jueves, 21 de octubre de 2010

Uruguay: Ley de Caducidad, el Parlamento Vota

Un poco de resumen 

Las dramáticas consecuencias que nos dejó el régimen instaurado por los golpistas civiles y militares de nuestro país, tiene ya una larga historia no resuelta.

Estaríamos a pocas horas probablemente, de dilucidar la interpretación de la Ley de la Pretensión Punitiva del Estado, también llamada por el pueblo y organizaciones de DDHH: ley maldita o ley de impunidad.

La verdad sobre el destino de los compañeros detenidos-desaparecidos lleva décadas de investigación. Los responsables mantienen el pacto de silencio y otros el de la 'distracción' sobre el pasado.

Pocos restos de Ellos, han sido encontrados, solamente dos en nuestro territorio.

El tema de la justicia, ha sido también de enorme resistencia en diferentes
ámbitos.

El pasaje de la dictadura a la “primavera democrática”, como se la llamó en su momento, trajo mal parida la solución de qué hacer, con los responsables de los delitos más aberrantes que hayamos conocidos en el casi final del siglo pasado.

Los mismos criminales con parte del poder político, fueron los actores principales de esa salida, por lo tanto era de suponer que no habría juicios

El Pacto del Club Naval así determinó el punto de partida que se continúa hasta nuestros días.
Luego hubo dos pronunciamientos populares, bajo amenaza de sables y vuelta atrás.

Para hacer conocer ese pasado reciente se desarrolló el trabajo de la memoria.

Y sin equivocarme se podría decir, que ha partido esencialmente desde la Organización de Madres y Familiares (abriendo el camino desde el mismo momento de los hechos y acompañada por otras organizaciones y pueblo en general, durante todos estos años).

Invocar la memoria de los luchadores a los que les fueron despojadas sus vidas, mediante el tormento; recordar su vida y trayectoria de cada uno/a, no ha sido en vano.

Se sembró, se multiplicó, se generó conciencia de lo que nos pasó no solo como país, sino como región toda.
Y la clave de ejercer justicia –que no venganza- comenzó su tortuoso camino, gracias al compromiso de algunos pocos actores que ejercen esta potestad en los estrados judiciales y se emponderan de ese valor que tiene que ver con la sensibilidad ante los delitos que son imprescriptibles y que están reñidos con la condición humana.

Hoy comenzó a tratarse nuevamente en el parlamento una ley interpretativa sobre esa impunidad.

Las noticias previas, fueron no habrá anulación, - no habrá derogación.
El palacio legislativo es el lugar privilegiado donde van a parar “aquellos que tienen vocación parlamentaria” así lo reafirmó hace bien poco, una protagonista de los hechos del pasado y hoy primera dama.
Sería bueno que no se olviden que fue el pueblo que los puso en ese lugar para garantizar que se cumplan con las leyes y se logre el bienestar del pueblo.

La extensa jornada de hoy comenzó, a las 10 horas. Los que deseaban entrar a las barras de diputados, debieron esperar largo rato para poder entrar.

Eran pocos...la convocatoria de rodear al parlamento esta vez no funcionó.
Esto puede tener varias lecturas, pero seguramente no será por falta de interés, y sí de decepción.

Una vez comenzada la oratoria, los argumentos iban y venían.

Se remitían al pasado de quien fue más luchador en aquellos momentos, y de los pactos que se conciliaron a la salida de la dictadura.

Los que estuvimos del otro lado del “mostrador” sabemos la verdad de todo esto.

Podríamos hablar largamente de los tormentos a los que nos sometieron durante años.
Pero también podrían hablar otros ciudadanos que padecieron la ignominia del régimen, ya sea porque los clasificaron en las categorías de A, B y C, o el exilio inmenso que padecieron los uruguayos.
O también podrían darles voz a los niños que fueron encarcelados con sus madres, o aquellos otros que vinieron a la vida luego de secciones de torturas a sus madres parturientas. Claro que los otros, los que no pudieron nacer, porque la picana y los golpes les arrebataron el aliento de vida, esos no hablaran jamás.

Pero podrían hablar también los niños que fueron robados durante años. Ellos sí que podrían estremecer a más de uno. O las madres de los desaparecidos se van calladamente a buscarlos a otros mundos.Y ni hablar de la pobreza que generó la deuda externa que quintuplicaron los genocidas y condenaron a las generaciones que nos sucedieron.

Pero nada de esto sucedió ni sucederá.

Aunque ya cansados de tanta hipocresía. Seguramente volveremos a sumar, reagruparnos, seguir luchando.
La oratoria durará hasta la madrugada, se votará para que sea tratada en el senado...
El gatopardismo sigue en curso....
Por Verdad y Justicia!
No habrá reconciliación!
http://capturavidas.blogspot.com/


-Sarthou: Para mí ahí hay una enorme trampa jurícia.
Porque se impugnó por algunos juristas que concurrieron al parlamento el proyecto como estaba, pero en realidad lo sacan de nuevo corrigiendo algunas palabras pero con el mismo caracter.

 ¿Cuál es lo grave de esto? Lo que dice el texto es que el problema debe resolverse por la vía de declarar inconstitucional y así lo hacen, declarar inconstitucional la ley de impunidad, eso la gente dice está bien, pero lo que falta darse cuenta o hay que aclarar bien, es que esa declaración de inconstitucionalidad que hace el parlamento carece de valor para producir en si misma la revisión o la eliminación de la ley; es decir, solamente por los artículos 256 y 257 de la Constitución dice que eso pertenece exclusivamente a la Suprema Corte y que tiene una decisión originaria y exclusiva, son más claros todavía, ni siquiera puede compartir la posibilidad de decidir el parlamento que una norma es inconstitucional, por lo tanto donde está la trampa jurídica. Ahí lo que se debe hacer es anular porque nosotros tenemos un artículo 85 ordinal 3 que autoriza que el parlamento pueda declarar la nulidad de la ley de impunidad entonces la extingue.

Y lo puede hacer porque ese artículo 85 ordinal 3, digo estas cosas para que la gente lo pueda ir a buscar, dice el parlamento puede dictar leyes para la defensa de los derechos humanos y en la defensa de los derechos humanos está el anular una ley que arrasó y premió con la impunidad a los violadores de los derechos humanos.

 Algunos han dicho nosotros no estamos de acuerdo porque no se puede anular, es mentira, puede anular porque tiene esa facultad pero además porque los antecedentes demuestran que ya el parlamento hizo anulaciones, anuló 18 leyes cuando se produjo la reinstitucionalización del país.

Yo quiero evitar una mentira pero no porque eran de la dictadura, porque se validaron todas las leyes de la dictadura en esa misma ley del 13 de marzo de 1985, pero se dejaron a salvo,18 que no se anularon por su contenido, de manera que no es verdad que fuera por la dictadura sino por su contenido mismo y la anularon por el contenido de la ley que es lo que hay que hacer ahora.

 Pero no solo en ese caso sino que hay todavía una ley en materia de los consumidores que anuló por un artículo 52 otra ley.

Quiere decir que la anulación de la ley está permitida y que el parlamento lo puede hacer, no lo quiere hacer porque la anulación de la ley no le va a gustar a las Fuerzas Armadas.

Ellos no pueden declarar inconstitucional algo cuando eso compete solamente la Suprema Corte y que eso nadie lo puede discutir de que el parlamento no puede sustituir, porque así como invadió, el Poder Ejecutivo al Poder Judicial, acá el Poder Legislativo termina invadiendo el Poder Judicial y no lo puede hacer.

Entonces que riesgo tiene este, que se va a ver caso por caso porque como no puede hacer una declaración general, la Suprema Corte declara la inconstitucionalidad solamente en casos concretos,
no lo puede hacer el Poder Judicial menos lo puede hacer esta decisión del parlamento en general.

Pero además de no ser en general se va a analizar en cada caso concreto esta declaración que hace el parlamento y el delincuente de derechos humanos va a decir que es inconstitucional porque esas facultades las tiene la Corte pero no las tiene el parlamento, eso es cantado así entonces va a salir.

¿Qué efecto tiene?, que a la ley no la matan, sigue en pie y va muriendo o no según lo que pase en cada uno de los juicios. Esto para mí es una técnica tramposa porque cuesta aplicarla.

 Eso es importante porque queda en pie la ley, la ley no se extingue, con la  anulación sí se anula queda exinguida la ley.

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