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Allende murió de bala, defendiendo lo suyo. Aquello que consiguió por derecha, fue lo que le vino a sacar la derecha por tener el corazón a la izquierda.
De origen vasco, anoten sociólogos, quizás ahí radique una explicación a la incesante búsqueda de lograr sus objetivos, a la necedad ante lo que se creía imposible y la terquedad de ignorar a aquellos que le advertían la que se venía.
Claro que vasco si no se amedrentó jamás a pesar de perder tres elecciones antes de llegar al poder. Tres instancias electorales en las cuáles las valijas con dólares invertidos en su difamación dieron presente en los aeropuertos de Santiago de Chile. Fue Allende, sin dudas, un gran militante de las causas nobles aunque batirse por ellas significará desenlaces indeseados, hasta la mismísima muerte.
El médico Allende incansablemente buscó una alternativa para los que se les niega el día, para los que no tienen más maestro que la calle o más remedio que la muerte.
Su política de estatización de innumerables bienes públicos dejó de ser utopía pero se convirtió en pecado. Que cobre se escriba con “c” de Chile resultó algo humillante para aquellos que jamás habían partido un pan ni repartido una torta.
Camina Chile y tropieza, pero se levanta y guarda en su bolsillo: cobre, hierro, bancos, salitre. ¿Cómo se va a aplicar la ley de de los más a los más? Pecado ladraron los que dan cátedra en aplicar a los más, la ley de los menos.
Se promueve la cultura cómo herramienta de inclusión social. Pablo Neruda, con el apoyo de Allende logró durante el gobierno de este, el segundo Premio Nobel para los trasandinos.
Los paros financiados, la traición a flor de piel, la manipulación del valor del cobre y demás artilugios dieron lugar a la pesadilla.
La tanqueta y el avión no tardaron en llegar al Palacio de la Moneda. Allí esperaron lo inesperable que Allende retrocediera un paso. “Hasta para morir da trabajo este hijo de puta” pronunció Pinochet aquel día.
Murió Allende haciendo patria, escribiendo independencia. Murió a garras del águila y sus métodos modernos de despojo. Esos que evolucionan y nos involucionan.
Antes de hacerse bandera, fue pueblo, fue democracia, fue consecuente, fue risa y fue llanto, fue la revolución desarmada.
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