Candela arriba y candela por abajo. Estas imágenes son bien conocidas por la mayoría de los dominicanos, excepto por un reducido número de mortales que después de la muerte del barón de San Cristóbal, se alzaron con grandes fortunas y otros que han tenido la suerte de que algún favor político les haya favorecido.
Es complicado comprender como el pueblo dominicano ha resistido una especie de aves de rapiña hambrientas, que se apoderan de los recursos económicos, naturales y humano de nuestro pueblo, dejando solamente los huesos, el olor a estiércol, sangre, sudor y lágrimas de infelices e indefensos/as, viudas, niños/as, y jóvenes que por el alto costo de la vida no pueden casarse.
Si es verdad, nuestros jóvenes no pueden casarse y la muestra es que los servicios básicos, como son: una pieza de tres habitaciones en un barrio, agua, luz, teléfono, cable, internet, desajuno, comida y cena, medicinas, y otros servicios básicos, como podrán observar, están fuera de sus alcenses. Si un joven se casa con una joven que puede ser la hija de cualquiera de nosotros, por lo menos debe comprarle una cama, una estufa, una nevera, un comedor y por lo menos dos sillas. Como pueden comprender, esto es totalmente imposible ya que una cama barata cuesta sesenta mil (RD$60,000.00) pesos. Sin dudas que en este país nos estamos volviendo locos y no estamos mirando lo que esta pasando. Estamos entrando en una fase degenerativa, estamos perdiendo la sensibilidad, no pensamos en el futuro de los nuestros hijos y entonces nos lamentamos porque nos los matan en las calles. ¡Pueblo Dominicano, despiesta ya!
Existen millares de testimonio a lo largo y ancho del país, de padres de familia muy trabajadores y serios que han pasado toda sus vidas trabajando y trabajando y aun no tienen un techo propio y tampoco pueden enviar a sus hijos a las universidades, porque lo que consiguen apenas les alcanza para el sustento.
La clase media esta en estos momentos en una situación muy difícil, ya que el gobierno mantiene a los de abajo a través de las tarjetas de solidaridad, supliéndoles de algunas cosas, para que no terminen de colapsar y morir, lo cual esta muy correcto departe del gobierno; y a los grandes empresarios los exonera de pagos de impuestos a la materia prima, recayendo todo el peso de los impuestos en la clase media, la cual se encuentra en estos momentos en una situación denominada en Azua: “COMO L` AREPA”, con candela por arriba y candela por abajo y sin que aparezca nadie que comprenda esta situación.
Y ahora, ¿quien podrá defendernos?, ¿Habrá algún chapulín Colorado con el cual contemos?.
Colaboración: Luis Hernán Matos Mejía
No hay comentarios:
Publicar un comentario