Por Jorge Capelán, RLP/TcS.
Aron Modig ante la justicia cubana. Llevó miles de euros a Cuba
para la oposición interna. ¿Al servicio a quién? |
La mañana de este lunes, Modig declaró a la prensa cubana que viajó a la isla, junto al político español del Partido Popular Ángel Carromero, con los objetivos de entregar dinero a Payá, Organizar de conjunto con la hija del contrarrevolucionario un ala juvenil del “movimiento” de Payá en Cuba, y apoyarlo en los viajes que éste quisiera realizar dentro del país.
Además de haber negado las versiones de Miami de que el accidente en elque murieron dos personas habría sido causado por las autoridades cubanas, Modig reveló que introdujo a Cuba la suma de 4 000 euros para una organización ilegal en violación de las leyes cubanas.
“He comprendido que eso no es legal en Cuba y pido disculpas por haber venido aquí y realizado actividades ilegales”, dijo en esa conferencia de prensa, según el diario sueco.
Interesante manera de hacerse el sueco. Que tenga un buen viaje de regreso a Escandinavia.
Así quedó el carro después de haber ido en 120 km/h en zona
donde la máxima velocidad es 60 km/h. |
En Suecia, el tema de Modig como valiente luchador en las “ergástulas cubanas” fue la comidilla de la semana. Lo que nadie se atrevió a mencionar, era de dónde venía el dinero para el viaje del sueco.
Una fuente sueca digna de todo crédito y con buenos contactos entre los círculos de derechistas suecos acostumbrados a jugar a la desestabilización de terceros países me contó que sus esfuerzos por sonzacarle a los democrata-cristianos de ese país el más mínimo detalle sobre quién había financiado el viaje de Modig a Cuba fueron en vano.
“Según mis contactos, nadie en la Juventud Demócrata Cristiana excepto el Presidio (la directiva) sabe quién organizó el viaje y qué específicamente estaba haciendo allí”, cuenta mi fuente.
“El Presidio le dijo a mis contactos que es una organización de ayuda, pero que es 'clasificado' de qué organización se trata. Mis fuentes tienen altos cargos en la Juventud Demócrata Cristiana. Por lo general encuentran respuestas a sus preguntas”, agrega.
Le pregunté a otro miembro con un alto cargo en la Juventud Demócrata Cristiana que dijo que están tratando de mantenerse callados para sacar a Modig. Pero es que no están callados, solamente no dicen quién organizó el viaje y lo que hacía allá”, dice mi fuente.
Hoy en día se sabe lo que hacía Modig en Cuba, así como se sabe que
torpemente lo reveló por Twitter.
Además se sabe que se reunió en Georgia poco antes de viajar a Cuba con representantes del Instituto Republicano Internacional Republicano (IRI) y del Instituto Nacional Demócrata (NDI), dos organizaciones norteamericanas que participan activamente en la política de “cambio de régimen” de Estados Unidos contra Cuba - una cosa que los políticos suecos de derecha de hoy en día rara vez se preocupan en negar o siquiera mantener en secreto - basta leer sus blogs para darse cuenta de la impunidad con la que creen actuar.
En realidad, el motivo del silencio de los jóvenes demócrata-cristianos no tiene que ver con sus contactos con los Estados Unidos, sino con el propio gobierno sueco.
Suecia es el tercer mayor donante europeo de “ayuda a la democracia”, sólo detrás de Holanda y Gran Bretaña. En 2011, Suecia dedicaba unos 4 600 millones de coronas (46 millones de euros) a este tipo de actividades. Además, en 2009 esta cantidad se aumentó con una partida especial de 100 millones (10 millones de euros) “para organizaciones y grupos que trabajan por la democracia bajo situaciones especialmente difíciles o riesgosas”.
Esta partida especial está dirigida a una lista secreta de países y no va canalizada a través de mecanismos legales. Es decir, que va por debajo de la mesa a grupos como el de Payá en Cuba. El mismo gobierno sueco reconoce que esto es a todas luces ilegal.
Efectivamente, en la mayoría de los países, aquel que recibe dinero de una
potencia extranjera con el fin de influenciar la política interna está expuesto a severas penas.
El Código penal del reino de Suecia (19:13) establece que “Aquel que, de parte de una potencia extranjera o de alguien que desde el extranjero opere a cuenta de una potencia extranjera, reciba dinero u otra forma de propiedad para, a través de la publicación o divulgación de escritos o por otros medios, influenciar a la opinión pública sobre un tema tocante a alguna de las bases del sistema de gobierno del reino u otro tema de importancia para la seguridad del reino sobre el que sea de la competencia del parlamento o del gobierno decidir, será condenado por recepción de ayuda extranjera a un máximo de 6 años de cárcel. Ley (1981:1165)”
Al ser descubierto Modig con 4 mil euros (una pequeña fortuna en la isla y en cualquier país pobre) para Payá, Modig se arriesgaba a que le pasara lo que le pasó a Allan Gross, el espía disfrazado de contratista de la USAID que cumple una larga condena en la isla. En realidad, el caso de Modig es aún peor que el de Gross, porque el estadounidense sólo era un empleado, mientras que Modig es todo un político en su país.
Las autoridades cubanas dejaron ir a Modig, cuyo apellido curiosamente significa “valiente” en sueco, con la cola entre las patas y una seria advertencia de que la próxima vez los agentes del reino escandinavo no serán tratados con la misma clemencia.
Probablemente, las autoridades cubanas consideraron que, una vez revelada la descarada actuación del sueco y puesta en ridículo la campaña internacional desplegada por los medios de Miami en torno a la muerte de Payá, era preferible dejarlo ir que abrir otro frente en una guerra política que deben librar contra un enemigo mucho más poderoso, que son los Estados Unidos.
Por su parte, los suecos deben de haberse sentido aliviados, porque si el escándalo de Modig hubiese tomado mayores proporciones, las voces dentro de Suecia que cuestionan el inmoral giro de ese país en las relaciones internacionales habrían ganado fuerza y la red de espías que mantienen en cerca de 40 países de África, Asia y Europa del Este habría comenzado a ser puesta en evidencia
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Tres líderes del neofranquismo español: Esperanza Aguirre, Jose Maria
Aznar y Pablo Casado, éste último involucrado en el financiamiento internacional a la oposición contrarevolucionaría cubana. |
POR JEAN-GUY ALLARD
El presidente de Nuevas Generaciones del PP, el diputado Pablo Casado Blanco, que instruyó a Carromero de su misión contrarrevolucionaria en Cuba, es un puro producto de estas grandes escuelas norteamericanas donde la CIA recluta sus agentes que luego sitúa en la jerarquía política de su país de origen.
Abogado formado en Madrid, Casada Blanco obtuvo luego un Certificado de Estudios Legislativos del Government Affairs Institute de la Universidad de Georgetown (Washington DC), y con el Programa Ejecutivo DGP de la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard (Boston). Ha sido no alumno sino profesor en el Global Leadership and Competiviness Program de la Universidad de Georgetown (Washington DC). Cantera de la CIA, Georgetown es el alma mater de varia “glorias” de la inteligencia yanqui.
Presidente de las NNGG desde el año 2005, vocal de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular, Miembro del Comité Ejecutivo madrileño del PP, Casado es un ex Asesor del ex presidente del Consejo José María Aznar y de su fundación injerencista FAES que dirigió.
Casado fue el cachorro privilegiado de Esperanza Aguirre, la “Prima Donna” del PP madrileño y jefa de la Comunidad de Madrid. Aguirre es la politiquera ultraderechista que lidera las campañas de difamación contra Cuba en España, al lado del agente CIA y terrorista prófugo cubano Carlos Alberto Montaner.
En diciembre del 2008, Casado Blanco se jactó en la prensa española de haber efectuado un viaje a La Habana para reunirse “de forma clandestina” con Oswaldo Payá y “representantes de las Damas de Blanco”.
Por Facebook, se dan cita en un restaurante de Madrid
Casado Blanco fue quién ordenó a su subalterno de las NNGG Angel Carromero de contactar con la española Muriel Aguado, residente en Suecia y también miembro del Partido Demócrata Cristiano Sueco.
Según el comunicado oficial cubano, fue de Aguado que “recibió instrucciones, el dinero a entregar y un teléfono celular programado con los números necesarios” para su expedición secreta en Cuba.
El modus operandi que describe el relato de la aventura fatal corresponde escandalosamente a una operación de inteligencia. Bajo instrucción de Muriel Aguado, Carromero contactó al sueco Aron Modig, que será su cómplice, mediante Facebook “y luego se conocieron en un restaurante madrileño”.
Carromero es vicesecretario general de Nuevas Generaciones del PP en Madrid, organización que colabora con frecuencia con la Aguirre, que – como Casado Blanco – tiene libre acceso a los salondes de la Embajada de EEUU de Madrid, y que subsidia anualmente con decenas de miles de euros las pandillas anticubanas de la capital española.
Aron Modig confesó públicamente en La Habana haber viajado a Georgia, USA, poco antes del viaje a Cuba, para consultar con el IRI y el NDI, subsidiados por la USAID, y conocidos patrocinadores de varias operaciones millonarias de desestabilización contra la Revolución cubana, desde muchos años
El cachorro de Esperanza Aguirre
Casado se ha hecho conocer en el PP por sus ataques sucios a a los socialistas y a los “carcas” de izquierda.
Cuando Aznar buscó un cabezón para su Fundación FAES, colaboradora del Departamento de Estado en varias operaciones de destabilización en América Latina, se fijó en este protegido de Esperanza Aguirre.
Aznar y Aguirre acudieron a la boda del joven político proamericano en la localidad valenciana de Elche con Torres Orts. Según Elsemanaldigital.com, “Casado sentó a ambos en la primera fila de la Iglesia donde el obispo de la diócesis ofició la ceremonia”.
En el 2005, Aznar fue uno de los asistentes al Congreso en el que Pablo Casado fue reelegido como presidente de Nuevas Generaciones. El pupilo de Aguirre pronunció entonces frases como “los de izquierdas están todo el día con la guerra del abuelo, con la memoria histórica, con el aborto, la eutanasia y la muerte, cantando la Internacional, que se cantaba cuando había 100 millones de muertos en el siglo pasado” o “los jóvenes del PP no idolatran a asesinos como el Che”.
Pagan la cuenta de su error garrafal
Reconociendo implícitamente la responsabilidad de sus cuadros en la fatídica aventura, el Partido Popular español anunció que pagará el abogado que lo defenderá en el caso de doble homicidio en el cual se encuentra ahora imputado.
La embajada española en Cuba ha contactado ya con dos letrados que pudieran encargarse de la defensa del español en caso de que la Fiscalía determine que debe someterse a juicio por ser él el que conducía el vehículo accidentado. La tragedia ocurrida en Bayamo, a casi 800 kilometros de La Habana, terminó con la vida de Payá y de su amigo Harold Cepera.
El PP aparentemente no tiene intención alguna de pagar indemnizaciones a las familias de las víctimas de la operación que sí autorizó, orientó y financió.
TWITTER: @AllardJeanGuy
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