¿Hasta cuando soportar la injerencia descarada yanqui en Venezuela y el resto del continente?

No es un error.  Es una realidad comprobada con documentos oficiales públicos, incluso del propio Departamento de Estado. La intervención del gobierno Norteamericano en los asuntos políticos, económicos y sociales de Venezuela es una vergonzosa realidad de la cual hasta las propias vocerías de los diferentes entes gubernamentales del imperio y los documentos revelados por Eva Golinger y el llamado sicario económico, en sus múltiples denuncias dan fe. Encima de eso, alimentan económicamente a una oposición inmoral y apátrida, para que sirvan de ejecutores internos de sus planes diseñados y elaborados en el pentágono.

Es una guerra abierta y descarada la que desarrolla el gobierno asesino yanqui contra nuestra patria y demás pueblos de la región, y podríamos decir hasta del mundo. En estas últimas horas, lograron infiltrar en la asamblea nacional a un grupo considerable quintas columnas para que ejecuten otra fase más del plan de atacar a Venezuela y su pueblo. Hasta ahora nuestro gobierno se ha dedicado a denunciar esta intromisión a nivel mundial, pero eso no hace mella en el invasor, ellos siguen entrometiéndose en todas nuestras actividades soberanas, sin respeto alguno a nuestro derecho. Ellos controlan los organismos internacionales que teóricamente deberían ser garantes del acatamiento a las leyes internacionales.

Poco a poco, el instrumento del imperio, llamado oposición en Venezuela va haciendo el trabajo demoledor de quebrar la voluntad popular de apoyo a la revolución, sumado a eso la corrupción heredada del pasado dentro de la administración publica y, la penetración del partido principal de apoyo al proceso (PSUV) por parte de unas lacras que solo persiguen beneficios políticos y económicos desde dentro de la organización, amen de debilitar su estructura y de desviar los objetivos revolucionarios hacia un reformismo destinado a mantener la podredumbre existente. Ya es una constante la traición de los principios políticos, éticos y humanos por parte de unos zagaletones, que después de cabalgar en la revolución, amasan fortunas, para luego irse a la oposición, a engrosar las filas de las miserias humanas que solo piensan y actúan en beneficio de ellos y sus grupitos de delincuentes.

Son permanentes los reclamos de la base del proceso para que se prevengan esas practicas, pero de la misma manera son desoídas o ignoradas por el comandante y por los dirigentes con capacidad de sancionar dentro de la organización, fueron las bases las que le descubrieron el bojote de Miquilena, de Ismael García, de Ramón Martínez, de Carlos Giménez, de Johnny Yanes Rangel, de Henry Falcón (y a tiempo), y otros cobardes traidores, pero hasta regaño se llevó el pueblo por hacer la contraloría que se le pedía. En verdad que el presidente y los dirigentes fueron prepotentes y soberbios, esa es una de las causas por la cual hoy estamos como estamos

En este momento le decimos al presidente dele un parao a la injerencia yanqui en Venezuela, no le permitamos por ningún motivo, que sigan dándole dinero a esos malditos vende patria, para que sirvan de instrumento de desestabilización y de acoso al pueblo venezolano. Desde hace tiempo vengo advirtiendo el desencanto que se apodera del pueblo, por no haber sanción a los enemigos y a los corruptos. O lo hacemos ahora, o mañana será tarde. De paso salen por allí otros camaradas a decir que debemos ser tolerantes y no caer en lo que él llama cacería de brujas. Entiendo que eso significa, que toleremos a los ladrones corruptos a nuestro lado y que no los denunciemos, para no hacer daño a la revolución ¡que bolas!

¿Qué es lo que queremos entonces, mantener unos círculos de poder inepto, ineficaz y que sirven de plataforma a la corrupción para deshacer desde adentro lo que se quiere construir?, No, la oposición no tienen fuerza, lo que hace daño es la corrupción y la impunidad, no podemos seguir con la conducta del avestruz.

Javier Monagas Maita
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