Evo Morales anuncia referendo sobre carretera por el TIPNIS

Lo dijo este domingo tras el encuentro con pueblos nativos del Paque Isiboro Sécure. Anteriormente, la policía boliviana dispersó la marcha en defensa de ese territorio indígena. Los marchistas habían secuestrado a un funcionario del Gobieno
Luego de un encuentro entre el Presidente y representantes de 16 pueblos aborígenes del TIPNIS, Evo Morales señaló que debe ser el pueblo el que apruebe o rechace el proyecto.

Por estos motivos destacó la importancia de realizar un referendo. Asimismo, garantizó la promulgación de una Ley contra los asentamientos ilegales en esa región.
Desde el pasado 15 de agosto, unos 600 indígenas bolivianos se movilizan hacia La Paz. Rechazan la construcción de la carretera que atravesará el Territorio Indígena Parque Isiboro Sécure, conocido como TIPNIS.
Frente a esta movilización se ha organizado una contra-marcha que cuestiona el reclamo indígena en defensa del Territorio Indígena. La misma se encuentra en la localidad de Yucumo, departamento de Beni.
La contra-marcha defiende la construcción de la carretera que unirá Beni y Cochabamba atravesando el TIPNIS. Aseguran que beneficiará su actividad.
Para evitar enfrentamientos entre ambos manifestantes, el Gobierno boliviano envió este domingo a efectivos policiales para disolver la marcha indígena que pretendía llegar a La Paz.
Los participantes de la marcha denunciaron que fueron reprimidos por los oficiales. Tras la irrupción de los uniformados, algunos de los manifestantes fueron detenidos y otros conducidos en buses a diferentes lugares.
Tras estos hechos, la ministra boliviana de Defensa, Cecilia Chacón, renunció este lunes a su cargo. Justificó su decisión por no compartir la medida de intervención a la marcha indígena que asumió el Gobierno.
Anteriormente, los marchistas en defensa del TIPNIS secuestraron al canciller boliviano David Choquehuanca y al viceministro César Navarro. Ambos integraban una comisión de diálogo sobre el conflicto.
El Canciller y el viceministro fueron obligados por los manifestantes a marchar junto a ellos. Los funcionarios fueron utilizados como "escudos humanos" para romper un cerco policial que impedía el avance de los marchistas. Tras varias horas, los representantes gubernamentales fueron liberados. (PÚLSAR)
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