Miles de hondureños despiden al presidente Zelaya

Miles de hondureños salieron a las calles de Tegucigalpa, a despedir al presidente Manuel Zelaya Rosales, en su salida hacia la República Dominicana.

Ancianos, niños, hombres y mujeres de todas las edades llenaron las calles del aeropuerto internacional de Toncontin, para decirle un “hasta pronto” al presidente Zelaya, que tuvo que salir del país, por la persecución montaba por la dictadura militar que le derrocó el pasado 28 de junio de 2009.

Mientras el nuevo gobernante, Porfirio Lobo, asumía el poder rodeado de los que dieron el golpe contra el presidente Zelaya y con el estadio vacío, las calles aledañas al aeropuerto estaban repletas de hondureños y hondureñas que esperaban decirle adiós a su presidente.

La calle se convirtió en un mosaico multicolor, que refleja la diversidad de todos los integrantes del Frente Nacional de Resistencia Popular.

Entradas las dos de la tarde, un grupo de policías cobras, con maletas llenas de bombas lacrimógenas, apoyados por dos tanquetas de la policía, (incluida la de los 12 millones de dólares) intentó reprimir la manifestación pacifica.

Minutos más tarde la situación se tornó más tensa cuando a través de los altavoces, se escuchó a los periodistas de radio Globo que anunciaban la salida del presidente de la embajada de brasil, los miles de hondureños se agolparon al cerco perimetral del aeropuerto, lo que de inmediato movilizó a cientos de militares y policías dentro del aeropuerto en forma amenazante.

El concierto de los artistas de la resistencia se detuvo, para esperar la salida del avión que llevaría al presidente Zelaya.

Minutos más tarde, apareció un primer avión de la base aérea, al que la población saludó, pensando que el presidente Zelaya venía dentro del avión, sin embargo el presidente venía en un segundo avión, allí si venía el presidente con sus acompañantes, la primera dama Xiomara Castro, su hija Xiomara Hortensia y el abogado Rasel Tomé.

La euforia de los miles de hondureños, presentes en los alrededores del aeropuerto, al ver la mano del presidente, por la ventana del avión, fue como revivir el momento cuando el cinco de julio de 2009, intento aterrizar junto al presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Curiosamente el presidente salio del país, pero se queda. Su proyecto de cambiar el país, continuará impulsado por los miles de hondureños que pretenden, mejores oportunidades de desarrollo.