viernes, 12 de agosto de 2011

Colombia: La Agenda de la Salida Política .

Por Annacol- Treshechos políticos importantes enmarcados dentro de la grave crisis económica global, marcan los acontecimientos de los últimos días en Colombia.

1-El proyecto reaccionario para reformar a la Justicia colombiana que modifica “7 articulitos de la Constitución de 1991” y que fuera presentado por el presidente chucky Santos al Congreso de la república para su correspondiente “pupitrazo”, en donde previamente se había “elegido” a Juan Manuel Corzo, un curtido Parapolitico del Partido conservador de gobierno, miembro de la Unidad Nacional y ficha del paramilitar alias “El Iguano”, para que tramite y apruebe por mayoría absoluta los demás proyectos complementarios de “consolidación” del régimen heredado de Uribe Vélez.
2- El pedido “formal” de perdón de parte del Estado colombiano, por el crimen de Estado cometido hace 17 años contra el senador comunista y destacado dirigente de la Unión Patriótica (UP) Manuel Cepeda Vargas. Un paso forzado por la presión humanitaria Internacional, a todas luces INCOMPLETO, porque quedaron faltando “dos cositas así de chiquititas” pero las más importantes: Uno, los cuatromil novecientos noventinueve (4.999) Perdones por los demás fusilados de la UP, y dos, la seguridad y garantía de “nunca más”, y que el régimen actual de chucky Santos no puede garantizar por la actividad continuada de sus antiguos aliados positivos, llamados ahora “Neo-Paramilitares”.
3- El anuncio amenazante del presidente chucky Santos de que como ha chocado contra la pared va a cambiarla, y ha decidido reemplazar la Estrategia del Fin del Fin de la Insurgencia y de los quince planes militares para exterminarla realizados desde hace 15 años por el alto mando militar colombiano, con la asesoría directa y participación de millares de expertos gringos, ingleses, españoles e israelíes.
El presidente Santos desde el “púlpito de la casa de narquiño” no dio mayores detalles del cambio de estrategia, porque esta tarea le corresponde a los medios de desinformación en especial a la revista Semana, encargada de “tirar la línea” en estas materia a través de dos voceros de “Corporación Arco Iris” León Valencia y Luis Eduardo Celis, quien en su última columna titulada “Santos y la Seguridad” escribe entre otras cosas lo siguiente:
….”Si partimos de reconocer que la seguridad sigue siendo un tema álgido, y de constatar que las políticas que se desarrollan no logran una acción exitosa, la pregunta que hay que formularse es: ¿qué se requiere para garantizar la seguridad y lograr el anhelado monopolio legítimo de las armas para el Estado social y de derecho que nos propusimos en la Constitución del 91? Respuesta nada fácil, pero en la que yo arriesgaría dos variantes: la primera en el sentido de repensar la lucha contrainsurgente en un escenario privilegiado de comunidades y territorios. Es requisito sine qua non continuar confrontando a las guerrillas, para que se convenzan de buscar con seriedad un acuerdo político negociado, que permita abandonar la violencia como mecanismo de actuación política.
…. Esta tarea hay que hacerla con creatividad, respetando territorios y grupos humanos en crisis. No es sólo el caso del norte del Cauca donde las comunidades indígenas y afros no aprecian ni respetan al Ejército, al cual ven como fuerza de ocupación. El tema no es fácil de resolver, pero si la fuerza pública quiere avanzar en la iniciativa militar debe repensar su forma de actuación, y quizás el presidente Santos repensar a fondo su política de consolidación, la cual hace aguas en muchos territorios que se pensaban alejados de las guerrillas. La segunda variante, ya en la acción contra los neo-paramilitares, es jugársela a fondo en romper los lazos de estos fenómenos con agentes estatales. No es lo único, pero sí es fundamental
… La seguridad está en crisis, pero no desde el 7 de Agosto de 2010. Y la responsabilidad principal no recae en el gobierno Santos, sino en el anterior que vendió una imagen de derrota inminente de las guerrillas y un supuesto desmonte del paramilitarismo, y acuñó la fantasiosa imagen del “Fin del Fin”. Vana ilusión, pues cuando hablemos de seguridad no hay que buscar el muerto río arriba. Es conveniente más bien mirar para atrás y ver logros y limitaciones grandes, de modo que cuando veamos al futuro sea mejor afirmarse en la convicción que esta guerra de cincuenta años con FARC y ELN es mejor terminarla en una mesa donde se construya un acuerdo pactado, que vaya a las raíces del conflicto y que tiene que ver necesariamente con tierra y garantías de participación política”….
¡Definitivamente, el único que cantaba más claro era el pollo López Michelsen!
Fácil: Para convencer a la Insurgencia de la necesidad de buscar con seriedad un acuerdo negociado, están las armas de la república bananera y sus amos yanquis y las Cartas desmovilizadoras a la comandancia insurgente presionadas por el vicepresidente de la republica. Ahora, que no produzcan el resultado esperado, es otra cosa. Y si se habla de salida política, lo mejor para la nueva estrategia es, enturbiar el tema.
Ya no es la llave de la paz que chucky Santos anunció tener en el bolsillo el día de la posesión como presidente. Es que la cerradura para dicha llave ha cambiado sustancialmente desde el 2002 cuando se rompieron los diálogos de paz del Caguán; pues la Democracia burguesa y lo poco que quedaba de estado social de derecho sufrieron una transformación fascista durante el gobierno de Uribe Vélez, que chucky Santos, su consolidador, está continuando y profundizando con sus reformas y leyes reaccionarias. Y para acabar de completar, el nuevo punto central de cualquier agenda de paz surgido con mucha fuerza de la Verdad, la Justicia y la Reparación de las víctimas del conflicto social armado como lo demuestra el pedido de Perdón a la familia Cepeda Vargas, durante los diálogos de paz del Caguán no existía.
Así pues que una Solución Política al conflicto social armado de Colombia en lugar de simplificarse se ha vuelto más complejo; porque a los 10 reformas de la Agenda del Caguán, pactadas en 1999 entre el Estado y las FARC, ahora hay que agregarle dos temas esenciales adicionales: Uno central, la Verdad, Justicia y la Reparación, y otro, la reconstrucción de la Democracia social ( con mayúscula) y del Estado social de derecho, destruido por el fascismo Uribeño y su consolidador chucky Santos.







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