martes, 16 de febrero de 2010

Colombia: Rompamos el silencio por Miguel Beltran

Miguel Angel Beltran-Inocente CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
From: dia.martg@gmail.com

POR FAVOR HAZLO CIRULAR ENTRE TUS AMIGOS Y CONTACTOS SOLIDARIOS PORQUE
" EL SILENCIO NO ES UNA ALTENATIVA"

CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA

Maldigo la
poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales,
que lavándose
las manos se desentiende y evaden.
Maldigo la
poesía de quien no toma partido,
partido hasta
mancharse.
Paco Ibañez.


Estimados (as) estudiantes, trabajadores (As) y colegas de las
universidades públicas y estatales del país.

Desde mi nuevo sitio de reclusión en el pabellón de alta seguridad
del complejo carcelario “La Picota” les hago llegar un cálido saludo ,
acompañado de renovadas esperanzas de éxito en las luchas
universitarias que vislumbran el horizonte del 2010, año consagrado
por la tradición oficial a la celebración del bicentenario de la
independencia.

Son más de ocho meses que llevo privado de mi libertad en un juicio
que se adelanta por los supuestos delitos de “rebelión” y “concierto
para delinquir con fines terroristas”, en el cual ha brillado la
flagrante violación de mis garantías procesales, admitiendo pruebas
ilícitas e legales como el computador del abatido jefe de las FARC,
“Raúl Reyes” e incorporando como intervinientes especiales víctimas de
esa organización guerrillera que no han recibido daño concreto, real y
especifico por parte mía.

No siendo suficiente estas arbitrariedades, el pasado 23 de
diciembre fui sacado sorpresivamente de las instalaciones de la cárcel
nacional “Modelo”, bajo extremas medidas de seguridad, sin que se me
informara el sitio de remisión. Durante dos días, tanto familiares
como abogados y amigos desconocieron por completo mi paradero, al
punto que se vieron precisados a alertar sobre esta situación a
algunos medios de comunicación y ONGs Nacionales e internacionales.
Mi traslado se produjo el mismo día en que obtuve –tras numerosas
trabas institucionales- la autorización para la visita de mi hijo, a
quien no veía desde hace dos años y “coincidió” con las denuncias que
días atrás había formulado contra un funcionario de la cárcel nacional
“modelo” por hechos de corrupción.

El próximo 17 de febrero se adelantara mi “juicio oral” que
constituye el paso previo a la promulgación de sentencia, en un
proceso revestido de tintes claramente políticos donde se juzgará el
pensamiento crítico y la libertad de cátedra, principios que
consagraran el movimiento estudiantil de Córdoba (Argentina) hace ya
cerca de un siglo. Lo anterior en el marco de una cadena de ataques
sistemáticos a la universidad pública, evidenciando no solo en el
creciente recorte de recursos financieros que la vienen sometiendo a
la implacable lógica del mercado del conocimiento y de los servicios,
sino también de la violación de los principios fundamentales –que
constituyen su esencia- como la libertad del pensamiento su autonomía
institucional.

Así lo demuestran las detenciones arbitrarias, la intromisión de la
fuerza púbica en el campus universitario, el asesinato y desaparición
de estudiantes, las amenazas a profesores críticos, la solicitud por
parte de la Fiscalía General de la Nación de los estudiantes
pertenecientes a universidades públicas de Bogotá y la proliferación
de acusaciones por rebelión a miembros de la comunidad universitaria,
en juicios rápidos con restricción de acceso al material probatorio,
como lo ilustra mi situación, la del profesor Fredy Julián Cortés y la
del artista Luis Eduardo Sarmiento.

Esta situación que nos retrotrae a los oscuros años de las
dictaduras militares en el cono sur , se torna aun más preocupante con
a reciente propuesta del ejecutivo de vincular a mil estudiantes de
Medellín como informantes de la fuerza pública, instrumentalizando
para sus interés guerreristas las necesidades económicas de esta
importante granja social, pretendiendo convertir a Colombia en un país
de delatores y avivando, aun mas el conflicto armado y social que el
mismo presidente Álvaro Uribe Vélez pretende ocultar.

La incorporación con cave de estudiantes a estas labores de
inteligencia militar no solo denota una ausencia de proyecto educativo
para sectores estratégicos en el desarrollo culturas y social de la
nación, sino que conlleva altos riesgos para la integridad de los
mismos, transformando el campus universitario en un campo de guerra.

Cabe recordar que la red de informante, como uno de los pilares
fundamentales de la mal llamada política de “seguridad democrática” ha
servido para sustentar “falsos positivos” y con ellos, la persecución
a numerosos intelectuales, estudiantes, docentes, líderes sociales,
populares, indígenas que actualmente inundaron las cárceles del país,
no en vano se habla hoy de más de 7.000 presos (as) políticos (As)
sometidos (as) a condiciones inhumanas y de hacinamiento, y que el
Estado colombiano trata de ignorar con el sofisma e estar librando una
batalla frontal contra el terrorismo.

Frente a estos hechos, la universidad no puede evadir su
responsabilidad esgrimiendo una supuesta “neutralidad” debe, por el
contrario, asumir el compromiso social de liderar, desde la académica,
la generación de propuestas que coadyuven a dar salidas a la
problemática social. Es a través del debate abierto y pluralista de
ideas-no del silencio y la consagración del pensamiento único- que la
universidad puede garantizar el cumplimiento de su función social y
erigirse en un verdadero medio de construcción y transformación
social, en el contexto de un mundo cada vez más cambiante.

Esto se hace aun más necesario en un país como el nuestro donde –
como nos lo recordaba un colega de la Universidad de Antioquia- la
gente “se amordaza, se tapona y se venda para no hablar nada, no oír
nada y no ver nada “, porque –en una sociedad atravesada por el
conflicto interno resulta conveniente guardar silencio para no
equivocarse y mucho más cómodo hablar el lenguaje de lo que en
detentan el poder, para no convertirnos en objeto de sus represalias.

Mi vida académica ha estado estrechamente ligada a la lucha por los
ideales democráticos, primero como estudiante, luego como docente y
ahora como preso político de un stablichmentque criminaliza el
trabajo docente e investigativo comprometido. Agradezco a todos y
todas los (as) estudiantes, trabajadores (as) y colegas de la
universidad pública y de algunas universidades privadas que con sus
palabras y acciones –ya sea de manera abierta o silenciosa- me han
brindado su valiosa solidaridad. Así mismo agradezco a la Asociación
de Profesores Universitarios (ASPU), a la Asociación de profesores de
la Universidad de Antioquia (ASPRUDEA),a, a las organizaciones y
grupos de trabajo estudiantiles, así como a sus medios alternativos de
información por su incansable compromiso en pro de mi libertad, que no
es otro que el compromiso con la libertad de pensamiento y opinión y
el respeto por el que hacer científico e intelectual.

Tengan la certeza de que la labor que ustedes han desarrollado no ha
sido en vano, y aunque estos barrotes y guardias armados pretenden
atemorizarme y debilitar mis convicciones democráticas, pueden estar
seguros (as) de que mantendré incólume mi voz crítica, mi compromiso
con la defensa de la universidad pública y la búsqueda de salidas
políticas al conflicto armado y social que vive Colombia.

Fraternalmente,
Miguel Ángel Beltrán Villegas
Profesor Asociado Sociología, Universidad Nacional de Colombia
Desde el pabellón de “Alta Seguridad” cárcel “la Picota” febrero 1 de
2010.


PORQUE EL SILENCIO NO ES UNA ALTERNATIVA, invitamos a la comunidad
universitaria a acompañar al profesor Miguel Ángel Beltrán en el
juicio oral que iniciara el día miércoles 17 de febrero de 2010 a
partir de las 8:00 am en los juzgados especializados de la calle 31 Nº
6 – 24 de la ciudad de Bogotá.

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"EL PENSAMIENTO CRITICO NO ES TERRORISMO, NO MAS FALSOS POSITIVOS JUDICIALES" MIGUEL ANGEL BELTRAN - INOCENTE

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