sábado, 13 de agosto de 2011

El neoliberalismo yanqui en crisis se llevará a muchos países entre las patas - Pedro Echeverría V.

1. Michael Moore, el cineasta documentalista y escritor estadounidense, seguramente preocupado por las terribles dificultades económicas de los EEUU, acaba de publicar un inteligente artículo en el que recuerda que “el 5 de agosto de 1981 empezó EEUU a ir cuesta abajo”. Antes de aquella fecha –hace exactamente 30 años, cuando una terrible represión contra trabajadores aéreos en huelga marcó el inicio del neoliberalismo privatizador- se vivía aún las décadas finales del modelo económico Rooseveltliano. Los trabajadores aún podrían criar una familia y enviar sus hijos a la universidad que era casi gratuita; los trabajadores laboraban ocho horas en cinco días, tenían vacaciones pagadas, garantizada la pensión, seguro médico, aumentos ocasionales de sueldo. Pero esta historia abarcó a México y al mundo.

2. En México llegó en 1982 el neoliberalismo impuesto por la política de los EEUU, entonces gobernado por el agente empresarial Ronald Reagan. Pero tampoco se puede pensar que en México de forzaron las cosas, aunque de no surgir el neoliberalismo de Margaret Thatcher y Reagan, quizá otro hubiese sido el candidato presidencial en México –no De la Madrid y el grupo salinas- con el objetivo de seguir el llamado “nacionalismo revolucionario” que López Portillo –a pesar de su inmensa corrupción, el desplome de los precios del petróleo, la devaluación y el endeudamiento- pudo dar continuidad. La coyuntura del gobierno de Reagan y los multimillonarios intereses que lo rodeaban dieron fuerza definitiva a la derecha empresarial que tenía como presidente a Manuel Clouthier, así como a las derechas del PRI y el PAN.
3. Lo que el cineasta Moore apunta como cambio de paradigma para los EEUU, es lo mismo que podría decirse de México un año después. Cuando EEUU deje de dominar al mundo, sobre todo a las grandes agencias informativas, habrá en ese país libertad –dejarán de ser temerosos- para que profesores, investigadores y artistas interpreten de manera correcta y con verdad los acontecimientos de su país. Surgirán miles de Baran, Sueeze, Petras, Chomsky, Moore que se atrevan a decir las cosas con verdad y no a callar por miedo. Entonces sabremos que ese “país de la democracia, la libertad, la justicia, no era real; que sólo escondía muy bien su racismo, guerrerismo y fascismo tras una gruesa e inmensa cortina de humo que impedía conocer la realidad de esa terrible país que denuncia Moore.
4. Los gobiernos y partidos en México –nadie podrá negarlo- han sido corruptos históricamente, pero el modelo económico predominantemente Keynesiano, que ponía al Estado “social” como dominante sobre la fuerte iniciativa privada, garantizó por lo menos los servicios de salud y educación fueran gratuitos, así como dio cierta independencia y asociación de la economía mexicana frente al imperialismo. Las devaluaciones del peso frente al dólar y los endeudamientos durante la larga etapa del México del llamado “nacionalismo” fueron mínimos hasta 1976 de Echeverría y se hizo mayor durante el régimen de López Portillo, fue entonces cuando el neoliberalismo da paso a mucho mayores crisis devaluatorias y de endeudamiento, cuando la migración se agiganta, el desempleo llega al extremo y la migración explota.
5. Así que los 30 años de neoliberalismo que nos recuerda Moore, que de hecho está llevando a los EEUU a una crisis profunda que afecta al mundo y pone al descubierto que ese coloso del norte es un gigante con pies de barro, viene también a recordarnos que México, al ser un traspatio de los EEUU, no puede dejar de sufrir en grande, es decir, mucho más que lo que sufre su amo. ¿Qué puede esperarse de este gran golpe que sufrirá en las siguientes semanas y meses el más poderoso país de la tierra? Es difícil saberlo porque los EEUU están metidos en todo. De todas maneras lo que suceda tendrá que ayudar a la liberación de los pueblos que han vivido durante todo el siglo veinte produciendo riquezas que van a parar a los bancos y carteras yanquis. Espero con gran entusiasmo que este sea el principio del fin del imperio opresor.
http://pedroecheverriav.wordpress.com/
Mientras el imperio yanqui se debilita, los movimientos de lucha de los jóvenes se hacen fuertes
1. Hoy los periódicos de todo el mundo hablan del “lunes negro” provocado por la crisis de los EEUU. Se habla del desplome mundial de mercados bursátiles de ayer por la baja de calificación crediticia a Estados Unidos; que este martes las bolsas asiáticas cerraron con pérdidas de hasta 5.66% y que las europeas registraron brutales vaivenes con caídas de hasta 6%, pero también -dicen los especialistas- concluyeron en positivo, y Wall Street operó al alza.

Las bolsas enloquecieron y parece que hoy martes, al inicio de la jornada, el Dow Jones subía; el índice Standard & Poor's y el índice tecnológico Nasdaq Composite, se reportaban con ganancias. No hay duda que la crisis yanqui, el desempleo y los salarios de hambre, pueden crear un maravillosa coyuntura para hacer crecer las luchas sociales que hagan surgir protestas y rebeliones.
2. Ante la terrible crisis que los EEUU y varios países europeos sufren, pareciera que se avecina en el mundo el derrumbe del neoliberalismo, aunque no del capitalismo que parece tener aún larga vida. Lenin, el líder de la revolución rusa de octubre de 1917, escribió un libro dos años más tarde que lo titulo: El imperialismo, fase superior del capitalismo. Se veía que el imperialismo –como “última fase del capitalismo”, podría derrumbarse pronto y entonces la clase obrera, los trabajadores y “su partido comunista” se harían del poder. En 1918 nació la Tercera internacional “leninista” que fundó decenas de Partidos Comunistas que en los hechos –con raras excepciones- durante más de 50 años vivieron girando en torno a las políticas trazadas por la URSS, atravesando etapas de heroísmo, oportunismo y entreguismo.
3. La crisis que hoy desnuda a los EEUU demostrando al mundo que no es invencible, va a ayudar a que se desaten muchos movimientos sociales que estaban temerosos; pero también que las burguesías de cada país –socias del imperialismo- sientan que ya no tienen un respaldo seguro. ¿Qué pasará con los movimientos en España, Francia, Grecia, Inglaterra, Chile que en las últimas semanas y meses han estado en las calles reclamando derechos y condenando la represión? Los que hemos pensado durante décadas que las luchas nacionales, es decir las batallas aisladas de cada país, son nada frente a un imperio poderoso que todo lo domina y los controla, ahora debemos estar alegres y prepararnos más porque la coyuntura de los movimientos sociales internacionales ahora se hacen presente.
4. Ante las terribles guerras que realizan los países poderosos para adueñarse de las riquezas de todo el mundo, no hay que salir a gritar paz para que se burlen de nosotros los temerosos, sino buscar transformar las guerras asesinas imperialistas en revoluciones liberadoras, socialistas. Esa fue siempre la idea de Mao y de los socialistas de su tiempo que vieron que de la guerra de 1914-18 nación la revolución rusa y de la guerra de 1939-45 surgió una amplia zona de 14 países que respondieron a la guerra con movimientos de liberación con la influencia total de la URSS. Lo que sucedió después con esos países es que se burocratizaron y en la práctica fueron traicionados, es materia de otra reflexión y análisis, pero que las guerras han sido determinantes para que el imperialismo cave su tumba, eso, es una realidad. ¿Será el papel de las guerras de Afganistán e Irak?
5. En ambas guerras mundiales -la del 14 y la del 39- los yanquis realizaron maravillosos negocios; a tal grado que esas guerras los convirtieron en el país más poderoso sobre la tierra. ¿Puede olvidarse que después de vender millonadas en equipos de guerra, a ambos bandos enemigos, al terminar las guerras los países se convirtieron en sus deudores mediante “planes de ayuda”? Los EEUU se transformaron en el imperialismo más rapaz de toda la historia, pero perdieron en un punto que la causó un enorme dolor de cabeza: de esas guerras surgió un grupo de 15 países que se denominaron asi mismos “socialistas” y, aunque nunca lo fueron, representaron un contrapeso político mundial. Desde entonces de EEUU se difundió la consigna de “combate al comunismo” y toda la extensa propaganda anticomunista en todo el mundo.
6. Las poderosas batallas de los jóvenes hoy en una decena de países europeos, así como la de los estudiantes chilenos, son respuestas dignas a las políticas privatizadoras del capitalismo de recortes del gasto social, de abandono de los servicios de salud, de educación, de vivienda y demás atenciones que requiere la población mayoritaria. Esas son solo las más notables en este momento, pero existen miles de ellas contra el desempleo, la inseguridad, los salarios de hambre, que aún no se consolidan pero que van por el mismo camino. En la ciudad de México –como seguramente en otros muchos países- todos los días se desarrollan tres o cuatro marchas en diferentes rumbos de centro histórico contra los mismos problemas de miseria y opresión.
7. Así como en los momentos de crisis política se puede ver con mucha claridad que la fuerza del pueblo es determinante, en los momentos de crisis económica también se transparenta la gran fuerza del capital que mueve al país. Obama, aunque sea el presidente de los EEUU, no manda; hace unas semanas leímos acerca del gran poder de los grupos imperiales que dominan el Banco de la Reserva Federal de los EEUU y hace unos días vislumbramos la gran fuerza que posee el partido republicano entre los grandes empresarios yanquis. Obama, para ser reelecto tendrá que someterse a los caprichos de los más grandes millonarios yanquis y permitir que la economía siga teniendo vida gracias a la labor tesonera de los sectores mayoritarios. ¿O se trata de esconder acaso el estallido de otra gran guerra en el mundo
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Publicado por Dasyatis para Casa del Movimiento en Campeche





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