Recuerdan a un colaborador de Tosco - Juan Alberto Caffaratti

Juan Alberto Caffaratti fue secuestrado el 15 de enero de 1976

Su participación en el Cordobazo le valió una orden de captura emitida por el Tribunal Militar. Fue detenido en Córdoba los días previos al golpe y fusilado ante la presencia de Menéndez (Benjamín). El caso integra la causa Vergez. En una nota enviada a DIARIOJUNIO, José Schulman, secretario nacional de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, conoció a Alberto Caffaratti en 1970 y lo recuerda.

Cuando fue secuestrado el 15 de enero de 1976, Juan Alberto Caffaratti era miembro del Comité Central del Partido Comunista y parte de la dirección del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, en la clandestinidad, luego de la muerte de Agustín Tosco. Al cumplirse 35 años de su secuestro, el sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba publicó un número especial de su periódico Electrum, en el que recuerdan al dirigente de ese gremio. Además, lo homenajearán hoy a las 15 con un acto en el Campamento Nacional de la Juventud Comunista que se realiza en el Parque General San Martín de la ciudad de Córdoba. Allí hablarán Solana López (Secretaria del PC provincial), Alejandro Forni (Secretario Nacional de la Federacion Juvenil Comunista), y Carlos Vicente (Vice Intendente de la ciudad de Córdoba).                                 

Con 30 años, Alberto fue uno de los cientos de detenidos en Córdoba los días previos al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y llevados el Centro Clandestino de Detención La Perla, por donde después pasarían unos 3000 detenidos desaparecidos. Fue fusilado ante la presencia del jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, quien dio la orden de fuego al pelotón asesino.


El caso integra la causa “Vergez, Héctor Pedro y otros s/privaciones ilegítimas de la libertad agravadas, imposición de tormentos agravados y homicidios agravados”, en la que hay una veintena de imputados por delitos de lesa humanidad cometidos en Córdoba en enero de 1976 contra 21 víctimas. La causa se inició con la denuncia de Mariana Caffaratti, la hija de Alberto, y en noviembre de 2010 ya fue elevada a juicio oral y público, por lo que se espera que las audiencias comiencen durante este año, en el 35º aniversario de su asesinato.

José Schulman, secretario nacional de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, conoció a Alberto Caffaratti en 1970. “Él tenía 24 y yo 18 cuando compartimos un curso de formación política de diez meses en Moscú. Ambos militábamos en la Fede (Federacion Juvenil Comunista - FJC-). Lo conocí en una pieza de un hotel del Once en junio del ‘70, cuando nos preparábamos para viajar a Rusia a estudiar en la Escuela del Komsomol (la organización juvenil del Partido Comunista de la Unión Soviética)”, recordó el dirigente de la Liga.

Tras su participación en el Cordobazo, que le valió una orden de captura emitida por el Tribunal Militar que ya había condenado a Tosco, Alberto fue nombrado jefe del grupo que iría a Moscú.

Al regreso, se transformó en uno de los más jóvenes miembros del Comité Central del Partido Comunista y afianzó su colaboración con Tosco: se convirtió en su enlace con la comisión directiva de Luz y Fuerza cuando el combativo Secretario General debió pasar a la clandestinidad tras la intervención del Sindicato, organizó su traslado a una clínica en Buenos Aires cuando ya estaba muy enfermo y se encargó del entierro de sus restos en Córdoba, lo que finalmente se convirtió en una masiva marcha popular bajo el hostigamiento de la policía y grupos parapoliciales.

“A pesar de todo, del Navarrazo, de la ocupación por la Triple A del local del Partido Comunista y allí el asesinato de la compañera Tita Hidalgo, de la intervención de Luz y Fuerza, el Alberto había decidido seguir con sus tareas clandestinas en la Fede, en el Partido y en el Sindicato. Seguía fiel a aquel mandato aprendido temprano del checo Julius Fucik: hay que hacer lo necesario, en beneficio de la humanidad, no importa las circunstancias”, destacó Schulman.

Fuente: Diario Uno