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xEl cerco establecido por las brigadas del ejército marroquí, que continúa implantado en el campamento de “protesta” saharaui, se mantiene en situación de “alerta máxima”, mientras que los responsables de la organización del campamento se encuentran elaborando el censo de los habitantes para la mejora de la administración.
Según informaron hoy fuentes del campamento saharaui a afrol News, "desde primeras horas de la tarde del jueves, ya no queda una gota de agua. A pesar de que se toman todas las medidas posibles para mantener la higiene y evitar infecciones graves, el muro levantado por Marruecos alrededor del Campamento, prohíbe quemar la basura fuera de él".
"Marruecos pretende asfixiar al campamento y doblegar la voluntad de sus habitantes para acabar con una situación que le está provocando una presión internacional. La determinación de los saharauis que reclaman sus derechos legítimos, supone para el gobierno marroquí una situación a la que no sabe responder por falta de argumentos válidos. Su objetivo es quitarse de en medio” este campamento como sea", cita hoy un comunicado emitido por el Ministerio saharaui de Territorios Ocupados.
A su vez, los controles de la policía y la gendarmería a la salida de El Aaiún, han prohibido la entrada de los medios de prensa española que deseaban acercarse al Campamento para realizar su labor informativa, como tampoco ha permitido la entrada de varios defensores saharauis de derechos humanos.
Representantes del Comité negociador del campamento de protesta saharaui mantuvieron el jueves una reunión con los walis en la que les manifestaron su rechazo a cualquier acuerdo, sobre todo después de la muerte del adolescente Elgarhi Nayem, acribillado por el ejército, y mientras prosiga la actual situación de bloqueo y despliegue militar en el campamento que está llevando a la población a una situación de catástrofe humanitaria.
El Ministerio saharaui también denuncia que los tres saharauis heridos que fueron secuestrados del hospital militar por la gendarmería de guerra marroquí están siendo sometidos a torturas y continuos interrogatorios en el cuartel de la Gendarmería en la ciudad de El Aaiún. "La intención es que firmen una declaración incriminatoria que les permita acusarlos de algún delito falso", citan las mismas fuentes.
Por su parte, el Gobierno de Marruecos, ha comenzado a responder a las acusaciones saharauis. A través de su ministro de comunicación y portavoz del gobierno, Khalid Naciri, explicaba el jueves que "el hecho de que un grupo de ciudadanos hayan montado tiendas fuera del perímetro urbano de El Aaiún refleja la democracia y el clima de libertad de expresión de que goza la población marroquí".
El gobierno de Marruecos examina esta cuestión con “seriedad, objetividad y apertura para encontrarle una solución lo más pronto posible”, añadió Naciri.
A su vez, Rabat envió el jueves a El Aaiún a su ministro del Interior, Taieb Charkaokui, para tratar de desactivar la protesta saharaui. Mientras tanto, el ministro marroquí de Exteriores, Fassi Fihri, ha denunciado la "instrumentalización del caso de Najem El Guareh por algunos medios de comunicación españoles".
El ministro se preguntó sobre "las verdaderas motivaciones de una alguna prensa española que, en vez de ir a lo esencial, hacer correctamente el trabajo, explota estos acontecimientos insidiosamente sin ninguna moderación".
Por staff writer
© afrol News
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