Zinn era adherente a la corriente de "historia desde abajo", y escribía desde la perspectiva del sector más bajo de las sociedades, y no de lo más alto.
A nadie le sorprende cuando muere un hombre de casi 90 años. Es tan natural como la luz de la luna, tan común como un arco iris después de un chubasco de verano.
Sin embargo, el deceso de Howard Zinn nos sorprende. Es cierto que iba a cumplir 90 años, pero aún así era un brillante conferencista con brillo en los ojos. Su sentido de humor daba a sus discursos una maravillosa chispa y humanizaba sus escritos.
Zinn es probablemente mejor conocido por su obra maestra, La otra historia de Estados Unidos*, con ventas de millones de ejemplares. Era adherente a la corriente de “historia desde abajo”, y escribía desde la perspectiva del sector más bajo de las sociedades, y no del más alto. Escribió sobre los esclavos negros que peleaban por su libertad, los indígenas que peleaban por su soberanía, los obreros blancos y pobres que peleaban por su derecho a formar sindicatos, las mujeres que peleaban por el derecho a trabajar y a votar, y también sobre los soldados, homosexuales, presos y estudiantes que pelean para aprender la historia de su país.
Aunque Zinn era un brillante historiador que abrió nuevos caminos de pensamiento, él no escribió sobre los pobres con distancia académica. Creció en una desesperante pobreza, se inscribió en la Fuerza Área durante la Segunda Guerra Mundial, and se hizo piloto de bombardero. Como muchos jóvenes oficiales, leía constantemente. Al salir del servicio militar, aprovechó la ayuda económica federal para estudiar en la Universidad de Colombia en Nueva York, donde recibió su doctorado.
Al continuar con sus estudios superiores, daba clases en la Universidad Spelman en Atlanta, Georgia, donde aprendió cosas inesperadas, porque el movimiento de Derechos Civiles de los negros había brotado y hubo protestas estudiantiles contra el sistema estadounidense de apartheid. Mientras volanteaban, varias activistas de Spelman, una universidad para mujeres negras, fueron detenidas y amenazadas por la policía, que les prohibió volantear.
Zinn, el profesor de Derecho Constitucional y de Historia Jurídica para muchas de estas estudiantes, aprendió que las palabras de los libros de derecho y de los casos jurídicos no significaban nada en el mundo de la vida real del sistema de apartheid en Georgia. En su libro, Las declaraciones de independencia, publicado en 1990, Zinn escribió:
“La ley estaba clara. Una serie de decisiones de la Suprema Corte hicieron absoluto el derecho de volantear en una calle pública. Sería difícil encontrar algo más determinante que esto. Es lo que les dije a mis alumnas. Pero me di cuenta que también tenía que decirles algo más: que la ley no importaba. Si ellas estaban volanteando en la calle Peachtree y un policía blanco (todos los policías de Atlanta eran blancos en aquel momento) llegó diciendo ‘¡Muévanse!’, ¿qué es lo que podían hacer?” (p.198)
Así era la vida en Atlanta en 1961, y el movimiento le enseñó a Zinn muchas de las realidades de Estados Unidos.
Howard Zinn. Historiador. Activista. Dramaturgo. Escritor prodigioso. El padre del movimiento de “La otra historia”. Amigo.
Desde el corredor de la muerte, soy Mumia Abu-Jamal.
*A People's History of the United States; 1492 – Present . Harper Collins, 1980/2003.
--(c) '10 maj
Escrito el 28 de enero de 2010
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
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Ahora que la Suprema Corte de Estados Unidos reinstaura la pena de muerte para Mumia Abu-Jamal, hace falta una intensificación de todas formas de presión pública. Participa en las movilizaciones en apoyo a su vida y libertad. Organiza una acción o evento en tu espacio. Reproduce y reparte volantes. Difunde sus escritos.
Participa en el Día Informativo Internacional el 13 de Febrero de 2010 para difundir los escritos de Mumia e información sobre su caso.
Para presionar a Obama a tomar una posición a favor de Mumia y contra la pena de muerte, firma una petición en línea: http://www.petitiononline.com/Mumialaw/petition-sign.html
Para exigir una investigación federal sobre las violaciones de derechos civiles en este caso, llama o escriba al Procurador Eric Holder: 202-514-2000; 202-353-1555; webmaster@usdoj.gov
Escribe una carta o tarjeta a Mumia:
Mumia Abu-Jamal
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