viernes, 19 de marzo de 2010

Uruguay: ENFRENTAR A LA IMPUNIDAD ES UNA RAZÓN DE FUTURO

Ante la inminecia de una "amnistia indirecta" a los militares violadores de DDHH se hace urgente convocar a un enfático llamado de atención a todas las organizaciones populares. Esto ya no es cuestión del posicionamiento de tal o cual sector ante el govieno recién electo. Lo que aquí está en juego es algo mucho más serio que involucra a todo un pueblo- Están peligrando más de 30 años de lucha, de memoria e investigaciones wu se podrían resumir en una sola frase:
MEMORIA Y JUSTICIA

Dos hechos de enorme relevancia y preocupación han marcado el escenario político en los últimos días:
1. El anuncio de una “Amnistía indirecta” claramente expuesta por el presidente José Mujica; quien ha expresado su voluntad de otorgar a la Justicia un paquete de medidas para facilitarle al Poder Judicial su tarea. Esto sería liberar a los represores mayores de 70 años o a los que presenten algún tipo de dolencia por la que sus médicos recomienden tratamiento especial, pudiendo cumplir la pena en sus casas.

No hay actores políticos ni de la justicia que puedan explicar con claridad cómo se instrumentará este tema. Ha sido una sorpresa para todos. Esto es una señal clara de que la medida ha sido tomada en la cúpula de gobierno – como decisión política- que encubre a los jueces para que estos hagan “uso” de su poder y puedan soltar a los pocos milicos que están presos en la cárcel VIP, por crímenes de tortura, violación, estafa, secuestro y muerte.
Justo cuando se empieza a proyectar una campaña para que de una vez por todas se impulse el tan demorado Juicio a la dictadura que este pueblo siempre reclamó. Justo cuando estamos reclamando el juzgamiento de los más de 400 represores impunes, resulta que los pocos milicos que habíamos logrado empujar a la justicia, a fuerza de escraches, denuncias y marchas, se los pretende dejar sueltos…

2. El otro episodio que provoca profunda indignación es el acto que el presidente ha llevado adelante en Durazno ante los comandantes en jefe, el vicealmirante Oscar Debali, el general José Bonilla y el también general Jorge Rosales, y 400 oficiales y suboficiales de todo el país.
En el mismo, el presidente ha expresado que hay que proponerse que el pueblo reconozca afectivamente a las FFAA. Y que para tal objetivo sería necesaria una “unidad nacional en función de razones del porvenir no en función de razones del pasado”. Ha dicho que no quiere que “los militares de hoy antagonicen por los de ayer”, e invitó finalmente a las FFAA a” luchar contra la pobreza como causa común”, “por una patria para todos y con todos”…exhorta a las FFAA a no cargar con la mochila del pasado, como si nada tuvieran que ver.

No hay que ser muy suspicaz para concluir que estos dos episodios – el anuncio de liberar a los milicos de 70 años y el acto en Durazno- son el preludio de un nuevo intento de sellar la impunidad y amnistiar indirectamente a los represores.

Nos preguntamos:
¿No es la lucha por un futuro sin impunidad una razón de futuro histórica de todo nuestro pueblo de izquierda?
¿No fue acaso el General Miguel Dalmao, actual jefe de la División de Ejército IV el que negó hace apenas 3 semanas que se hubiera encapuchado y torturado hasta la muerte a compañeros?,
¿en qué categoría ubicamos a estos gorilas?, ¿entre los antagonistas de ayer o de hoy?
Si de lucha contra la pobreza y el hambre hablamos…¿serán los milicos los encomendados a resolver este problema como en Haití o Chile?, ¿repartirán una de comida y dos de palo?. ¿No será que la lucha debería ser más bien contra la riqueza?...y en ese caso ya sabemos al servicio de quien siempre han estado el aparato represivo.
¿De que unidad nacional se habla? ¿es con la burguesía, el empresariado, la oligarquía, el imperio que viven de explotar a los trabajadores? No cuenten con nosotros para eso. Ese discurso barato policlasista, solo sirve para justificar el dominio de los poderosos.
¿O habla de una unidad nacional con los milicos?, con los que no pueden ser juzgados porque se amparan hoy en una impunidad que fue impuesta a punta de bayoneta, amparando todos los más aberrantes crímenes de lesa humanidad.

Si vamos a hablar de caminar de una vez por todas hacia adelante, sin miedos ni tutelas más vale que se empiece por desmantelar el privilegio de la impunidad que goza la milicada; que empiecen a desfilar ante la justicia y las organizaciones del pueblo los más de 400 asesinos, secuestradores, violadores y estafadores que están identificados. Si el presidente no se atreve a eso y los militares se niegan…¿Quiénes están anclados en razones del pasado?
¿Quiénes tienen de rehenes a la verdad y a nuestros desaparecidos? Porque sin justicia tampoco hay verdad.

Y si de una patria para todos hablamos…¿estamos hablando de lo mismo por los que dejaron la vida tantas compañeras y compañeros antes y durante la dictadura o estos arrepentidos ex guerrilleros cambiaron el discurso sobre la marcha?...¿cuál es esa patria a la que Mujica le agrega un curioso “TODOS”, como para incluir a cualquier represor o banquero?
Antes de que sea demasiado tarde…paremos la mano. Pongámosle un límite infranqueable de pueblo y memoria a este pacto de silencio conjurado en quien sabe que reunión a espaldas del pueblo y contra el pueblo.
Lo que hoy se nos anuncia como si nada, se parece demasiado al resultado de una negociación.
¡Hay que estar alertas!

Hay que retomar las calles; hay que volver a sacar los carteles con los rostros de los desaparecidos a las plazas; hay que volver a escrachar a los impunes; hay que seguir investigando y empujándolos a la justicia.
No vamos a dejar que salgan con ninguna prebenda los torturadores. Vamos a seguir soñando con un país sin aparato represivo y sin explotadores. ESO SÍ es una razón de futuro…
con verdad y justicia!
¡A quebrar la impunidad!
¡Juicio a la dictadura!

Plenaria Memoria y Justicia.

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