sábado, 6 de febrero de 2010

Los hatianos reciben a Bill Clinton con protestas y quejas por la distribución de ayuda

Cientos de manifestantes recibieron al ex presidente estadounidense Bill Clinton en Puerto Príncipe para exigir respuestas por las precarias condiciones de vida, tras tres semanas del terremoto que azotó a la nación caribeña.

Clinton quien fue designado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como coordinador de la Ayuda Internacional a Haití, llegó a la sede temporal del gobierno, una comisaría policial, donde cientos de personas le reclamaban carpas para vivir y ayuda para solventar la crisis.

"Nuestros niños se están quemando por el sol. Tenemos derecho a tener carpas. Tenemos derecho a un alojamiento", exclamaban los protestantes.

Por su parte, el ex presidente estadounidense, prometió ayuda para tratar de poner fin a los problemas de coordinación en la distribución de asistencia internacional, tras el sismo que devastó la nación el pasado 12 de enero.

"Siento que se esté tardando tanto, pero estas personas están trabajando duro y lo que estoy tratando de hacer ahora, es identificar las cosas que no se han hecho y que deben acelerarse y rellenar esos huecos. Estoy haciendo todo lo que puedo", aseguró el enviado especial de la ONU, luego de una reunión con el presidente haitiano, René Preval.

Al menos 700 mil personas, se encuentran instaladas en campamentos improvisados, a la espera de viviendas dignas.

Una manifestante, víctima del terremoto, informó que desde el mismo día del movimiento telúrico "no tenemos casas y vivimos en la calle, a pesar de esto ningún líder ha llegado a ver en qué condiciones estamos viviendo".

"Estoy tratando de concentrarme, lo que queremos es conseguir más dinero para el programa de trabajo y tratar de conectarnos con la realidad, lo que voy hacer es ayudar a llenar los espacios que la comunidad internacional ha dejado en blanco", señaló Clinton.

Asimismo, indicó que también intentará responder a las prioridades que el presidente Preval especificó y "poner más gente a trabajar (...) ayudar a organizar esto, de modo que no importa lo que suceda en el futuro aquí en Haití, porque será un país con su propia economía y podré volver aquí como turista", recalcó el ex presidente de Estados Unidos.

Después del terremoto, que destruyó buena parte de la capital del país, los haitianos permanecen en las calles, por falta de viviendas y por temor a que se repita el fenómeno. Las casas, escuelas y edificaciones gubernamentales, cayeron al suelo cuando comenzó a temblar la tierra.

La comunidad internacional ha apoyado al pueblo haitiano. Venezuela fue uno de los primeros paises en enviar ayuda humanitaria tras conocerse la situación, así como también ha instalado carpas que acogen miles de damnificados, sin embargo, no es suficiente para el total de las victimas.

El presidente haitiano ha considerado la asistencia humanitaria internacional, como positiva, pero ha dicho que espera que se mantenga a largo plazo.

Además de los organismos internacionales, República Dominicana, nación fronteriza con Haití, han pedido prolongar la ayuda humanitaria al empobrecido país.

En cambio, la solidaridad de Washington ha sido cuestionada, por diferentes gobiernos, debido al gran contingente militar que envió a tierra haitiana tras el sismo.

Países del continente americano y europeo argumentan que la administración del presidente, Barack Obama, se aprovecha de la tragedia para invadir militarmente el país.

El Gobierno de Obama, ha desplegado en Haití unos 16 mil militares, además ha enviado buques de la Armada y la Guardia Costera, incluido un portaaviones.

La creciente presencia militar estadounidense en Haití ha causado alarma en la población, pues Estados Unidos suma en su prontuario dos intentos de invadir a la nación caribeña.

Las críticas al país norteamericano resaltaron en los titulares de los diarios cuando 10 estadounidenses fueron detenidos al intentar sacar de Haití a 33 niños, según ellos para darle mejor calidad de vida.

Cinco hombres y cinco mujeres (estadounidenses), fueron detenidos el pasado fin de semana, cuando pretendían cruzar la frontera con República Dominicana a bordo de un autobús en el que viajaban también la treintena de infantes haitianos de edades comprendidas entre los dos meses y 14 años, sin documentos.

Los inculpados son miembros de la organización baptista New Life Children’s Refuge (Refugio de Niños Nueva Vida), quienes en primera instancia insistieron que eran huérfanos y que ellos les darían mejor calidad de vida, ante la crisis que reina en Haití.

Los niños fueron llevados a un refugio de la organización no gubernamental SOS Village cuando se aprehendió a los estadounidenses; sin embargo, el domingo la directora regional de este centro, Patricia Vargas, confirmó que la mayoría de los 33 niños tienen familiares sobrevivientes del sismo del pasado 12 de enero.

Las diez personas fueron inculpados de secuestro de menores y asociación criminal y se espera que la semana próxima el juez que lleva el caso decida si dará o no la libertad que piden.

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