México | 18 de octubre de 2010
Fuente: Sebastián Levalle y Luciana Levin desde México para ALBATV
Municipio Autónomo de San Juan Copala, estado de Oaxaca, México. El centro ceremonial del pueblo Triqui ha sido objeto de un ciclo de violencia que parece no terminar nunca. En noviembre del 2009 el pueblo fue sitiado por paramilitares aliados al gobierno del PRI de Ulises Ruíz, que lo han aislado por completo, impidiendo a balazos la entrada o salida de los habitantes del lugar. Después de varios asesinatos, entre ellos los de dos defensores de derechos humanos, que en una caravana humanitaria pretendían acercar algunos alimentos a la gente, y ante la total inacción de la policía y el ejército, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó medidas cautelares para varios habitantes que finalmente lograron abandonar sus casas y refugiarse en otros sitios. Sin embargo, el pasado 17 de octubre, otro poblador triqui fue asesinado aunque ya no en San Juan Copala. La violencia se extiende y el gobierno pretende demostrar que se trata de un problema interno de la comunidad. Sin embargo, detrás de las razones gubernamentales se esconde una intensa historia de lucha que derivó en la creación popular del “Municipio Autónomo de San Juan Copala.” La declaración de la autonomía significa la adopción de hecho del derecho de libre determinación de los pueblos indígenas según sus usos y costumbres tradicionales, consignada en el artículo 169 de la OIT, e implica la elección de nuevas autoridades y de sus propias normas de convivencia. Para el gobierno la declaratoria significa el fin del clientelismo político y la manipulación sobre los indígenas practicada por el oficialista Partido de la Revolución Institucional. Para comprender históricamente esta situación conversamos con Francisco López Bárcenas, activista mixteco, colaborador de La Jornada y autor del libro San Juan Copala: dominación política y resistencia popular - de las rebeliones de Hilarión a la formación del municipio autónomo.
Quisiéramos empezar esta conversación preguntándote acerca de la historia de San Juan Copala y del pueblo Triqui.
San Juan Copala es un centro ceremonial del pueblo Triqui ubicado en el occidente del estado de Oaxaca, al sur oeste del país. El pueblo Triqui es uno de los 62 pueblos indígenas que existen en México. Se distingue de muchos pueblos indígenas de México porque ha mantenido una unidad territorial, económica, política y cultural muy fuerte. En este país eso es una cosa rara, solamente los Triquis y los Yaquis, al norte de Sonora, lo han conseguido. Los Triquis pudieron mantener su unidad porque históricamente resistieron mucho los embates de la Conquista Española y del Estado Nacional. Esa unidad ha llamado la atención del Estado y de los grupos dominantes que intentaron someterlos de un modo muy violento, con el uso de las armas y también con la complicidad del poder judicial y del poder político mediante las presidencias municipales. Parte de esta estrategia de dominación se puso en juego con la construcción de un imaginario social específico sobre ellos que los estigmatiza como “sucios, violentos y rebeldes”.
Como te decía, los triquis tuvieron luchas importantes desde la época colonial. Resistieron mucho a la religión católica. Entre 1830 y 1850 estuvieron levantados en armas contra el gobierno exigiendo que no se metiera la religión en su territorio, que se respetaran sus tierras y que los dejaran gobernar. Participaron intensamente en las guerras de independencia y en la Revolución Mexicana de 1910. Después de la revolución la política estatal se caracterizó por no meterse, los ignoraron, dejando que los mestizos los explotaran y se apropiaran de sus tierras.
En 1930 entra el café en la región, lo cual trastoca la economía doméstica de los triquis y marca la entrada de los caciques –punteros políticos- que les cambian armas o alcohol por café. Los caciques eran los únicos mediadores, no había otra institución que entrara en el territorio triqui. Así se fueron generando cacicazgos en detrimento de las autoridades tradicionales que disputaron el poder mediante las armas contra sus propios compañeros. Esto se mantuvo así hasta los años 70, momento en el que comienzan a surgir las luchas triquis con un tinte más político.
En 1970 los triques crean el primer gobierno autónomo, aunque no llevaba ese nombre en aquel entonces. Los caciques descabezan el autogobierno en los 80s y los triquis vuelven a la lucha formando el MULT –Movimiento de Unificación y Lucha Triqui- que fue la organización que encabezó los conflictos en la región hasta 1987. Era una lucha fundamentalmente por la defensa de las tierras, por los recursos naturales, por el autogobierno y para que se frenara la represión. El MULT se mantuvo con una línea muy recta, con mucho apoyo popular.
El gobierno respondió de varias formas: metió el partido oficial, el PRI –Partido Revolucionario Institucional-, dejó que entrara el Instituto Lingüístico de Verano –institución evangelista-, la iglesia católica, los proyectos productivos estatales y favoreció la expansión de la violencia. La respuesta estatal tuvo su efecto: a principios de los ´90, después del asesinato de varios dirigentes importantes, el MULT se descompone mucho y la nueva generación de líderes que toma el poder se acerca al gobierno, cambiando las demandas históricas del pueblo: de tierra, autogobierno y paz social, por proyectos productivos. Al final terminan con el mismo discurso del gobierno y en el 2004 forman el Partido Político de Unidad Popular.
Por otra parte en 1995 el PRI forma la Unión de Bienestar para la Región Triqui –UBISORT, una organización paramilitar que tiene como fin controlar el pueblo Triqui. Estas dos organizaciones se mantuvieron así hasta el 2006, momento en el que ambas se fraccionan. La causa principal del fraccionamiento es la corrupción. El dinero que llegaba a las dirigencias no llegaba a las bases. Además, la lucha entre ellos era muy violenta y afectaba a la gente de la comunidad sin que pudieran comprender las causas. El MULT se parte y se forma el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente –MULTI- y, por otra parte, una fracción importante de las bases de la UBISORT se desliga del PRI.
Esto fue en abril del 2006 y en junio surge la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca –APPO. Ahí se integra el MULTI, logrando resistir el ataque de sus antiguos compañeros y ganando fuerza.
En el 2007 el MULTI decide impulsar el Municipio Autónomo de San Juan Copala, reivindicando fundamentalmente que hubiera paz, que hubiera seguridad y que hubiera alimentación para la gente mediante el trabajo de la tierra. Durante el proceso de creación del Municipio Autónomo el pueblo se involucra significativamente y se eligen las nuevas autoridades. Sin embargo, UBISORT, aliada del partido oficial, no iba a permitir la declaración de la autonomía y comenzaron las represalias: mataron a dos locutoras de una radio comunitaria y balearon a algunos dirigentes.
La represión más fuerte empezó en el 2008. En este momento se desata la matanza indiscriminada de líderes y la compra de personas para dividir las comunidades por parte de los paramilitares. En el 2009 la represión es ya muy fuerte, los caminos de entrada a San Juan Copala son cerrados en noviembre por la UBISORT dejando a todo el pueblo sin escapatoria de la violencia, asesinan al máximo dirigente del MULTI, empiezan a aparecer los desplazados y en septiembre de este año el MULT y UBISORT, que habían sido enemigos históricos, se juntan, y entre los dos desalojan San Juan Copala anunciando una matanza terrible para todos los habitantes que decidieran permanecer en el lugar.
El 29 de noviembre de 2009, los paramilitares atacan las instalaciones del municipio autónomo y el albergue infantil, asesinando a un niño, Elías Fernández de Jesús, e hiriendo a otro menor y a dos adultos. Luego, miembros de UBISORT fuertemente armados y acompañados por unas cuantas personas, desalojaron a las autoridades autónomas del municipio y montaron una guardia permanente en él hasta el 10 de marzo, día en que un grupo de mujeres y niños que respaldan al municipio autónomo y sus autoridades se hicieron del inmueble. En respuesta la UBISORT disparó sobre la comunidad hiriendo a María Rosa Martínez, de 64 años de edad. Lo que hay ahorita es mucha población desplazada que está en las comunidades vecinas, en la capital del estado en Oaxaca, otros en el DF, cada cual se ha refugiado donde pudo.
¿Y qué pasó con la caravana humanitaria en Abril de este año?
Lo que pasó fue que en noviembre del 2009 los caminos de entrada a la comunidad son cerrados, los paramilitares cortaron la luz y los teléfonos y la gente comenzó a quedarse sin alimentos al no poder salir de su casa por la amenaza generalizada de muerte. Entonces varias organizaciones de derechos humanos organizan la Caravana de Abril del 2010 para llevar alimentos a la gente. Pero antes de llegar a Copala los paramilitares dispararon a la caravana asesinando a Beatriz Cariño Trujillo, del Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos (Cactus), y Tyri Antero Jaakkola, activista por los derechos humanos de nacionalidad finlandesa. A partir de acá la represión es muy fuerte y lo que queda claro es que el gobierno está apoyando a los paramilitares.
¿Cómo actuó la iglesia católica frente a todo esto?
La iglesia católica que llega a Copala es una iglesia conservadora, no es como en Chiapas que existió la experiencia de la Opción por los Pobres, una iglesia más progresista. Sin embargo, la iglesia en Copala fue importante en dos aspectos. Primero hay que decir que fue la primera institución que permitió a la gente acceder a la educación formal, las primeras escuelas pertenecían a la iglesia. Y lo otro es que siempre jugó un papel de contención de los conflictos, abogando por la paz social, y ejerciendo la mediación en algunos casos. Después del cierre de carreteras por parte de los paramilitares la única institución que permaneció abierta fue la iglesia católica.
¿Cual es la lógica bajo la cual actúa el Estado Mexicano frente a las demandas indígenas de libre determinación o de autonomía?
Hay una lucha de contrainsurgencia muy fuerte. Hay intereses transnacionales muy fuertes, se sabe que 2/3 del país son propiedad de las mineras, muchos manantiales de agua fueron concesionados a empresas como Coca Cola o Bimbo. Yo creo que los pueblos van a resistir mucho porque es el único lugar que nos queda para poder vivir, es decir si privatizan el agua, vamos a tener un problema muy grave, es elemental para vivir. Entonces el Estado no solo está permitiendo que entren las transnacionales sino también está generando las condiciones para que lo hagan sin problemas. Por eso la respuesta a las resistencias es tan violenta y busca siempre dividir. El Estado Mexicano es muy fuerte, por más deterioradas que estén las instituciones, ha creado muchas formas de amortiguar los golpes, de relegitimarse.
¿Cómo podría resolverse el conflicto actual sin perder la autonomía?
En este caso lo que hay que esperar es la decisión de los pueblos, que siempre resulta bastante buena. Desde el Estado no se puede esperar mucho, pero ellos van a encontrar alguna manera de resistir y de sacar adelante su proyecto. Hay que decir que desplazaron el centro de san Juan Copala, pero no todo el municipio. Muchas comunidades que estaban por el proyecto del municipio autónomo seguramente seguirán adelante y buscarán una forma de que vuelvan los desplazados.
Yo creo que hubo una respuesta interesante de la opinión pública y de los organismos internacionales, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió medidas cautelares para los desplazados y solicitó a las autoridades que resolvieran el problema. No creo que el municipio sea derrotado, creo que seguirán en la lucha.
¿Creés que algo de esta historia es generalizable al resto de México?
Mira, yo creo que la lucha fuerte en México está en los pueblos indígenas. No son los obreros, los estudiantes, los campesinos, no está en las ciudades. La explicación que encuentro es que los pueblos indígenas son los que están siendo afectados más fuertemente con las políticas neoliberales, fundamentalmente con problemas de minería, agua, bioprospección y piratería, conflictos agrarios generados para propiciar la apropiación de tierras, a los que se suma en el caso de San Juan Copala, la corrupción y la antidemocracia. A mi me parece que Copala se coloca como una de las luchas fundamentales de México. Evidentemente están también los zapatistas y varias comunidades en lucha en Michoacán, en Guerrero, en Jalisco, contra las transnacionales extractivistas. Y bueno, creo que es parte de las luchas nacionales.
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