domingo, 31 de octubre de 2010

La hoja de ruta palestina

Nabil Shaat                  La Conferencia en Madrid que recordamos hoy, 30 de  octubre deninió los términos de referencia del proceso de paz para Medio Próximo.





Entre ellos,la aceptación de las resoluciones del Consejo de Seguridad 242 y 338 sobre las fronteras de 1967. Desafortunadamente, 19 años después, Israel aún sigue sin reconocer esas fronteras como la base para cualquier futuro acuerdo.  
 
Como un palestino que ha estado involucrado en las negociaciones desde hace 19 años, no puedo sino apreciar los esfuerzos de la Administración del presidente Obama por reactivar el proceso negociador con el objetivo de terminar con la ocupación israelí que comenzó en 1967 y lograr un Estado palestino soberano sobre las fronteras de 1967


Pero en este momento nos encontramos en un punto de inflexión en el que deben ser adoptadas decisiones importantes.

El camino palestino hacia la libertad e independencia se encuentra obstaculizado por la cotidiana persistencia de la colonización de nuestro territorio. Israel, la potencia ocupante, lleva a cabo una política de "hechos consumados":
 la imposición de una empresa colonial diseñada para anexionarse de forma unilateral la tierra y los recursos naturales palestinos.  

La continuación de esa empresa colonial israelí va a acabar con todas las posibilidades de una paz real entre israelíes y palestinos. Las colonias no son simples carpas o caravanas, sino ciudades exclusivamente israelíes dentro del territorio ocupado palestino, algunas de un área mayor de 22 kilómetros cuadrados. Y dividen la tierra palestina en una serie de zonas aisladas unas de otras.

Más aún, Israel desarrolla infraestructuras que se construyen día a día para apoyar a esos asentamientos, incluyendo carreteras exclusivas para israelíes (ni siquiera en los peores años del apartheid sudafricano había carreteras para negros y carreteras para blancos) y un Muro ilegal que divide palestinos de palestinos y que de facto segrega a nuestra histórica y ocupada capital de Jerusalén Este, prohibiendo el acceso a nuestros lugares sagrados, así como a una parte esencial de la economía palestina, de su cultura e historia.
[leer más] http://www.elpais.com/articulo/opinion/hoja/ruta/palestina/elpepuopi/20101030elpepiopi_4/Tes


Fuente Un te para Palestina

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