José Mujica "El Pepe Presidente" propone que sea negocio tener hijos

*Pepe el presidente, pero sin hijos cree que tener hijos es un negocio.
"Llegó a presidente, pero nunca llegará a ser padre"; no sabe lo que dice.

Comparar Noruega con Uruguay es irrisorio
Lo que se hizo en Noruega fue aumentar los días de licencia por maternidad y llevar a un 90% del sueldo durante el período de licencia por maternidad.

Por otra parte, en Noruega las escuelas no caen a pedazos, el servicio asistencial de salud es bueno, los niños/as no viven en rancheríos, ni son enviados a las cárceles tipo nazi como en Uruguay.

Cuál es el negocio?, es que el 'muy macho Pepe', piensa que la mujer no sirve para otra cosa que tener hijos y cuidarlos?

Pepe Mujica, Sr Presidente, aumentar la asignación familiar no soluciona problema, cuando una familia con dos hijos necesita 32 mil pesos para sobrevivir, cree ud realmente que 1000 pesos por hijo alcanzaría?

Los niños se enferman, donde está la seguridad de una atención médica necesaria?
Dónde la seguridad alimentaria?

Este hombre le toma el pelo al pueblo y el pueblo aplaude.
Lo que debería hacer el Sr. Presidente, es solucionar los graves problemas de la mayoría de niños y jóvenes, de hoy.
De garantizar un trabajo digno a los padres de hoy, y dejarse de decir tonterías.

Sí Señor Presidente estamos en el horno, y el futuro es incierto por la política neoliberal y entreguista que su gobierno como los anteriores sigue llevando.

Entrevistado en Búsqueda, el mandatario se mostró preocupado por la situación demográfica del país y apeló al ejemplo de Noruega, donde “dio resultado pagar a las mujeres por tener hijos”.
En el caso de Uruguay, Mujica sostuvo que la cuestión pasa por aumentar las asignaciones familiares, que son el mecanismo existente.


La propuesta del presidente por lo menos resulta insuficiente. El problema es demasiado grande para encararlo con una sola medida, o sin encuadrarlo en una política demográfica.

Actualmente la tasa de fertilidad en Uruguay es de casi dos hijos por mujer, según datos del Banco Mundial. El país entró en lo que los técnicos denominan “invierno demográfico”. Se estima que los uruguayos son actualmente 3.356.584 y que en 2025 serán 3.519.821.

Estos números, similares a los de los países industrializados, hace tiempo ya dispararon los alertas de los demógrafos. No obstante las alarmantes proyecciones, el problema no fue encarado por el gobierno como un asunto de estado. Apenas medidas aisladas. Los demógrafos parecen haber predicado en el desierto.

Uruguay es de los países más envejecidos de América Latina, con un 17% de la población mayor de 60 años.

Este proceso compromete seriamente la relación entre población económicamente activa y la retirada, con consecuencias en el sistema previsional.

Dicen los demógrafos que cuando el promedio de hijos por mujer es mayor a dos, eso indica que la población está aumentando y la edad media disminuyendo.

En el mismo sentido sostienen que cuando el promedio es menor a dos hijos por mujer, esto indica que disminuye el tamaño de la población y la edad es cada vez más alta.

Señores, estamos en el horno. El futuro es negro.

Es hora de que aparezcan propuestas capaces de revertir esta situación. Aumentar las asignaciones familiares no parece ser el camino. En todo caso, habría que estimular a las mujeres de clase media, que no reciben asignación, a que tengan más hijos.

Los planes del gobierno no alcanzan a las mujeres que quieren realizarse como profesionales y que también quieren ser madres.

Mujica dijo que “hay que llamar a las cosas como son, que la mujer pueda vivir de tener hijos, porque al fin y al cabo, es un buen laburo. Que una mujer, si quiere tener cinco o seis hijos, pueda decir que el trabajo de ella es ser madre. ¡Si será un trabajo ser madre!”

Lo que vale del presidente es la intención. Falta la acción. Si bien no predicó con el ejemplo, ya que por distintas circunstancias no tuvo hijos, es positivo que incorpore el tema al discurso.

Hay también una cuestión cultural que no se cambia así nomás. Recordemos por si acaso las altas tasas de abortos y de suicidios que tiene el país, que nos hablan de cuestiones más profundas que la mera cuenta económica por hijo.

Abrir las puertas a la inmigración puede ser parte del abanico de posibilidades a futuro, como ya lo hizo el país en distintos períodos de su historia. Estas pampas fueron pobladas por sucesivas oleadas inmigratorias. Pero recordemos el lio que se armó cuando el propio Mujica propuso traer campesinos bolivianos para trabajar y poblar el campo uruguayo.

Esta sociedad pretendidamente tolerante y abierta reaccionó como si Mujica hubiera hablado de abrirle las puertas a los extraterrestres o a una legión de zombis que vinieran a competir con la mano de obra nacional.

Si no se actúa ya, seremos pocos y viejos, y al final, nada. Ese parece ser el futuro de la población uruguaya.