El canciller Luis Almagro habló con voanoticias.com sobre los viajes que Mujica tiene planeados en la región, el conflicto bilateral con Argentina por la instalación de la fábrica de celulosa, y los problemas del Mercosur

El nuevo canciller uruguayo, Luis Almagro, conversó con voanoticias.com sobre algunos de los principales temas de la política exterior de Uruguay y dijo que la prioridad del gobierno del presidente José Mujica será la integración latinoamericana, especialmente el Mercosur (bloque aduanero integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

Almagro también habló sobre los viajes que Mujica realizará durante el mes de marzo a Chile, Bolivia, Brasil y Venezuela, y dijo que en cada país hay una importante agenda comercial a tratar, pero también se tratarán temas políticos como la situación en Honduras.

En el caso de Chile, Mujica expresó su deseo de estar allí el 11 de marzo para la asunción del nuevo presidente Sebastián Piñera, según el canciller. Y en el caso de Bolivia, adelantó que este país tiene interés en desarrollar proyectos similares al Plan Ceibal en Uruguay, un programa a través del cual se entregó un ordenador portátil por niño de las escuelas públicas, y que ahora se extenderá a Secundaria.

Voanoticias.com también le preguntó a Almagro sobre el conflicto bilateral entre Argentina y Uruguay desde hace varios años por la instalación de una fábrica de celulosa del lado uruguayo del Río Uruguay, que según el gobierno argentino viola un tratado bilateral de 1975 entre ambos países sobre la gestión compartida del río.

Este conflicto se dirime actualmente en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que en el primer semestre de este año emitirá un veredicto al respecto. Además, desde el 2006 asambleístas argentinos bloquean el puente General San Martín que une a Argentina y Uruguay, en protesta por la instalación de la fábrica, que según ellos contamina el medioambiente.

Al respecto, Almagro dijo que el presidente Mujica tiene la voluntad de “dialogar”, pero “los demás también tiene que dar un paso adelante”. Dijo, además, que Mujica planteó una posible reunión con los asambleístas pero ese encuentro debe contar con el visto bueno del gobierno argentino.

Promesas y problemas del Mercosur

El presidente José Mujica dijo que apostará al Mercosur “hasta que la muerte nos separe” pero también habló sobre sus fallas. ¿Cuáles son los principales problemas que aquejan al bloque aduanero?

Los problemas fundamentales son la imperfección del funcionamiento del mercado ampliado y una agenda externa muy lenta. Tenemos que lograr revertir esa situación. Tenemos que procurar tener resultados en las negociaciones respecto a un código aduanero y evitar el doble cobro del arancel externo común, o por lo menos amortiguarlo. Además, tenemos que tener negociaciones más fuertes con los principales mercados del mundo: Estados Unidos, China y la Unión Europea.

Con la Unión Europea tenemos una negociación en curso de un acuerdo comercial con reducciones arancelarias y mejores potencialidades de acceso al mercado. A veces da la sensación de que avanza, pero luego la realidad nos indica que estamos en el casillero uno. Uruguay tiene el compromiso político de hacer que esta negociación avance, pero obviamente no tiene intereses sensibles como otros países del Mercosur, tal como Brasil.

¿Cuáles son esas sensibilidades en el caso de Brasil, que impiden que la negociación avance?

Por ejemplo, la industria de San Pablo no va a querer competir en condiciones de igualdad con la industria europea, aunque la industria europea haya hecho fuertes inversiones en San Pablo. La industria de San Pablo no va a querer exponer su mercado interno a los bienes industriales de los países europeos.

Al final, va a depender de que Brasil mejore su oferta, fundamentalmente, aunque Argentina también debería mejorarla, como así también la Unión Europea.

Mujica dijo que reconocía a Brasil como el líder natural de la región y que en el caso del Mercosur debería ejercer ese liderazgo. ¿A qué se refiere?

Brasil, en los hechos, ejerce ese liderazgo. Si vemos las estadísticas comerciales de Uruguay, exportamos $ 1.200 millones de dólares a Brasil, no hay otro país en el mundo que se acerque remotamente a eso.

Pero Mujica se refería a que necesitamos sentir a Brasil más cerca a la hora de enfrentar problemas regionales y crisis globales, que Brasil mire hacia adentro de la región y diga, ‘acá están las soluciones, esto es lo que podemos hacer’.

¿De qué depende que funcione mejor el Mercosur?

En este momento, de acuerdo a la posición uruguaya y a los documentos que presentamos oportunamente, depende de adoptar algo próximo a nuestro planteo para la eliminación del doble cobro del arancel externo común. Ese elemento por sí solo nos da la posibilidad de constituirnos en una unión aduanera, funcionar como tal y que por lo tanto tengamos una más libre circulación de bienes, servicios y personas en el ámbito del Mercosur.

¿Plan Ceibal en Bolivia?

Cuénteme sobre la agenda de trabajo en los países que visitará Mujica, específicamente Bolivia, Brasil y Venezuela.

En Bolivia será muy importante la presencia del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) y de su presidente, Miguel Brechner, ya que tienen interés en desarrollos similares al Plan Ceibal en su país.

También se hablará sobre el tema puertos, constituir a Uruguay como una salida permanente a través de la hidrovía para las exportaciones de Bolivia.

En Venezuela hay varios proyectos concretos, algunos ya están en curso en Uruguay como (la cooperativa) Envidrio. También hay posibilidades de que Venezuela financie proyectos como una fábrica de durmientes de hormigón para el desarrollo ferroviario de Uruguay, y hay un planteo muy interesante respecto al molido de neumáticos.

Hay temas comerciales a tratar y temas energético, creo que podemos ampliar más este campo y ver otros temas aparte del petróleo tal como las energías renovables.

En el caso de Brasil, hay una multiplicidad de temas. Se hablará sobre el comercio exterior, las negociaciones mencionadas anteriormente entre el Mercosur y la Unión Europea, y temas político-regionales, tal como el caso de Honduras.

En la toma de posesión de Mujica, el ministro de Recursos Hídricos de China lo invitó a ir a su país. ¿Hay algo en agenda? ¿Y cuáles son las oportunidades para Uruguay en China, que usted conocerá bien puesto que fue embajador en este país?

Todavía no hay nada en agenda, falta convenir entre las dos partes.

Hay muchas oportunidades para Uruguay. Tenemos una relación comercial muy intensa con China. Sumando algunas cifras (las exportaciones de las zonas francas) es nuestro segundo socio comercial detrás de Brasil. Nunca hubo tanto comercio como ahora, y los vínculos políticos son fuertes, incluso a nivel político-partidario.

Se trabajó tradicionalmente, por parte de Uruguay, con lana, soja, madera, pescado, carne y piedras semipreciosas. En este último tiempo se agregó celulosa, de la planta de (ex) Botnia. Tenemos que incorporar otros productos con valor agregado y trabajar temas de servicios de logística, de venta de software. En rubros tradicionales con valor agregado, debemos incrementar nuestras exportaciones de cortes de alta calidad, lácteos y vino.

Diálogo entre Mujica y los asambleístas

¿En qué se diferencia la posición del presidente Mujica con respecto a la del anterior presidente, Tabaré Vázquez, a la hora de encarar el conflicto bilateral con Argentina por la planta de celulosa?

Mujica ha declarado que está más dispuesto a negociar, lo cual explica un paso adelante. Ahora bien, los demás también tienen que dar un paso adelante. Si estamos dispuestos a negociar, con eso estamos entablando el diálogo. Este diálogo tiene que recibir una respuesta.

Para dialogar con los asambleístas, tenemos que tener un visto bueno del gobierno argentino. Se ha hablado de una reunión aunque no se concretó la fecha. Sólo puede hacerse teniendo el visto bueno institucional de la República Argentina.

¿Ya buscaron ese visto bueno?

Se procurará. Vamos a mantener un diálogo permanente con la República Argentina.

¿Relocalizar la planta, que parece ser la propuesta de los asambleístas, está fuera de cuestión?

Corresponde al fallo de la Haya determinar cómo debemos actuar al respecto. Los asambleístas pueden tener una posición y nosotros otra, eso va a ser decidido a través del litigio que se planteó.

Ahora bien, creo que es un poco desconsiderado pedirle a un presidente que asumió hace días que resuelva la relocalización de una planta que ya está instalada, que implicó una inversión de $ 1.000 millones de dólares y que produce desde hace un año. No es práctico.

Estoy de acuerdo en negociar. Si la otra parte quiere venir con la hipótesis de máxima que venga con esa hipótesis, pero también tengo que saber lo que le puedo dar y lo que no le puedo dar y tengo que ser realista al respecto, estaría subestimando en gran manera a los asambleístas si les dijera sí se puede relocalizar esta planta.

¿Qué le va proponer Uruguay a los asambleístas?

Por ejemplo, la principal preocupación de los asambleístas parece ser el daño ambiental. Por lo tanto, podemos proponer un protocolo ambiental para la cuenca del Río Uruguay y eso daría soluciones concretas, factibles, y resolvería su problema.

¿Cómo va a estar involucrado el gobierno argentino en el diálogo, cuál es la injerencia que debe tener?

Las soluciones parten del gobierno argentino, ya que los asambleístas son parte de la sociedad civil. Por otra parte, si uno analiza un poco la situación vemos que también es necesaria la intervención del Poder Judicial argentino, que es independiente, y que ha dictado autos para levantar los piquetes en toda la Argentina menos uno: el que bloquea el puente de Fray Bentos.

Luego, corresponde a los dos países la administración del fallo de La Haya. Ahora falta tan poco para el fallo que apurar una negociación es algo que no tiene demasiado sentido.

¿Cree que el fallo será favorable a Uruguay?

Conozco los argumentos de Uruguay y para mí son muy fuertes, por lo tanto veo muy buenas posibilidades. Va a tener una gradualidad como tienen todos los fallos de la corte, y en los diferentes aspectos que comprenda estará en algunos casos más cerca de Uruguay y en otros más cerca de Argentina, pero sin perder un eje.