El pasado fin de semana el presidente hondureño Porfirio Lobo firmaba con su homólogo colombiano Álvaro Uribe lo que se ha denominado “Plan de acción en materia de Seguridad” que trataría de crear vínculos de cooperación entre ambos países en materia de lucha contra el narcotráfico, formación y apoyo logístico.
Aunque el texto del Plan no ha transcendido a los medios de comunicación, el ex canciller de la República en el gobierno de Carlos Roberto Reina, Ernesto Paz Aguilar, considera que la firma del mismo coloca a Honduras “en una función muy delicada como actor secundario en un proceso de guerra fría que está surgiendo en América Latina con la reactivación de las tensiones entre gobiernos de izquierdas y la estructura de poder interno de cada país”.
Para este profesor universitario “Colombia es el líder de una alianza pro Estados Unidos y por el bien de Centroamérica y de nuestros países deberíamos mantenernos al margen de esta guerra que es una guerra artificial porque la apertura de las bases americanas en Colombia es una respuesta concreta a lo que consideran una amenaza por parte de Venezuela”.
Otro de los peligros que está latente en la sociedad hondureña y que se profundiza con la firma de este plan, es en opinión de Paz Aguilar, “la remilitarización en América Latina y sobre todo en Honduras” y en este sentido recuerda que precisamente Honduras es el único país en el triángulo del norte que tiene un ministro de defensa civil, “lo preocupante” dice “es que se habla de un militar en servicio activo como próximo ministro y eso significaría un retroceso en los procesos de democratización que vive Honduras”.
“Sin embargo, no todo está perdido”, continúa el ex canciller, “porque la civilidad, las fuerzas democráticas y progresistas del país que apostamos por un ejército con un papel específico en una sociedad democrática, no queremos que haya un militar en la dirección de la secretaría de la defensa, porque eso sería ceder espacios a organismos como el ejército que cumplían otras funciones”.
“Cuando los militares entran en la escena política los civiles se repliegan y la civilidad en los gobierno democráticos se debilita”, matiza. Para este jurista “la salida de Honduras de la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA, es una consecuencia política directa del golpe de Estado y como contrapartida a esa salida es normal que Honduras, en alguna medida se vincule a otras plataformas de seguridad o a planes que son dirigidos por los Estados Unidos”.
El problema de fondo, para este político, es detectar los procesos de cambio que se están produciendo en América Latina y en concreto en Honduras donde se está dando “un cambio de una democracia representativa que no da para más, que está en crisis, que no responde a las exigencias y demandas de la sociedad que busca una democracia participativa”.
“Lo que tenemos que hacer es construir una democracia más participativa, más incluyente a partir de las instituciones que tenemos y planteamos una reforma a nuestro modelo político. La demanda por cambios no sólo institucionales sino sociales está ahora en la calle y son demandas irreversibles que sólo se pueden detener por medio de la represión, cosa que no se cruza en la mente del presidente Lobo, porque la imagen que está dando es de jugar una carta de apertura, de diálogo, de reconciliación para impulsar, dentro del mismo sistema, un cambio ya que de la otra manera entraríamos en otra ruta de ingobernabilidad”, concluye el ex canciller Ernesto Paz Aguilar.
Publicado por Radio Progreso Honduras en 22:17
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