Marruecos tienen la desfachatez de llevar como director olímpico al criminal general Hosni Benslimane. Sobre el general marroquí pende una euroorden de busca y captura, emitida contra él y otros tres marroquíes por el juez instructor francés Patrick Ramaël, por la desaparición del opositor marroquí Mehdi Ben Barka. El general finalmente tuvo que abandonar precipitadamente Londres ante el temor a ser detenido para ser entregado ante el juez francés.
Sin embargo en España en los últimos años el tratamiento hacia Benslimane ha sido muy diferente. El gobierno de Zapatero le otorgó la Gran Cruz de la orden de Isabel la Católica a propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores en enero de 2005, fecha en las que se producía un viaje de Juan Carlos I a Marruecos. A pesar de su sangriento historial que denuncian las organizaciones de derechos humanos internacionales y marroquíes, el consejo de ministros del gobierno español decidió que merecían esta alta condecoración. La Orden de Isabel la Católica tiene por objeto premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional.
En octubre de 2007 el juez Baltasar Garzón admitió a trámite en la Audiencia Nacional una querella por delitos de genocidio y torturas que “podían haber cometido las autoridades marroquíes contra ciudadanos saharauis entre 1976 y 1987”.
Entre los querellados en esta causa por genocidio contra el pueblo saharaui se encuentra el general Hosni Benslimane. La investigación se dirige contra "destacados funcionarios marroquíes que pudieron ordenar y dirigir distintas campañas de detenciones y posteriores desapariciones en ciudades del Sáhara como Smara, El Aaiún o Tan Tan".
Según la querella Benslimane habría ordenado y dirigido la campaña de detenciones y desapariciones en Smara que se llevó a cabo en 1976.
En noviembre de 2010, en plena crisis por el brutal desmantelamiento por parte de Marruecos del campamento saharaui de Gdeim Izik, Benslimane estuvo en España como parte del séquito del ministro del entonces ministro de Interior marroquí, Taib Cherkaoui, en su encuentro con el entonces ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaca. El abogado defensor de la familia de Ben Barka declaró al diario El Mundo su sorpresa porque las autoridades españolas no hicieran nada por detenerlo. “España forma parte del espacio Schengen, y la euroorden tiene carácter ejecutivo desde el 14 de septiembre de 2009. ¿Por qué no fue detenido?”, se preguntaba el abogado.
Efectivamente España dejó entrar a general marroquí sobre el que pesa Orden Europea de Busca y Captura. Izquierda Unida (IU) expresó entonces su "repulsa" por la decisión del Ministerio del Interior de permitir la entrada en España del general marroquí.
Y esta fue la respuesta de fuentes oficiales del Ministerio del Interior: “Sabemos que existe una euro orden, pero su nombre no está incluido en las bases nacionales de personas reclamadas por la Justicia”. Su caso, agregaron las mismas fuentes, “no es una cuestión de la Policía española”.
Y ahora, digieran esto.
Publicado por conxawah
http://hazloquedebas.blogspot.se/2012/08/benslimane-y-las-diferentes-varas-de.html
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