domingo, 3 de julio de 2011

Rock Hudson era gay | Sociología del comportamiento del gobierno uruguayo

Rock Hudson
Brillante la austopsia del progresismo que hace Fernando Moyano, diáfana y completa.- Muestra una realidad subyacente que pasa desapercibida.- Recomiendo su lectura que no tiene desperdicio.

Jorge Rossi 'Mau Mau'
 -MAU-MAU

Jorge Rossi Rebufello
Para Kaos en la Red
"En nuestro país hay problemas mucho más importantes por solucionar, como las 250 mil personas que viven en condiciones de indigencia”.

Este  descubrimiento pertenece al presidente de la Federación Rural, dentro de su argumentación contra el impuesto a la tierra.  Sobre el mismo tema ha dicho Astori: "Es cambiar las reglas de juego"  Resulta difícil decir cual de las dos impudicias es mayor.
LAS ENTRELINEAS DE ASTORI
Que el Frente Amplio pase de partido de la alternativa a partido de la alternancia y que ahora se preocupe por no perder la credibilidad ante los capitalistas y en cambio la credibilidad ante los trabajadores esté completamente fuera de su horizonte mental, no aparece como un cambio en las reglas de juego, o un cambio de bando en medio del juego.

Con semejante changüí, es lógico que los latifundistas agarren viento en la camiseta y nos vengan con esta muestra de pensamiento del Siglo XIX: Ocúpense de los muertos de hambre y a nosotros no nos toquen, ya que la estructura de propiedad de la tierra y su concentración NO TIENE NADA QUE VER con la miseria en el país.

A no ser que uno vaya a pensar como un tal Danilo Astori en libros como: Latifundio y crisis agraria en el Uruguay, La agricultura familiar uruguaya, Neoliberalismo y crisis en la agricultura, Estilos de desarrollo y políticas agrícolas, Cuatro respuestas a la crisis...

Pero más que porque se le vaya a cambiar las reglas a los latifundistas, Astori protesta porque le cambian las reglas a él
Luego del revolcón pre-electoral en que Mujica le pasó por encima, decidió que la única que le quedaba era apostar fuerte (Yo soy el que tiene la confianza de los capitalistas, me dan lo que quiero o rompo todo") y consiguió un reparto de áreas.
Astori el que despotricaba contra el latifundio y el neoliberalismo, es el más indicado para asegurar que la conducción económica del gobierno no se apartase un ápice de los mejores intereses de capitalistas y latifundistas.

Mujica, el ex-guerrillero, herido de seis balazos, preso por quince años, tendría a su cargo los temas políticos (fuerzas armadas, ministerio del Interior, relaciones exteriores, organismos de inteligencia) para dar confianza a los VERDUGOS de los capitalistas y latifundistas.
Sabia división del trabajo.
¿Qué mejor que un profesor de economía para ignorar las causas de la miseria?
¿Qué mejor que un preso para vigilar la cárcel?
División de trabajos livianos, también. Muchas voces se alzan porque Mujica habla y habla pero no hace nada, cuando en realidad HABLAR es lo que tiene que hacer. Tampoco Astori y su grupo económico tiene demasiado que hacer, solamente aplicar recetas.
Pero Astori, que entiende tanto de política como yo de lengua suajili, firmó el contrato sin leer la letra chica:
"El que define la política define la política".
De poco vale chillar porque te cambien las reglas de juego si la política es un juego cuya primera regla dice: las reglas cambian.
En los juegos las reglas definen el juego. En política el juego define las reglas. Mujica sabe eso, Astori no.
Todo venía bien, pero Mujica hizo el papelón en la ley de caducidad, y entonces Astori y Tabaré se metieron a opinar en el terreno de al lado, porque la ocasión pintaba. Mujica, que es el que manda, retrucó metiéndose él a su vez en patio ajeno e inventando el impuesto al agro.
 "¡Me cambian las reglas de juego!", chilla entonces Astori
xInteresante fue una movida lateral que siguió en el PIT-CNT. La delegación ante la OIT en Ginebra pacta una cláusula de paz (restringir las medidas de lucha) a cambio de que las cámaras empresariales retiren una denuncia contra el gobierno uruguayo sobre la ley de negociación colectiva.

Además de meterse de comedido a resolverle los problemas al gobierno, para el sindicalismo eso es una concesión innecesaria; el gobierno ya había decidido ignorar el la observación de la OIT porque
¿qué más quiere que lo critiquen por ser "pro-trabajadores"?
Pero el delegado que estaba ahí es del Partido Comunista, sector que apoya el impuesto al agro con el que Mujica quiere aparentar por la izquierda luego de su papelón con la caducidad.
Entonces el ala derecha del sindicalismo afín a Astori deja en off-side al delegado en medio del juego, y el Secretariado del PIT-CNT rechaza ese acuerdo porque restringe la libertad sindical.
Luego viene el bluf de Mujica de plebiscitar los temas Aratirí y AFE. ¡Ojalá se equivoquen y hagan en serio un plebiscito sobre estos temas!
La primera consecuencia sería precipitar la división interna del Frente Amplio y demás partidos.
Todo este juego complicado puede resultar divertido, pero es mejor que tratemos de entender el trasfondo.
MUJICA DIVIDIDO TABARÉ ¿ÍNDICE DE DECADENCIA O DE DESARROLLO?

Hace un tiempo comenzamos a trabajar en una caracterización sociológica del este gobierno, en el período Tabaré. Trataré de continuar por ese camino viendo las diferencias de momentos y lo que aparece nuevo en el período Mujica.

Comenzamos este análisis en una nota extensa, "Hermano, ha muerto una esperanza" (set 2009). Allí propusimos el siguiente marco conceptual:
El tipo de implantación del capitalismo en Uruguay (estado tapón, burguesía débil, lazos de dependencia flojos, periferia de periferia, ausencia de sector I) hace que el estamento burocrático-estatal de gestión que en todo capitalismo existe, y siempre está imbricado con ciertos sectores medios (altos gestores, funcionarios y profesionales, clanes políticos), cobre aquí un mayor peso y autonomía.
El Siglo XIX fue el "patriciado", el Siglo XX fue la burocracia batllista, y en el siglo XXI comienza a gestarse lo que llamamos burocraciafrentista tanto por su origen político e histórico como por su papel clave como "front-end" del sistema de dominación de cara a los sectores populares que dicen representar.
Tiene en eso una diferencia fundamental con sus antecesores en la función.
El patriciado intermediaba entre los distintos sectores de las clases dominantes; la burocracia batllista entre esos distintos sectores pero también algunos sectores medios, los intereses propios del capitalismo de estado de soporte, y una clase obrera pequeña pero activa que había que distraer.
Hoy en día el papel de intermediación política que se tenga entre la burguesía (local e imperial) y los sectores populares (contención, distracción y control) es la función PRINCIPAL de esta nueva versión de burocracia estatal y para-estatal (burocracia sindical, medios de comunicación, academia, etc.).
Por eso es frenteamplista y no al revés.
Por ejemplo: no es que gane el Frente y se forme entonces un sindicalismo oficialista; el sindicalismo controlado políticamente es una condición previa, entre otras que apuntan en la misma dirección, que hace posible y necesario (una vez que todo eso ha madurado lo suficiente) que el Frente pase a ser gobierno.
Posible ý necesario.
Posible, porque es la presencia creciente de la clase trabajadora en la formación social la que modifica la situación política. Necesario, porque es la forma que tiene la clase dominante de controlar la situación en esta coyuntura de la lucha de clases.
Es en ese sentido que caracterizamos a este gobierno como socialdemócrata, tratando de usar categorías conceptualmente consistentes.
Y en ese sentido también hacemos extensiva esa categoría a la oleada de gobiernos pos-neoliberales de nuestro continente, desde Brasil y Chile en una punta hasta Bolivia, Venezuela y Ecuador en la otra, más allá de sus diferencias específicas que no desmienten la categoría misma.
El paso del tiempo y la evolución de estos distintos gobiernos también confirman la dialéctica de las contradicciones del fenómeno socialdemócrata, y confirman este concepto.
En ese sentido (evolución del fenómeno) es que cobra especial importancia estudiar las diferencias entre los gobiernos Tabaré y Mujica. Debemos comenzar por su esencia común.
Refiriéndonos a la llegada del Frente Amplio al gobierno en 2005 y su etapa inicial decíamos en ese artículo mencionado.
Para ello necesitó vender y que le comprasen tres productos políticos que formaban un paquete:
* Alos sectores populares subalternos, imponer la idea de que  es preferible abandonar los proyectos de transformación radical en favor  del  cambio mínimo... que no “desestabilice” el sistema capitalista, y de que si se intentase otra cosa serían ellos, los sectores populares subalternos, los que llevarían las de perder.

* Al bloque dominante, ofrecer una forma de control social más efectiva y eficiente que el modelo puramente represor y confrontativo del estilo político burgués tradicional... mejor controlar a la tribu desde adentro que seguir barriendo indios.
* Y hacia adentro, hacia todo ese conglomerado burocrático y pequeño-burgués al que hicimos referencia, un disciplinamiento mínimo que supere las disputas internas y los problemas de “hambre atrasada”. Un padre de familia que reparta y ponga orden.

Era necesario además que tales productos fuesen comprados por esos tres clientes y los tres a la vez, para que la operación fuese posible.

El rol fundamental cumplido por Tabaré Vázquez antes y después de la llegada al gobierno fue la articulación de esos tres objetivos.

Dos partes han sido subrayadas, al principio y al final del texto, para destacar la variación ocurrida en esta etapa.
En lo que se refiere al trabajo ideológico hacia los sectores populares subalternos, podemos ver que allí está la tarea política fundamental de la gestión de Mujica, a la que se dedica persistentemente todos los días como un predicador, de sol a sol.
Esto merece varias observaciones.
En primer lugar, la importancia creciente que tiene ahora el trabajo de distracción y contención de los explotados es reflejo del desgaste del gobierno del Frente y desencanto entre estos sectores.
El que en Uruguay se presente una variante muy derechista de la socialdemocracia tiene esa consecuencia, la necesidad de "curarse por la izquierda".
En segundo lugar, el discurso oficial se vuelve mucho más reaccionario.
El tono "progresista" y "paciente" pero suavemente optimista de Tabaré Vázquez ("no se puede hacer todo en cinco años") ya no funciona, porque ya pasaron más de cinco años. Se sustituye por el discurso CONSERVADOR TRADICIONAL de sumisión del rico al pobre como hecho natural, que es el tono, fuertemente pesimista de Mujica: Aceptá el mundo en el que estás, gil. Un plato de guiso para mis negritos. Que las uruguayas puedan trabajar de mucamas de los turistas. Irla llevando...

[leer más]
http://www.kaosenlared.net/noticia/173744/rock-hudson-era-gay-sociologia-comportamiento-gobierno-uruguayo















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