lunes, 2 de agosto de 2010

Fuerza social revolucionaria del Copinh es “de cuidado” para Comando Sur

En foro del FNRP:
Movimientos sociales y aporte revolucionario.

Red Morazánica de Información

Tegucigalpa. 01 Agosto 2010. El líder indígena, Salvador Zúniga, valoró el aporte social revolucionario del Copinh, de tal manera que “hicimos con nuestras movilizaciones que reaccionara hasta el jefe de la base de Palmerola [Douglas Fraser], quien dijo:-Hay que tener cuidado con los Copinhes, los del Copinh y las del Copinh son terroristas, están en la misma línea de una estrategia continental contra Estados Unidos”.

Según declaró Fraser a un medio escrito, cuyo propietario apoyó el golpe de Estado y mantuvo una contienda permanente contra las medidas sociales del gobierno de Manuel Zelaya; agregando que Fraser, “vinculó el Copinh, al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, “lo que no es verdad”, desmintió Zúniga.

El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin tierra (MST), de Brasil, y el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), hicieron un paralelo del aporte revolucionaros de sus movimientos, en un foro más del ciclo, Pueblo Pensamiento, promovido por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).

“Los movimientos sociales y su aporte al movimiento revolucionario”, se tituló el foro, coordinado por el Grupo de Estudio y Análisis y la Comisión de Comunicación del FNRP, realizado en el auditorio del Colegio de Profesores de Educación Media (Copemh).

El encuentro se propuso intercambiar conocimientos y abrir un canal de solidaridad internacionalista entre las propuestas políticas diferenciadas, con experiencias compartidas, de ambos movimientos sociales.

Ronaldo Pagotto, por el MST, de Brasil, evaluó que la experiencia de ambas organizaciones latinoamericanas tiene “muchos puntos en común, por su lucha diaria para resistir contra las políticas de mano dura”.

Si bien, Brasil es una tierra de imágenes bonitas, un pueblo alegre, de música y carnaval, “tiene una tradición de lucha compartida con los pueblos latinoamericanos” desde la llegada de las “carabelas”, españolas y portuguesas, en 1492, puntualizó Ronaldo Pagotto, representante del MST.

Brasil, tiene grandes aportes de etnias indígenas nativas y de las africanas venidas como mano de obra esclava. Desde su formación histórica fue construida como “una gran transnacional, de explotación puramente, mucha tierra, mucha producción, para nutrir Europa, bajo un estado brasilero que comparte todas las características de la oligarquía hondureña”, contrastó Pagotto.

Zúniga destacó que desde 1993, el Copinh ha contribuido a que, en Honduras, surgiera una “mayor percepción de los grupos étnicos, indígenas y negros”.

Explicó que en Honduras, el país ha sido entendido, tradicionalmente, como un todo uniforme, sin diferencias culturales, ni lingüísticas. “Cuando el Copinh lanzó su primera peregrinación masiva en 1984, la sociedad hondureña entendió que somos un país pluricultural, con distintas lenguas, idiomas y visiones de mundo”.

A partir de la lucha del Copinh, se logró que el Estado ratificara el Convenio 179 de la OIT, como el marco jurídico que mejor reconoce en Honduras a los pueblos como “sujetos sociales culturalmente diferenciados” de obreros y campesinos en la lucha del proletariado, y que plantea el concepto de la tierra desde la perspectiva de los pueblos indígenas, incluido lo relacionado a los territorios.

La madre tierra y la persecución de las transnacionales.

Se inicia una lucha fuerte, “no por asistencialismo”, como se quiso pensar, el Copinh siempre planteó demandas estructurales. “Para nosotros, la tierra no se puede vender, ni llevar al mercado, porque nosotros somos producto de la tierra, que nos da la vida a través del maíz, del frijol, de la capuca y la pacaya”, valoró.

El concepto indigenista de la tierra choca con la lógica de mercado: “Cuando términos nuestra misión en esta vida, retornamos a la madre tierra, entonces ¿cómo podemos vender a la madre?, cuestionó Zúniga.

Subrayó que el Copinh gestó el municipio de San Francisco de Opalaca, que es “el único municipio de Honduras en donde no existe la propiedad individual, la tierra es comunitaria, y no existen cercos”. En otras comunidades se han logrado más de 400 títulos comunitarios.

No es casual que Honduras donde se considera la población indígena de un 10 a 15 por ciento, el 70 por ciento de las áreas de reserva y de interés biológico se concentren en las zonas indígenas, donde “el agua y la tierra son sagradas, en la cosmovisión indígena es donde están los ancestros y las relaciones son armónicas”.

Y ante la intención de las transnacionales por privatizar el agua, los recursos mineros, hidrocarburos, los pueblos indígenas han hecho movilizaciones masivas caminando y enfrentando “represión, procesos, encarcelamiento, tortura y desaparecimientos”.

Tal la defensa de La Tigra donde se intenta un “proyecto terrible”, una represa hidroeléctrica privada que es parte del Plan Puebla Panamá. Y esa contribución, “es importante no sólo para los pueblos indígenas, sino para preservar la humanidad que camina hacia una vorágine tremenda, estresante, que impone el capitalismo para generar sus ganancias”.

Honduras, centro de operaciones para un gran plan de dominación mundial.

De tal modo, que “hicimos con nuestras movilizaciones que reaccionara hasta el jefe de la base de Palmerola [Douglas Fraser], quien dijo:-Hay que tener cuidado con los Copinhes, los del Copinh y las del Copinh son terroristas, están en la misma línea de una estrategia continental contra Estados Unidos, y nos vinculó al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, lo que no es verdad”, contradijo Zúniga.

Copinh desarrolló el Segundo Encuentro Contra la Militarización, que reunió 800 delegados y delegadas de varios países, donde denunciaron “la estrategia imperialista, de guerra total, que se propone acaparar todos los recursos de América Latina, y se planteó, en denuncia, el plan de dominación… Estamos a las puertas de una guerra, de una guerra de enorme magnitud… y que nos tienen también como una base operaciones desde donde piensan operar”.

Copinh, ha impulsado la “institucionalización de la educación intercultural”, porque el capitalismo pone en crisis la cultura indígena, hay idiomas indígenas que ya han muerto, otros están expirando, y si no se toman medidas para el rescate lingüístico, en 20 años, según Unesco, se perderán, reflexionó Zúniga.

El Copinh ha creado varias emisoras comunitarias como La Voz Lenca, Radio Guarajambala, y otras, porque “entendemos que no debemos depender de los medios de manipulación masiva, producto de la oligarquía, que programan la gente para el consumismo y manipulan la mente para seguir manteniendo al sistema”.

De acuerdo a lo explicado por el representante indígena, el Copinh sostiene una importante articulación entre otros grupos sociales, sindicatos, mujeres, docentes, LGTB, en la Coordinadora Nacional de Resistencia, y otros, que han aportado “muchísimo a la revolución centroamericana y mundial”.

Transformaciones estructurales para “evitar que una clase sustituya a otra en el poder y repetir los mismos vicios”.

El Copinh es un miembro decisivo en el FRP, como tal, ha sufrido represión y aporta pensamiento a través de jornadas de análisis de coyuntura, desde antes del Golpe, afirmó Zúniga. Recomendaron al presidente Manuel Zelaya que se realizara la consulta popular de la Cuarta Urna, en Casa de Gobierno, en vista de que el Copinh avizoraba que ya había un golpe de Estado y había que revertirlo, reveló.

Hicieron las primeras propuestas de crear un “sujeto político anti patriarcal, la equidad entre los hombres y las mujeres”, y apoyar a quienes han sufrido violencia, dijo Zúniga.

También un planteamiento anticapitalista, para una refundación, “no de reformas que más bien oxigenan al sistema”, sino de transformaciones estructurales, que “evite la sustitución en el poder de una clase por otra que comience a repetir los mismos vicios”. Además de las propuestas de revocatorios, añadió.

Son proponentes de tres ejes de refundación nacional: un verdadero Estado de Derecho, el Estado de Bienestar para todos y todas, y dignidad y soberanía. Justamente, “las bases militares estadunidenses, la de Guanaja, Caratasca, Llanos de San Antonio se instalan en territorios indígenas para ir en pos de los recursos”.

Para el representante del Copinh, Salvador Zúniga, “no se puede pensar en la refundación de una nación, sin la multiculturalidad, sin el multilingüismo. Y reconoció que las transformación aportadas por Copinh, no serian posibles sin la solidaridad del pueblo hondureño y de los demás pueblos del mundo”, entre los que se incluye el MST de Brasil.

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