Miguel Hernández (28 de Marzo-1942) - Natalia Salvo

Era verano, calor. En mis manos, “Viento del pueblo”. En el aire, el espíritu de un hombre inmortal, de un hombre que perdurará en mi memoria por siempre jamás. El idealista, el soñador. El hombre tierno, valiente, luchador. El hombre dulce, carismático. El poeta erudito. El hombre soñado, el hombre perfecto

Cuando peinso en Miguel me viene a la mente una frase de  una  canción de Barricada, ¡Qué difícil es contar los pasos que se dieron por la libertad!

Cuántas fueron las vidas arrolladas por una  tormenta que se llevó todo a su paso. Que todo lo aniquiló. Y que lo poco que  dejó, lo mató en la vida
Hoy es el aniversario del asesinato del poeta del pueblo. Otra víctima de la barbarie fascista en este país.. Su crimen: pensar diferente y amar a quien no debía. Defenía un pensamiento, una forma de entender la política, una idea justa, y amó a quien debía amar. Estuvo orgulloso de ser quien era, y no como debía ser, y por ello debe ser un referente en la lucha igualitaria

Fue un librepensador comprometido con su tiempo. Amigo de grandes personalidades de su época, gracias, entre otras cosas, a su paso por la Residencia de Estudiantes, auténtico centro de fluidez cultural y transgresora. Un referente y un estímulo para el pensamiento crítico.


Involuntariamente tiendo a hacer algo que puede resultar cuando menos curioso, pero para forjar mi propio pensamiento político suelo recurrir a gente como Miguel Hernández. Intento vislumbrar qué pensarían de la política actual todas aquellas personas que estaban dispuestas a dar su vida por defender aquello en lo que creían, por sus ideales. Algo que en la actualidad se ha perdido. Y creo que Miguel estaría orgulloso. Estaría contento de ver como sigue siendo la izquierda la que moderniza este país. La que lo adecua a la realidad de su tiempo. Sigue siendo su izquierda la mayor valedora de los derechos sociales, de la igualdad de todas las personas. Como la izquierda que él tanto defendió sigue transformando España, aún cuando seguimos teniendo, como la tuvieron en su época, una derecha obsoleta y extremadamente conservadurista poniendo trabas y piedras en el camino

Si en su día decidí estudiar historia fue porque mientras pueda contribuir mínimamente a que sus voces vuelvan a resonar como lo hicieron en vida, lo haré. Porque me tacharán de hacer politicismo con la Historia, y quizá sea cierto, pero es muy fácil escudarse en un pasado ancestral para no hacer frente a las consecuencias de nuestro pasado más reciente. Y porque hoy y siempre seguiré sintiendo como parte de mi propia esencia las vidas de todos aquellos que cayeron gritando libertad