miércoles, 4 de agosto de 2010

Encuentro de la Pachamama, Bella Unión, Grupo Tacuabé Chasqui Oyendau


TACUABÉ CHASQUI OYENDAU...Tacuabé Mensajero de la Memoria

Compartimos este hermoso escrito que fue leído en Bella Unión.

¿Por qué estamos obligados a expresar el orgullo de sentirnos descendientes de aquellas Naciones indígenas que poblaron estos territorios en la lengua del conquistador? Porque no tenemos más remedio. Pero, por qué seguir ignorando o en algunos casos escondiendo que aquí vivimos más de 500 años de discriminación hacia las naciones indígenas.

Discriminación que comenzó con la invasión.
Invasión que se llevó a cabo con la matanza, reparto y esclavitud de mujeres y niños. Invasión que fue resistida por algunas de estas Naciones por más de 300 años. Aquellas Naciones que se resistieron a la evangelización, sufrieron el grado más alto de la discriminación que se haya conocido, el genocidio.

En el caso de la Nación Charrúa (que no fue la única que sufrió un genocidio), éste se vio de muchas maneras agravado: primero porque se lleva adelante mediante una traición,.se convoca pacíficamente a una reunión y allí se embosca y asesina a casi todos los asistentes. Segundo (y esto es gravísimo), a este genocidio se le da carácter de exterminio. Muchos genocidios se vivieron en la historia, pero pocos con este carácter tan extremo de tener claramente la intención de exterminar, desaparecer, toda una Nación. La nacionalidad se construye.

En el proceso de construcción de la Nacionalidad Oriental se conjugan distintas culturas.

La cultura occidental, cristiana y predominantemente española y portuguesa con influencias también inglesas, francesas e italianas en menor escala. La cultura nativa, predominantemente de etnias charrúas y guaraníes, y la cultura afro.

En el proceso de construcción de nuestra nacionalidad es que se da este hecho de la masacre de Salsipuedes. Se lo ha querido justificar etiquetándolo como horrible pero necesario.

Esto es aberrante.

Como Orientales sentimos el derecho a exigir que esta mancha en el nacimiento de nuestra nacionalidad, sea borrada. No se puede borrar el hecho, pero se puede hacer justicia. La masacre de Salsipuedes fue un acto de gobierno, organizado y llevado a cabo por el propio Presidente de la República. Nuestra nacionalidad se comenzó a construir bajo el más alto grado de discriminación que puede existir, con un genocidio cobardemente orquestado y cubierto por un manto de ignorancia y olvido. Para terminar con esa vergüenza, pedimos justicia. Justicia con La Nación Charrúa. Justicia con el genocida Fructuoso Rivera. Porque para este caso, los orientales en lugar de ser tan “ilustrados como valientes”, hemos sido tan ignorantes como cobardes.

Grupo: Tacuabé Chasqui Oyendau.

No hay comentarios:

Ir arriba

ir arriba
Powered By Blogger