El rector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, ha dicho que se propone cambiarle el destino para el cual fue concebido, diseñado y proyectado como Monumento a la memoria de Jorge Eliécer Gaitán, el Exploratorio Nacional, cuyo objetivo es recordar y mantener el compromiso de vida del líder con el pueblo, en su propósito por convertirlo en actor central de la vida pública nacional.
Wasserman, en cambio, quiere transformar el Monumento a Gaitán en torre de marfil, con acceso limitado para las menguadas clases privilegiadas que pueden acceder al mundo de la investigación académica.
Gaitán fue el primer colombiano que obtuvo un doctorado y su tesis de grado fue Suma Cum Laude en Roma, siendo aplaudido mundialmente por sus novedosas teorías de derecho penal. Habría podido destacarse con brillo en el mundo de la academia, pero escogió la lucha junto al pueblo como vocación de vida. Por ello, es una herejía que Moisés Wasserman pretenda despojar al Exploratorio Nacional de su carácter de Monumento para honrar la lucha y vida de Gaitán, empeñándose en cambio, como él mismo lo dice, "en darle un verdadero contenido académico". Es como si el Parque Simón Bolívar lo convirtieran en un club privado de golf.
Se trata de una manera torticera - disfrazada de homenaje - para enterrar el recuerdo de lo que verdaderamente fue Gaitán. Porque un Monumento a la memoria del dirigente popular debe reflejar lo que él escogió ser en vida: un hombre que fue un pueblo y no un académico, tal como está descrito en el artículo adjunto.
Atento saludo, Gloria Gaitán
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