A pesar de el "combate" contra el cultivo de opio que fue uno de los argumentos esgrimidos para la última ofensiva de las fuerzas de la OTAN en Marjah, en el sur de Afganistán, ahora los altos mandos aliados defienden la decisión de no aplicar la política de erradicación de las plantaciones de amapola."Las fuerzas estadounidenses ya no erradican", afirmó el general Stanley McChrystal, comandante de la Fuerza Internacional para la Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF). Anteriormente señalado como fuente de financiación de los talibán, la OTAN sostiene ahora que supone el sustento para entre el 60 y el 70 por ciento de los agricultores de Marjah.
Los 'marines', que tomaron el pasado 12 de febrero Marjah, principal bastión "talibán" en el sur afgano, patrullan ahora la zona con órdenes expresas de no intervenir en las plantaciones. Incluso dialogan con los agricultores para ofrecerles incentivos a cambio de que abandonen el cultivo de amapola. Así, les ofrecen pagarles el valor de la próxima cosecha a cambio de la destrucción de la misma y la plantación de cultivos legales.
EcoDiario









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