Gustavo Duch
.31 de otubre de2014
El profesor se levantó de la mesa, camió hacia las primeras filas de pupitres y mirando a su alumnado de fe´rente les dijo "dictado", y empezó la narración que niños y niñas anotaban intentando acertar en cada acento, en cada hache, en cada uve. "Andaban por el campo cogidos de la mano cuando Eva, maravillada ante su primer manzano, se liberó para tomar un fruto". "Y él, sigió dictando el maestro silabeando cada palabra como si un metronomo le marcara el rito, "enojad por tamaña desobediencia, le pegó".
Ya en el patio, un corro de niñas y niños discutían sobre si enojo era con o sin hache. Pasó entonces que uno de ellos levantó la mano a la chica que argumentaba que era sin hache. Aunque no acertara en gramática, hay que decir que el muchacho bien había aprendido la lección.
Una lección que da miedo. Pues es el miedo de perder el privilegio de ser el que pega el que lleva a pegar tantas veces como sea necesario, en una espiral de violencia infinita.
leer más http://gustavoduch.wordpress.com/2014/10/31/aprender-desde-ninos/
No hay comentarios:
Publicar un comentario