Miembro de la "Brigada Garca" que jetea y jetea mientras El Bebe camina por las calles del mundoA pesar de ciertas dudas sobre la real identidad de quien firma como Ruben Sosa en nota difundida en los últimos días a propósito de la colocación de un busto queriendo parecerse a Raúl Sendic en un espacio público del departamento –Flores- del que era oriundo nuestro queridísimo Compañero, trataré de hacer lo que el firmante de la nota, naturalmente, no se atreve a hacer. Es decir, “presentarlo en sociedad”, pese a unas dudas que en definitiva no joroban demasiado al propósito asumido, y para que sepamos qué bazofia estamos de algún modo ingiriendo cuando leemos encendidos alegatos en defensa del “honor” militar y la “justicia”, como el desparramado por este sujetito que tira mierda al río como planta de celulosa.
En el Grupo de Artillería Nº 1 del mal llamado “Ejército Nacional” –contiguo al Grupo Antiaéreo Nº 1-, con asiento en la zona de La Paloma, al costado del Cerro de Montevideo, revistaba a mediados del año 1972, entre otros adefesios fascistoides, un conjunto de capitancitos generación “antisubversión” (entre 25 y 30 años de edad), apodados genéricamente y con gran puntería por la misma tropa, “Brigada Garca”. Célebre, como lo indica su apelativo, por escabullirle el bulto a cualquier situación de peligro personal -por mínimo que fuera- en su heroico combate antiguerrillero, a cuyo frente, invariablemente, iban los soldados rasos y algún sargentito o cabito medio descerebrados con aspiraciones de “suboficiales” y una mejor retribución por los enaltecedores servicios de mercenario de poca monta, a los que todos ellos, de arriba a abajo, “se debían”, y con los que cumplían cabalmente exhibiendo insana contracción homicida y una performance de cobardía verdaderamente espectacular y sistemática.
De la “Brigada Garca”, destacaban –no necesariamente en orden de mayor “eficacia” ni de jerarquia formal- los siguientes capitancitos:
* Jorge Silveira (a) “Pajarito”, “Chimichurri”, “El mierda”, etc. Tan conocido y afamado como Gavazzo. Descollaba como “lider natural” de la brigada, por gran garca, no por otra cosa.
* Luis Agosto (a) “El Cabezón” o “Doble Uruguayo” (debido a que su elixir para torturar con superior arrojo, era la abundante ingesta de cerveza “Doble Uruguaya” y a que, tras su transpiraba tarea de verdugo, sistemáticamente se mandaba un fervoroso discurso “nacionalista-peruanista” plagado de alusiones a la condición de “proletario” de su progenitor, al parecer un pintoresco vendedor ambulante de soda del mismo departamento donde nació “El Bebe”). Hoy retirado, obviamente, su vida alterna entre incesantes e históricas borracheras, frecuentes llamadas telefónicas a audiciones radiales de corte pseudo periodístico clamando por la democracia, la seguridad, las penas severas y la buena convivencia, además de una cierta militancia en el partido blanco que supo acogerlo en su seno tras el “proceso cívico-militar”. Ha sido, incluso, candidato menor en las filas del llamado “nacionalismo” pos dictadura.
* Capitán Roberto Botti (a) “Acquamant”. Su voz atronadora se oía desde lo más hondo del submarino, sus brazos eran rocas sobre el lomo, y te volvía a la superficie solamente cuando la muerte era cuestión de segundos. Murió baleado por sus propios colegas en un confusísimo operativo anti Partido Comunista, y varios miliquitos afirmaban que era porque su esposa, además de ejercer el subversivo oficio de maestra, había sido, antes de la dictadura, simpatizante “bolche”, medio sindicalista y, por tanto, sospechada de “colaborar con el enemigo”.
* Capitán Tabaré Acuña, (a) “Granitol”. Intelectual diletante de la tortura, no precisaba de excitante alguno y en general era el más “científico” en su aplicación. Paradero desconocido.
* Capitán Mario Mouriño (a) “El Cerdo”. Siniestro, sádico perdido. Por suerte, murió.
* Capitán Moulins (a) “El Gordo Mulin”, un vocacional de la detención callejera a puro olfato nomás y a culatazos de carabina sobre las sienes. No se “lucía” torturando, pero tampoco era un “negado”. Paradero desconocido.
* Capitán Debali (a) “El Juez”. En las sesiones de tortura, “levantaba actas” en carácter de “sumariante”. Cobardón al mango, trataba de disfrazar su complicidad como simple administrativo con algún “conocimiento de leyes”. Vivía en contacto permanente con el también felizmente fallecido Silva Ledesma, jefe del “supremo tribunal militar”. Paradero desconocido.
* Capitán Almeida (a) “Batman”. Un repesado, baboso, sobrador, aires de pituquito pocitense. Gran torturador, tremendo gozador del sufrimiento ajeno, de cuidar la pinta hasta cuando castigaba sin piedad. Paradero desconocido.
* Capitán Ronchera (a) “Robin”. Antítesis del milico, en apariencia, sostenía que jamás torturaba ni lo haría en el futuro. Cinéfilo, ducho en literatura, culto; tanto los demás oficiales como la tropa, lo tenían por “afeminado” y aparentemente le dieron la baja por ese lado. Vivía buscando “charlas amigables” con los presos y eso mismo hacía que se lo viera como un tipo al fin de cuentas peligroso, entre presos y entre milicos. Se supone que una vez jubilado, vivió en Europa. Paradero desconocido.
* Capitán Sosa I (a) “Manzanita”, “Flor de Bañado”, “Perfumol”. Amanerado hasta dando tacho, la histeria era su marca de fábrica. Cuando le tocaba guardia nocturna, ensordecía con óperas de Wagner, porque, decía, era música para “guerreros”. En 1985, tras la salida de los presos, se lo veía correr desaforadamente, en bermudas, por las inmediaciones de Gral. Flores y Garibaldi. Para los vecinos, estaba loco de remate. Paradero, desconocido.
* Capitán Sosa II (a) “Luca Brassi” o “El profe”. Maniático de la prolijidad, metódico hasta para elegir horarios de tortura: la hora de la siesta y la madrugada eran su predilección. Bien sádico, mente fría, cínico perdido, prefería los piñazos brutales con piña americana en la cabeza y los oídos y patadas en los testículos y el traste, en lugar de las “técnicas” más “modernas”. Nunca trató de hacer lo que la mayoría de la “Brigada Garca”: justificarse, apelar a la “obediencia debida”, etc., etc. Hace unos años fue escrachado por el sindicato de los docentes y por Plenaria Memoria y Justicia mientras dictaba clases de matemática en Secundaria, semiclandestino y encubierto por autoridades de la enseñanza.
De esta lista hecha a las apuradas, se nos escapan con toda seguridad algunos otros capitancitos de La Paloma y unos cuantos alférez y tenientes, todos bajo el mando del teniente coronel Alfredo Anselmo Rubio (torturador a distancia, burócrata de la represión descarnada, hermano de monseñor Rubio), comandante del cuartel; el mayor Rossi (nazi doctrinario, supervisor técnico de la “máquina”), subcomandante, e, indirectamente, el mayor Scala, súper verdugo a cargo del grupo antiaéreo, bien conocido, luego, por las compañeras secuestradas en Punta de Rieles.
Aunque el autor de la nota despotricando contra el busto a “El Bebe” en Flores, no abunda en detalles sobre sí mismo y, mucho menos, ni alude a su condición de torturador consumado, no dudo en afirmar que es el Sosa II aquí mencionado… Este despojo humano haciendo alarde de gran disquisidor filosófico con sesudas reflexiones acerca de satanás y dios y la justicia (que deben escribirse con minúscula, como los títulos militares) de la sociedad que él “salvó” del tupacomunismo, no solamente no se felicita de no haber caído preso, todavía, sino que parece estarlo buscando fervientemente. (Nunca es tarde, por cierto; matemáticamente, hay chance).
¿Acaso imbéciles como estos creen que a estas alturas del campeonato habrá un escándalo, una catástrofe social, porque alguien haya decidido erigir un busto que jamás El Bebe hubiera autorizado y que un torturador cobardón lo cuestiona?. ¿Creen que podrán incidir en decisiones políticas para las que, por supuesto, no serán consultados pinches como él, que ni siquiera se atreven a confirmar en qué lugares están enterrados los restos de desaparecidos en realidad asesinados por ellos?.
¿De qué pueden quejarse?. ¿De no haber sido sometidos a otro tipo de justicia menos contemplativa que la que hoy mantiene en la suite de Piedras Blancas a unos poquísimos de sus congéneres garcas y asesinos?.
Tranquilo, botonazo, cagonazo… Tranquilo.
Se sabe que lo tuyo es agite de facho sin remedio, no preocupado por el presente, sino por el futuro, por un futuro que aunque ninguno de los dos lo veremos, sabés muy bien, será el de la auténtica justicia popular, que no es otra que la de gente que no labure para otra gente; de gente que no banque parásitos como vos; de gente que honrará a Raúl Sendic sin necesidad de monumentos; que lo hará con un fusil al hombro para impedir que desnaturalizados de mierda como vos se atrevan a hacer del crimen una razón y de la represión una ciencia al servicio de asesinos y chupasangre legalizados.
Tranquilo, profe, no deje ver tan claramente las patas de su sota, no haga más alardes. Ya todos sabemos que Uds. –los “duros del proceso” y algunos no tan veteranos- no están ni solos ni desarmados ni dándole descanso a la tarea de mantenerse “articulados” y listos para volver a actuar con todo…
Eso sí: a ensalivarse el corazón y algo más, no sea cosa que incluso unos cuantos de los que se oponen a un busto de morondanga en Flores o donde sea, por El Bebe o por quien sea, les corte las manos o les vuele los sesos por haber querido empuñar nuevamente las valientes armas de la tortura, la desaparición y el miedo contra encapuchadas y encapuchados indefensos.
Calmate, botija. Al Bebe al que tenés que temer –ahora sí, en serio- es al que anda a pié sin que vos puedas reconocerlo: el pueblo, que está en las plazas de Flores, en las playas, en los parques, en la esquina de tu casa, en el bondi, en el liceo, en todos los departamentos; atento a tus alardes y tu exhibicionismo mafioso “por interpósita persona”. Atento, en guardia y dispuesto a bajarte el cogote con lo que tenga a mano.
No a un busto, sino a esa gente pacífica y tranquila a la que ya no se le mete el dedo en el culo así nomás. A eso tenés que temerle seriamente. Eso es lo que debe preocuparte como no te preocupó en los ´70…
Porque fama, vos, no estás buscando. Con la que tenés, con la inmunda y triste fama que tenés, ya alcanza para andar viendo fantasmas hasta en la sopa.
Te lo dice uno de aquellos a los que fuiste a cazar en Los Bulevares en el invierno del ´72; uno de los que te debe su artrósis acalambrante, sus jaquecas crónicas, su vejez prematura y su segura muerte prematura, aunque ninguna de estas cuitas es capaz de librarme del impresionante e inefable placer de ver cómo se cae a pedazos la sociedad que vos creiste defender con tu cobardía sin nombre.
Así que a llorar al cuartito, infeliz, y no te regalés tanto que te vas a herniar la neurona que te queda. Usala para rogarle a ese dios que invocás, para que negocie con el satanás que también invocás, y te haga un lugarcito bien tibio en ese lugar de los garcas sin huevos, que, matemáticamente, te has ganado:
El infierno de los que mueren sin que a nadie se le ocurra siquiera, guardar un retrato suyo, no hablemos ya de un busto. Un mísero retrato ajado y grasiento, nomás.
Gabriel Carbajales
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"Los docentes del Liceo 13 informamos a ustedes que el militar torturador Rubén Atilio Sosa Tejera, denunciado por el Sindicato de ADES en el día de ayer -esto sería antes de ayer-, dicta clases de matemáticas en nuestro Liceo en el turno matutino. No queremos nunca más violadores y asesinos a cargo de nuestros alumnos ni participando de las comunidades educativas"
Entrevista a docentes y estudiantes del Liceo 13
Nombre: SOSA TEJERA, Rubén Atilio
Fecha de nacimiento: 07.11.39
C.I. 2.501.129-6
Dirección: Av. ltalia 3190
Teléfono: 481 72 39
Docente interino de matemáticas en Educación Secundaria.
Ingresó a la Escuela Militar el 01/03/57
Fecha de ingreso al Ejército: 01/03=57
Pasó a retiro el 31/01/92
Arma de Artillería
Ascendió a Capitán en 1967 y en julio de ese año fue destinado al Grupo de Artillería
Nº 2 con asiento en Trinidad.
En 1971 fue destinado al Grupo de Artillería Nº 1 (La Paloma) unidad muy activa en la represión.
En 1974 operaba en el S-2 (Inteligencia) de la misma Unidad y existen testimonios que lo mencionan como torturador en el mismo.
En 1979 siendo Mayor, su destino era ESMACO y cumplió servicio en el
Establecimiento Militar de Reclusión N° 1 (Libertad).
En 1981 ascendió a Tte. Cnel. Tuvo como destino la División Ejército 1 actuando en O.C O.A. (Organismo Coordinador de Operaciones Antisubersivas)
Existen testimonios de prisioneros políticos que dan cuenta que en el período en que Eduardo Pérez (mayo de 1974) fue torturado y desaparecido en el grupo de Artillería
Nº 1 actuaba en el S-2 de la Unidad el entonces Capitán Sosa.
Testimonio 033: En junio de 1974 a la testimoniante A.C. la retiran del E.M.R. 2 y la llevan a interrogar al Grupo de Artillería 1, dice: "quienes intervienen en el
interrogatorio y las torturas son: Gavazzo, Sosa y Acuña..."
Grupo de Artillería 105 mm. Nº 1. Ubicado en la intersección de las calles Santín Carlos Rossi y La Boyada de la ciudad de Montevideo. Responsables y efectivos en esta unidad militar: Comandante: Tte. Cnel. Alfredo Anselmo Rubio.
2º Jefe: Mayor Hugo H. Bértola.
Jele del S - 2: Mayor José Nino Gavazzo.
Capitán Rubén Atilio Sosa.
Capitán Mario C. Mouriño.
Capitán Tabaré I. Acuña.
Teniente 1º Jorge Silveira (a Chimichurri).
Desaparecidos que estuvieron detenidos en esta unidad: 1973: Roberto
Gomensoro Josman. 1974 Eduardo Pérez.
Eduardo Pérez Silveira, a "Marcos" fue detenido el 5 de mayo de 1974 y llevado en primera instancia a la Base Aérea de Boiso Lanza; después fue trasladado al Batallón de Artillería Nº 1. En esta última unidad militar fue intensamente torturado y a raíz de ello, fue derivado el 9 de mayo de 1974 al Hospital Militar, ya en estado de semi inconciencia, con severos problemas respiratorios. Fue alojado en la celda Nº 1 del 1º Piso del Hospital Militar, donde falleció en la noche del 10 de mayo de 1974, sin recibir asistencia médica y sólo atención de enfermería. Comisión para la Paz.
Testimonio 183, C.A.U.: fue detenido el 22 de agosto de 1973, torturado e interrogado en el Grupo de Artillería Nº 1. Menciona al Capitán Sosa entre los represores de La Paloma.
Testimonio 064: B.D. fue detenido el 6 de junio de 1975 y torturado e interrogado en el sótano de la D.N.I.I. (Dirección Nacional de lnformación e lnteligencia). Una vez procesado fue remitido al E.M.R. 1. En 1979 fue interrogado en tres oportunidades por el mayor Sosa. El testimoniante reconoció al represor en el Liceo Nº 30 donde Sosa daba clases.
PRENSA
Brecha. 08.05.87, pág. 2 Militares y Parlamento. Venias, citaciones y tesis dudosas.
Según el semanario Alternativa, están denunciados por violaciones de los DD.HH. por lo menos cinco de los tenientes coroneles propuestos para ascender a coroneles, para integrar el Supremo Tribunal Militar. Se trata, de acuerdo con la mencionada fuente de los Tenientes Coroneles Raúl Mario Saravia. Rivera Saravia. Alejandro E. Bremermann. Rubén A. Sosa y Jacinto E. Acuña..."
BRECHA. 15.05.8". pág. 32. Venias a militares incluyen a acusados por torturas.
...Tte. Cnel. Rubén Sosa, denunciado como torturador en el Batallón de Artillería Nº 1.
"La Paloma". Se pide su ascenso a coronel".
Fuente: Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos.
Entrevistas realizadas por Diego Martínez a docentes y estudiantes dl Liceo 13
Diego: ¿Hay alguna decisión por parte de los docentes con respecto a este represor que está trabajando con ustedes?
Mariano González, docente: En principio nosotros lo que hicimos cuando tomó estado público la noticia publicada por ADES, el sindicato de profesores de secundaria, fue reunirnos ayer como núcleo en el Liceo 13 porque este profesor está trabajando acá en el Liceo 13. Ayer mandamos un comunicado de prensa que dice: Los docentes del Liceo 13 informamos a ustedes que el militar torturador Rubén Atilio Sosa Tejera, denunciado por el Sindicato de ADES en el día de ayer -esto sería antes de ayer-, dicta clases de matemáticas en nuestro Liceo en el turno matutino. No queremos nunca más violadores y asesinos a cargo de nuestros alumnos ni participando de las comunidades educativas. Por lo tanto exigimos al Consejo de Educación Secundaria su inmediata destitución junto con todas las de quienes han estado vinculados en delitos de violación de los derechos humanos. Y convocábamos para hoy 12 y media que es lo que está ocurriendo ahora.
Los profesores vamos a ir hasta Gral. Flores y Guerra, vamos a entregar volantes al barrio así se da la información no sólo a los alumnos sino a los padres, a los vecinos y a la vuelta de este recorrido hasta Gral. Flores, nos vamos a juntar en Asamblea para ver que decisiones tomamos de aquí en adelante.
Diego: Debe ser difícil para ustedes estar dictando clases sabiendo que hay un torturador que también lo está haciendo, en el mismo plano que ustedes que son trabajadores comunes, militantes de la educación. ¿Cómo es para ustedes tener un colega en el mismo Liceo, sabiendo que torturó, reprimió, que violó los derechos humanos repetidamente?
M. González: En principio te diría que hablo por la Asamblea de profesores: fue una condena absoluta y automática. Los profesores nos vimos sorprendidos ante la noticia que desconocíamos y en principio condenaron la presencia en un centro de educación donde justamente nosotros nos manejemos con criterios éticos amplios pero determinadas cosas no pueden tener lugar. La condena va más allá de cualquier ideología y cualquier filosofía, me parece que es una condena desde el punto de vista humano.
Diego: ¿El está permanentemente con ustedes en la sala de profesores?
M. González: No, yo no he tenido contacto personal porque trabajo en otro turno.
Diego: ¿Tenés referencias de tus compañeros de cómo era él?
M. González: Bueno, eso ya sería opinión a título personal que no sé si hacen a la cuestión. El tema es que estuvo vinculado a la tortura de personas, eso ya es más que suficiente.
Nosotros hicimos nuestro el pedido de destitución que hizo el sindicato pero quisiéramos que fuera más tajante: nosotros no queremos trabajar en el mismo lugar que un torturador y exigimos su destitución inmediata. Por lo pronto ahora estamos suspendiendo las clases porque los profesores estamos participando en esta caminata por Gral. Flores y lo que se pretende es hoy en la Asamblea definir lo que va a pasar en los días siguientes.
Exhortamos al Consejo de Educación Secundaria que tome una determinación cuanto antes porque me parece que en otros casos se ha manejado con rapidez y creemos que esta situación lo amerita.
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Diego: Como estudiante del Liceo 13 ¿cómo vivís este día? Los profesores están reclamando y ustedes se unieron también al reclamo para que se vaya este profesor.
---Sí, estamos muy indignados porque no se sabía quien era ese profesor que ya hace más de un año que está en nuestro Liceo y hace poco nos enteramos, ayer nos enteramos nosotros por parte de nuestros profesores que este individuo está dando clases en nuestro Liceo entonces es un rechazo enorme porque tener un torturador de aquella época es muy fuerte para nosotros.
Diego: ¿Qué significa tener un torturador dándote clases de matemática?
---Es algo horrible porque ¿qué te va a enseñar el loco? no te enseña nada. Te enseña lo que él sabe nada más, no estudió para hacerlo.
Ahora por suerte un padre trayendo al hijo lo mira y lo reconoce. Acá ya venía con antecedentes de que lo habían reconocido pero lo cambiaban de lugar y nada más.
Diego: O sea que lo cambiaban de Liceo pero no lo sacaban del cargo, seguía dando clases en otro Liceo.
---Exactamente.
---Por testimonio de los profesores era una persona que en los recreos cuando se juntaban en la sala de profesores siempre hablaba muy mal de los chiquilines, siempre creyendo que tenían una mala intención. Esas fueron las palabras de los profesores.
Diego: Los profesores piensan resolver en la Asamblea de hoy no entrar a clases hasta que no se vaya este profesor ¿ustedes qué piensan?
---Nosotros vamos a apoyarlos y si no se lo saca haremos alguna marcha nuevamente y si no hasta que no saquen a este loco del cargo no vamos a entrar a clases.
Diego: Vos tenías como profesor a Rubén Sosa ¿qué les hacía?
---Nos hacía parar y después hacía unos gestos para que nos sentáramos. El no nos daba matemáticas, a veces nos hablaba sobre cómo eran las matemáticas en la época de la dictadura y todo eso.
Diego: ¿qué les decía por ejemplo?
---Que los políticos no sabían contar, sumar, no sabían lo que era la matemática
Diego: O sea que en realidad lo que decía es que los políticos tenían la culpa de las cosas.
---Sí, y decía que sólo Tabaré sabía matemáticas.
Diego: Bueno, y después en el trato con ustedes ¿cómo era? ¿muy estricto?
---Era estricto. Sacudía a los gurises. El otro día un niño estaba sentado y le dijo "sentáte bien" y lo agarró, lo levantó y lo sentó.
Diego: ¿Le dijeron esto a algún otro profesor?
---A la adscripta y a la profesora de geografía
Diego: ¿Y qué les dijeron?
---Nada si la adscripta que tenemos sirve sólo para comer y nada más.
Diego: ¿Ustedes saben algo de la dictadura, ven por la tele, les cuentan sus padres, cómo manejan el tema?
--- Acordarme yo no me acuerdo nada
Diego: No, claro, vos no habías nacido pero conocen lo que pasó en la dictadura por la tele o por lo que les contaron sus padres?
---Por intermedio de la tele.
Diego: ¿Y qué fue la dictadura?
---La dictadura fue tipo como una guerra, que volvemos al tema del profesor; el profesor este estuvo y mató a varias personas, las torturó.
---El gobierno de derecha puso a la policía para que gobernara entonces ellos detenían gente y la torturaban. Son varios los desaparecidos
Diego: ¿Y era poca o mucha gente que tenía el poder?
---Casi todo el gobierno de derecha porque casi todos eran policiales. Además se ve en la tele y también se comenta mucho y en mi familia también se habla de eso.
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