La empresa finlandesa UPM proyecta construir una nueva planta |
Gran preocupación ante los anuncios de una tercera fábrica de celulosa en Uruguay. ¿Otro hecho consumado?
Tras las declaraciones emitidas por el presidente Mujica en una visita al departamento de Cerro Largo, los medios de comunicación ya dan como un hecho la instalación de otra fábrica de celulosa en el centro-este del país y se especula con cuál es la empresa que está detrás de esta propuesta. (1)
Todo esto no se da por casualidad. No se tomó ninguna medida que efectivamente frenara la expansión de los monocultivos de árboles, ni propuestas alternativas de producción, todo lo contrario. Durante los últimos años hubo un importante empuje de plantaciones forestales en la zona este del país (Cerro Largo y Treinta y Tres principalmente).
Y entonces, escuchamos ahora los mismos viejos y gastados argumentos: que es porque la madera ya está y hay que aprovecharla, que es mejor exportar celulosa que troncos, entre otros.
Diez años después de los anuncios de la primera fábrica de celulosa para nuestro país (ENCE), solo nos queda contestar con los mismos argumentos que antes, reforzados por los resultados de 2 fábricas de celulosa:
* que la instalación de una fábrica trae consigo más plantaciones: prueba de ello fue la presión de Montes del Plata para la recalificación de suelos en la zona de influencia de su fábrica con miras a plantar más, a poco de ser aprobada; en el caso de Botnia/UPM, su instalación en Fray Bentos implicó incrementar en miles de hectáreas las tierras dedicadas a la forestación en el departamento de Paysandú y aledaños.
* que el carácter de zona franca que se otorga a las fábricas de celulosa hace que en realidad sigamos exportando troncos, y no celulosa.
Por otra parte, cada vez que se promueven emprendimientos como éste, se afirma que serán los “más grandes” como si eso fuera sinónimo de “desarrollo” o si calificáramos más alto en el ranking de los mejores países porque las empresas trasnacionales nos elijan para instalar sus mega-proyectos. El tema de la escala de las fábricas está directamente relacionado a la escala de la forestación que proveerá la materia prima y a la escala de los impactos negativos que ellas provocan en las poblaciones locales
Repudiamos la posible instalación de una tercera megafábrica de celulosa que no hará más que profundizar el acaparamiento de tierra en manos de empresas para producir celulosa destinada a satisfacer el desmedido consumo de países ricos.
Una vez más, exigimos el tan necesario debate a nivel nacional sobre qué modelos de producción, qué usos del suelo, qué ordenamiento del territorio queremos. Pensar en qué país estamos construyendo, para no caer como siempre en la política de los hechos consumados, donde las corporaciones son quienes mueven los piolines de nuestras políticas de desarrollo productivo.
Sorprende muchísimo el discurso del presidente Mujica durante la conferencia de Naciones Unidas Rio+20, donde entre otras cosas habló sobre “el modelo de desarrollo y de consumo actual de las sociedades ricas” y si queremos equipararlo en todos los países del sur. “¿O tendremos que darnos algún tipo de discusión? (…) No tenemos que continuar gobernados por el mercado. (…) El desarrollo tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor arriba de la Tierra.” (2)
¿No será momento de comenzar a poner en práctica ese excelente discurso en nuestro propio país?
¿Pero cómo se logra eso? ¿Cómo podemos ir aproximándonos en Uruguay a un cambio del paradigma impuesto, al urgente cambio en el modelo de producción, comercialización y consumo que ha puesto en riesgo al planeta todo?
Cubrir nuestro suelo de monocultivos forestales y condenarnos a ser una república celulósica no es la solución. Favorecer la instalación de una ¡tercera! fábrica de celulosa sólo nos aleja decididamente de un desarrollo “a favor de la felicidad humana, del amor arriba de la Tierra”.
6 de julio de 2012
Grupo Guayubira
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