Perú: Hugo Blanco director de "Lucha indígena en Gran Bretaña - entrevista

1.- ¿Cuál es el propósito de su visita  a Gran Bretaña y cuáles son los principales temas que usted enfocará en sus exposiciones?

El propósito de mi gira por Gran Bretaña ha sido exponer ante el público interesado la lucha de los pueblos indígenas del mundo en defensa de la naturaleza, la cual está siendo atacada en diversas formas por el gran capital internacional. Al atacar el medio ambiente de las zonas en que dichas poblaciones viven se ataca la misma existencia de ellas, por lo tanto es entendible que ellas se defiendan.


Además expuse que el ataque a la naturaleza mencionado no sólo afecta a dichas poblaciones, sino que el deterioro ambiental del planeta que dicho ataque significa, afecta a toda la humanidad, incluida la población británica.

Mostré que además de luchar por el medio ambiente, las comunidades indígenas, no sólo del Perú y América, sino de diversas partes del mundo, son obligadas a luchar también en defensa de su organización comunal, fundamentalmente democrática, ya que dicha organización, por ser su herramienta de defensa del medio ambiente, también es atacada por los gobiernos, los que en su gran mayoría, no son sino los representantes políticos de los intereses de las grandes compañías multinacionales, llámense Obama en EEUU o Alan García en el Perú. Entiendo que Obama es diferente de Bush, sin embargo ambos defienden los intereses del gran capital contra los de la humanidad, su diferencia radica en el método de cómo defenderlos.


Fue precisamente por esas razones que fui invitado a realizar la gira por organizaciones ecosocialistas, cuyos dos lemas fundamentales son precisamente los mismos que los de los pueblos indígenas.

El primer postulado de ellos, la ecología, es la defensa del medio ambiente, ya que su acelerado deterioro conduce a la extinción de la humanidad. Entre otras cosas señalan al calentamiento global como el principal ataque y que si éste no se detiene, la humanidad no podrá sobrevivir. También señalan que dicho calentamiento no es el único ataque al medio ambiente. Existen muchas otras formas, contra las cuales precisamente están luchando los pueblos indígenas del mundo:

La instalación de minas a cielo abierto que arrebatan el agua de la agricultura que alimenta al mundo y la envenenan.

La extracción de petróleo que envenena las aguas de la selva, matando los peces de los que se nutren los indígenas.

La implantación de hidroeléctricas para el uso de la minería y otras instalaciones industriales, que arrebatan el agua de la agricultura que nutre al mundo y pretenden desalojar a miles de indígenas y campesinos de sus viviendas y sus zonas de cultivo para inundarlas fabricando represas.

La tala de las selvas para la extracción de madera y para la instalación de crianza de ganado, tala que significará la rápida erosión del terreno convirtiendo la selva en un desierto.

La instauración de la agroindustria que impone a la naturaleza la lógica de la fábrica: Cuanto más se produzca en el menor tiempo posible, mejor. Para ello aplican el monocultivo, un mismo producto año tras año. La agroindustria usa agroquímicos en forma intensiva: fertilizantes, insecticidas y herbicidas. Este trato a la tierra la mata en pocos años, lo que no importa a las grandes compañías, las que luego de matar el suelo en un país irán a otro país y otro continente a continuar matando el suelo.

Contrariamente la pequeña agricultura, indígena o no, cuida el suelo, con la rotación de cultivos, siembra un año una especie y al año siguiente otra; con los cultivos asociados, que son el cultivo de diferentes especies juntas lo que es favorable para el suelo; con el uso de fertilizantes orgánicos y; con permitir que, si es necesario, el suelo descanse del cultivo sirviendo como terreno de pastoreo.

El segundo postulado de los ecosocialistas es que la única posibilidad de frenar el deterioro del medio ambiente en forma significativa es que el poder deje de estar en manos de las grandes compañías que son quienes actualmente determinan si una mina o una fábrica se abre o no, lo que no depende del mayor o menor deterioro ambiental que produzca, sino de la lógica del gran capital, que es determinar si producirá importantes beneficios económicos o no.

Los ecosocialistas plantean que sea la sociedad en su conjunto quien determine si se abre o no la mina, la hidroeléctrica, la fábrica; si se tala un bosque o no. Naturalmente la sociedad determinará eso no en función de la ganancia, sino en función de la supervivencia de la especie humana, de la mantención de un medio ambiente saludable.

Muestran que, como se vio en el fracaso de la conferencia de Copenhague sobre el calentamiento global, los dueños del mundo no piensan detenerlo. Por eso ellos plantean que la única forma posible de detener ese calentamiento y garantizar la supervivencia de la especie humana, es que la sociedad en su conjunto arrebate el poder de las manos de las grandes compañías, cuyo fundamental interés es obtener la mayor cantidad de ganancia posible en el menor tiempo posible y es ante este interés que subordinan la defensa del medio ambiente, y, por lo tanto la defensa de la supervivencia de nuestra especie.


Por esta razón concuerdan con la defensa de la organización comunal indígena, que es una forma democrática de determinar colectivamente los problemas que atañen a la colectividad.

Además de concordancia en estos dos principios básicos, entre los pueblos indígenas y los ecosocialistas. Los hermanos británicos me mostraron que hay otras concordancias:

Ellos, al igual que las poblaciones indígenas consideran que la felicidad no consiste en ganar la mayor cantidad de dinero posible en el menor tiempo posible para practicar el consumo inducido por la moda y la publicidad, provocando la envidia y el respeto de nuestros congéneres, sino simplemente en vivir satisfactoriamente.

Las poblaciones indígenas aman a sus antepasados y a sus descendientes. El ecosocialista británico Derek Wall, de la izquierda verde, me señaló que Elinor Olson, premio Nóbel de economía del año 2009, había declarado: “Estoy muy agradecida a los indígenas norteamericanos, pues ellos me enseñaron que piensan en la sétima generación. Toman en cuenta si sus acciones actuales perjudicarán o beneficiarán a la sétima generación y de acuerdo a eso actúan”.

Los indígenas respetan la diversidad, por eso en las célebres luchas amazónicas de los años pasados se unieron diversas poblaciones con distintas lenguas, distintas vestimentas y distintas costumbres. Los ecosocialistas británicos me dijeron que ellos también están en contra de la obligatoria homogeneización y respetan las diferencias raciales, sexuales, religiosas, etc.

2-¿Por qué la situación es relevante a los ciudadanos británicos y qué pueden hacer ellos para ayudar en la situación de su pueblo y su país?

El deterioro del medio ambiente no sólo afecta a los pueblos indígenas, sino a toda la humanidad, de la que también forma parte la población británica.


Por otra parte los enemigos de los pueblos indígenas son los mismos enemigos del pueblo británico.

En nuestros países atacan el medio ambiente, en Gran Bretaña y otros países europeos el gran capital está descargando el peso de la crisis provocada por grandes entidades financieras, bancarias y en general por todo el sistema del capitalismo, sobre los hombros de toda la sociedad, recortando el presupuesto dedicado a la atención de las necesidades populares.

Como vemos en estos días, ambos estamos luchando contra el mismo enemigo: El gran capital multinacional.

3-¿Qué compañías británicas tienen ligazón con el problema de la selva peruana?
- Averiguar eso es tarea de los ciudadanos británicos solidarios, no mía.

4.-¿Se ha reunido usted con algunos funcionarios de las compañías comprometidas y de ser así cuál fue la respuesta que usted recibió?

- Hubiese sido ingenuo tratar de convencerles de que dejen de ganar millones en lugar de usar ese tiempo en informar acerca de lo acá expuesto a ciudadanos británicos interesados en la preservación del medio ambiente y la supervivencia de la humanidad.El desarrollo de la lucha actual del pueblo de Europa es un gran apoyo a nuestra lucha.




Por otra parte deben averiguar qué compañías con sede en Gran Bretaña están deteriorando el ambiente de las poblaciones indígenas en cualquier parte del mundo y protestar contra ellas.

Un ejemplo claro es la manifestación de solidaridad con el pueblo Dongria Kond al este de la India contra la Junta General de Accionistas Anual de la empresa Vedanta Resources en Westminster. Esa y anteriores acciones de Survival International lograron que un informe de la investigación gubernamental de la India señale como “amenaza a la supervivencia” del pueblo indígena, la pretensión de abrir una mina que tenía dicha empresa.