Porque el pueblo ya no aguanta más, el próximo 16 de marzo a las 12
hrs., cientos de miles de banderas rojinegras serán instaladas en
escuelas, barrios populares, comunidades agrarias, plantas de
energía eléctrica, centros de trabajo, y en todos los lugares donde
nos encontremos, para mostrar nuestro repudio a los causantes
del desastre nacional e impedir que sigan violando nuestros derechos
constitucionales.
¡O son ellos, o somos nosotros! Los grandes empresarios y sus políti-
cos nos han llevado al límite de la sobrevivencia y del enfrentamiento.
En los últimos tres años el número de pobres pasó de 40 millones a más
de 50 millones; entre 7 u 8 millones de jóvenes carecen de escuela y
empleo, nuestros ingresos se han reducido entre 30 y 40 por ciento. El
crecimiento económico de México es el más bajo de América Latina, el
peor en toda la historia moderna. Además todos sabemos que la crisis
social se profundizará en los próximos meses y años si no ponemos un
“hasta aquí” a quienes desgobiernan.
Mientras ellos sigan dirigiendo al país, no tenemos ninguna oportunidad
de salir de la crisis social, antes, al contrario, esta se profundizará junto
al terrorismo de estado que a nombre del supuesto combate a la delin-
cuencia organizada, militariza la nación y avanza hacia la implantación
de una dictadura cívico-militar al servicio de los Estados Unidos.
Conscientes del desafío, más de un millar de organizaciones civiles, so-
ciales, sindicales, políticas y ciudadanos, nos hemos dado a la tarea de
construir un espacio común, un Congreso Social plural, ampliamente
representativo, que avance en la formulación de un Proyecto de Nación
realmente popular, que sea la base de un Nuevo Constituyente. Al
igual que en los tiempos de la Independencia, la Reforma y la Revolu-
ción, los mexicanos seguiremos perseverando en nuestro sueño de
hacer realidad la democracia desde el pueblo, la justicia social y la sobe-
ranía nacional. Luchando es como conmemoramos los Centenarios.
Esta huelga es la oportunidad de todos y todas para detener a quienes
usurpan el gobierno de la República y violentan los derechos del pueblo.
Llamamos a la participación de los mexicanos, a que se levanten en to-
dos los rincones de la patria, a que paralicen la producción, la distribu-
ción de mercancías, a que ocupen las tierras que les han sido arrebata-
das, a tomar los caminos, a protestar en las plazas, en los valles y sen-
deros, armados de la razón y de la confianza en que venceremos.
Los convocamos a luchar por las siguientes demandas y las que uste-
des tengan a bien formular:
En defensa de la economía popular:
Reducción de impuestos y precios de servicios públicos y ali-
mentos.
Aumento salarial de emergencia, programa nacional de empleo,
alimentación y vivienda.
Por los derechos laborales:
Solución a las demandas del SME, de Cananea y el sindicato mi-
nero, la UNT y la CNTE.
Respeto a la autonomía sindical.
Respeto pleno a la Ley Federal del Trabajo y la Constitución.
Por los derechos sociales:
Incremento del presupuesto para la educación, la ciencia y la
cultura.
Servicio médico universal.
No a la privatización del petróleo, el agua, los minerales y la electricidad.
Solución a los afectados ambientales.
Por la soberanía alimentaria:
Programa emergente para asegurar la soberanía alimentaria y
la erradicación de la pobreza en el campo.
Respeto a la autonomía y los derechos de los pueblos indígenas.
Contra la impunidad y la militarización:
Juicio político a Calderón.
Libertad a los presos políticos.
Castigo a los violadores de los derechos humanos.
Por el regreso de los militares a sus cuarteles.
hrs., cientos de miles de banderas rojinegras serán instaladas en
escuelas, barrios populares, comunidades agrarias, plantas de
energía eléctrica, centros de trabajo, y en todos los lugares donde
nos encontremos, para mostrar nuestro repudio a los causantes
del desastre nacional e impedir que sigan violando nuestros derechos
constitucionales.
¡O son ellos, o somos nosotros! Los grandes empresarios y sus políti-
cos nos han llevado al límite de la sobrevivencia y del enfrentamiento.
En los últimos tres años el número de pobres pasó de 40 millones a más
de 50 millones; entre 7 u 8 millones de jóvenes carecen de escuela y
empleo, nuestros ingresos se han reducido entre 30 y 40 por ciento. El
crecimiento económico de México es el más bajo de América Latina, el
peor en toda la historia moderna. Además todos sabemos que la crisis
social se profundizará en los próximos meses y años si no ponemos un
“hasta aquí” a quienes desgobiernan.
Mientras ellos sigan dirigiendo al país, no tenemos ninguna oportunidad
de salir de la crisis social, antes, al contrario, esta se profundizará junto
al terrorismo de estado que a nombre del supuesto combate a la delin-
cuencia organizada, militariza la nación y avanza hacia la implantación
de una dictadura cívico-militar al servicio de los Estados Unidos.
Conscientes del desafío, más de un millar de organizaciones civiles, so-
ciales, sindicales, políticas y ciudadanos, nos hemos dado a la tarea de
construir un espacio común, un Congreso Social plural, ampliamente
representativo, que avance en la formulación de un Proyecto de Nación
realmente popular, que sea la base de un Nuevo Constituyente. Al
igual que en los tiempos de la Independencia, la Reforma y la Revolu-
ción, los mexicanos seguiremos perseverando en nuestro sueño de
hacer realidad la democracia desde el pueblo, la justicia social y la sobe-
ranía nacional. Luchando es como conmemoramos los Centenarios.
Esta huelga es la oportunidad de todos y todas para detener a quienes
usurpan el gobierno de la República y violentan los derechos del pueblo.
Llamamos a la participación de los mexicanos, a que se levanten en to-
dos los rincones de la patria, a que paralicen la producción, la distribu-
ción de mercancías, a que ocupen las tierras que les han sido arrebata-
das, a tomar los caminos, a protestar en las plazas, en los valles y sen-
deros, armados de la razón y de la confianza en que venceremos.
Los convocamos a luchar por las siguientes demandas y las que uste-
des tengan a bien formular:
En defensa de la economía popular:
Reducción de impuestos y precios de servicios públicos y ali-
mentos.
Aumento salarial de emergencia, programa nacional de empleo,
alimentación y vivienda.
Por los derechos laborales:
Solución a las demandas del SME, de Cananea y el sindicato mi-
nero, la UNT y la CNTE.
Respeto a la autonomía sindical.
Respeto pleno a la Ley Federal del Trabajo y la Constitución.
Por los derechos sociales:
Incremento del presupuesto para la educación, la ciencia y la
cultura.
Servicio médico universal.
No a la privatización del petróleo, el agua, los minerales y la electricidad.
Solución a los afectados ambientales.
Por la soberanía alimentaria:
Programa emergente para asegurar la soberanía alimentaria y
la erradicación de la pobreza en el campo.
Respeto a la autonomía y los derechos de los pueblos indígenas.
Contra la impunidad y la militarización:
Juicio político a Calderón.
Libertad a los presos políticos.
Castigo a los violadores de los derechos humanos.
Por el regreso de los militares a sus cuarteles.
Asamblea Nacional de la Resistencia Popular
Congreso Social
Forma tu Comité de Huelga.
Repórtalo al correo: sinmexel@sme.org.mx
o al teléfono: 55 92 7061
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