida no sea una carga insoportable; que Uds. consideran a los haitianos punto menos que animales, porque a los cerdos, a las vacas, a los perros no les negarían Uds. el derecho de vivir…”

La Habana,
14 de junio de 1943.

Mis queridos Emilio Rodríguez Demorizi, Heéctor Incháustegui y Ramón Marrero Aristy:


USTEDES SE VAN MAÑANA,creo, y antes de que vuelvan al país quiero escribirles unas líneas que acaso sean las últimas que produzca sobre el caso dominicano como dominicano. No digo que algún día no vuelva al tema, pero lo haré ya a tanta distancia mental y psicológica de mi patria nativa como pudiera hacerlo un señor de Alaska.

En primer lugar, gracias por la leve compañía con que me han regalado hoy; la agradezco como hombre preocupado por el comercio de las ideas, jamás porque ella me haya producido esa indescriptible emoción que se siente cuando en voz, en el tono, en las palabras de un amigo que ha dejado de verse por mucho tiempo se advierte los recuerdos de un sitio en que uno fue feliz. Acaso par mi dicha, nunca fui feliz en la República Dominicana, ni como ser humano ni como escritor ni como ciudadano; en cambio sufrí enormemente en todas esas condiciones.
Hoy también he sufrido.... Pues de mi reunión con Uds. he sacado una conclusión dolorosa, y es ésta: la tragedia de mi país ha calado mucho más allá de donde era posible concebir: La dictaura ha llegado a conformar una base ideológica que ya parece natural en el aire dominicano y que costará enormemente vencer; si es que puede vencerse alguna vez. No me a hechos concretos relacionados con determinada persona; no hablo de que los dominicanos se sientan más o menos identificados con Trujillo, que defiendan o ataquen su régimen, que mantengan tal o cual idea sobre el suceso limitado de la situación política actual en Santo Domingo; no, mis amigos queridos: hablo de una transformación de la mentalidad nacional que es realidad incompatible con los principios de convivencia humana en los cuales los hombres y los pueblos han creído con firme fe durante las épocas mejores del mundo, por los que los guías del género humano han padecido y muerto, han sufrido y se han sacrificado. Me refiero a la actitud mental y moral de Uds.- y por lo tanto de la mejor parte de mi pueblo -- frente a un caso que a todos nos toca: el haitiano.

Antes de seguir desearía recordar a Uds. que hay una obra mía, diseminada por todo el ámbito, que ha sido escrita, forjada al solo estimuloa de mi amor por el pueblo dominicano. Me refiero a mis cuentos. Ni el deseo de ganar diner ni el de obtener con ellos un renombre que me permitiera ganar algún día una posición política o económica ni propósito basatardo alguno dio origen a esos cuentos. Uds. son escritores y saben que cuando uno empienza a escribir, cuando lo hace como nosotros, sincera, lealmente, no lleva otro fin que el de expresar una inquietud interior angustiosa y agobiadora. Así, ahí está mi obra para defenderme si alguien dice actualmente o en el porvenir que soy un mal dominicano. Hablo, pues, con dereco a reclamar que se me oiga como al menos malo de los hijos de mi tierra.
Los he oído a Uds. expresarse, especialmente a Emilio y Marrero, casi con odio hacia los haitianos, y me he preguntado cómo es posible quere a los hijos de uno al tiempo que se odia a los hijos del vecino, así, sólo porque son hijos de otros. Creo que Uds. no han meditado sobre el derecho de un ser humano, sea haitiano o chino, a vivir con aquel mínimo de bienestar indispensable para que la vida no sea una carga insoportable; que Uds consideran a los haitianos punto menos que animales, porque a los cerdos, a las vacas, a los perros no les negarían Uds el derecho de vivir...

Pero creo también - y espero no equivocarme....
Cuba Debate: www.cubadebate.cu

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