"La ciudad se ve gris y triste", apostilló el arquitecto Ernesto Kleimelman, encargado de la construcción del Word Trade Center.
Los "techos vivientes" o "green roof" (azoteas verdes en inglés) son cada vez más utilizados en ciudades como Nueva York, Tokio o Buenos Aires, tanto para compensar cierta carencia de suelo verde como por sus ventajas medioambientales.
"El principal beneficio es en realidad para la ciudad, que se ve más linda", concluyó Kimelman, que espera que los jardines que ve desde su ventana sólo sean los primeros de un futuro "bosque en lo alto" que "de más vida a Montevideo".
El arquitecto Kleimelman no mira para abajo.
No mira la ciudad triste, donde cientos de uruguayos/as duermen en las plazas de la ciudad.
La ciudad está triste, el país está triste, por la promesas inculplidas, por las mentiras diarias de sus gobernantes, por las miles de carencias que se enfrenta el pueblo.
La esperanza murió poco tiempo después de ser parida, gracias al gobierno neoliberal y entreguista del Frente Amplio.
Pelusa
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