jueves, 18 de marzo de 2010

España vende instrumentos de tortura para detenidos, según Amnistía Internacional

** También denuncia que otros países comunitarios los comercializan.
** Nidec y Grupo TDS han puesto a la venta "esposas paralizantes".
** AI denuncia que existen "lagunas legales" en la normativa comunitaria.

Amistía Interncional (AI) ha denunciado este miércoles que España permite la comercialización de "instrumentos de tortura" para su uso con detenidos, en un informe que denuncia las lagunas legales que al respecto existen en la Unión Europea (UE).

El documento de la organización humanitaria denuncia que las empresas españolas Nidec y Grupo TDS han puesto a la venta "esposas paralizantes", fabricadas en Estados Unidos por la compañía Myers Enterprises, para ser usadas luego por la policía.

Según AI, "al menos estos proveedores de material destinado a hacer cumplir la ley de España han publicitado la venta de esposas paralizantes de electrochoque para uso con personas detenidas".

Además de España, Amnistía Internacional también denuncia que otros países comunitarios comercializan "instrumentos de tortura", entre los que cita a Italia, Hungría, Alemania, República Checa, Finlandia y Bélgica.

AI denuncia que existen "lagunas legales" en la normativa comunitaria y de los países de la UE, de forma que las empresas europeas utilizan para "comerciar con instrumentos de tortura" "esposas para pulgares" metálicas, y "mangas" y "esposas" de electrochoque que administran descargas de 50.000 voltios a personas detenidas y presas.

Una muerte en 2005

El informe de AI dice que la muerte de Juan Martínez Galdeano, ciudadano español muerto en 2005 en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas (Almería), se debió a una parada cardiorrespiratoria poco después de recibir los efectos de una defensa eléctrica.

El informe de la autopsia determinó que la muerte de Martínez Galdeano se produjo por la ingesta de sustancias tóxicas -cocaína, heroína y alcohol- hasta media hora antes de su llegada al cuartel, lo que le causó un "síndrome de deliro agitado" que derivó en la insuficiencia cardiorrespiratoria aguda por la que falleció.

Fuente: 20 minutos

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