Hay muchos lugares de interés que se pueden visitar cuando uno va a Berlín: la puerta de Brandemburgo, los restos del muro, la Postdamer Platz. Pero estos días se añade una atracción turística más, un iglú.
Su autor es un mendigo de 52 años llamado Horst, que ha aprovechado la gran cantidad de nieve caída en las últimas semanas en Berlín para construirse un refugio de hielo y nieve junto a la parada de metro de Nollendorfplatz, en el barrio berlinés de Schöneberg. Un auténtico atractivo para visitantes y habitantes de la ciudad alemana que le ha servido a Horst para agenciarse unos cuantos euros más de la caridad ajena.
Lo curioso del caso es que aún no ha pasado ninguna noche dentro de la morada por miedo a congelarse, aunque mantiene la idea de pernoctar en ella acompañado de un amigo. El dinero de la gente también le ha permitido comprar algo de alcohol para aguantar las bajas temperaturas y ayudar a otros sin techo.
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