por: Daniel de Souza Secretario general de Fucvam
Asistimosa un alza de alarma y agitación mediática persistente en identificar a los niños y adolescentes pobres con actos delictivos, atrocidades y barbarie social.
¿Qué llegó antes, el niño, el adolescente, la pobreza o los actos barbáricos?
Los dichos se divorcian de los hechos, los efectos no se asocian con las causas, el marketing de la seguridad atenta y sustituye la información, lo cual trae la despolitización, o sea disminuye la calidad de la participación de generar opinión fundada para pasar a ser consumidores de opinión dirigida y tendenciosa.
El triple asesino en Colonia es hijo de estanciero, ni niño, ni adolescente, ni pobre.
Cuando mataron al compañero Héctor Da Cuna a la salida del Estadio, no fueron ni niños ni adolescentes pobres, fue un profesor de Filosofía.
Las sucesivas muertes en el verano de adolescentes en Piriápolis y otros balnearios del Este, no fueron ni adolescentes ni niños pobres.
Los delincuentes que están presos por primera vez en el Uruguay, por haber secuestrado niños y matado a sus padres, no fueron ni adolescentes ni niños pobres.
La falta que existe en la materia, primero es de generosidad, previsión y contención y esta debe ir acompañada de un tejido integrador con participación del Estado y la sociedad organizada en un corte transversal interministerial.
Antes que llegara la pasta base a nuestro país, diez años antes ya estaba instalada en el Perú y otros países de nuestra América. ¿Para qué sirve la integración e intercambio de información entre países?
En Argentina, cuando el secuestro y posterior asesinato del hijo del empresario industrial Bloomberg, conmovió a los compatriotas argentinos llevándolos a realizar decenas de marchas con velas por las calles de Buenos Aires reclamando seguridad.
Nosotros nos preguntamos, ¿reclamaban seguridad o poder usar la ciudad?, ¿quiénes construyeron esa ciudad y cómo?, políticas habitacionales provocadas por los modelos de la década de los 90 con Menem incluido, construyeron ciudad sin ciudadanía, construyeron ciudad deshaciendo ciudad pues también se multiplicaron los asentamientos.
Ese modelo fue receta de los de siempre, iguales para todos nuestros países.
Fucvam ha declarado que la suma de paredes y techos forman una casa y que la suma de éstas, más la sumatoria de barrios conforman la ciudad, pero este hecho por sí solo no construye ciudadanía, solo si participamos desde la construcción del cimiento hasta la adjudicación de las casas, se adquieren valores basados en el trabajo y sacrificio en el cual contribuimos a la construcción de un hombre nuevo.
Hay que construir casas y grupos humanos, ciudad y ciudadanía.
La descalificación insistentemente intenta sustituir los argumentos, el marketing programado y sistematizado en los informativos sustituye la información real y esto solo alimenta la despolitización, porque en el fondo lo que se busca es asociar hechos delictivos a la falta de contención de los menores por parte del Estado.
El velero de mejor madera cubre más millas cuando lleva el viento con las velas, que cuando lo lleva contra las velas.
La génesis de la inseguridad hay que buscarla en la génesis de la dictadura, que fue sin lugar a dudas el terror.
Es más fuerte la violencia enquistada en nuestra ciudad que la inseguridad.
Fuente: La República www.larepublica.com.uy
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