sábado, 20 de marzo de 2010

"El ejército chileno estaba con armas y debía estar con palas"

La presencia del ejército y el toque de queda impuesto para evitar saqueos tras el sismo de 8,8 grados que el 27 de febrero sacudió el centro y sur de Chile impidió la llegada de ayuda a los afectados, denunció el viernes una Fundación de Arquitectos franceses que visitó el país. "El ejército estaba con 'check-point' y controles. Estaba presente con armas pero debió estar presente con palas. Es un hecho incomprensible", sostuvo Patrick Coulombel, responsable de la Fundación Arquitectos de la Urgencia (Architectes de l'Urgence) en diálogo con la AFP.

La Fundación, que respondió al llamamiento internacional de ayuda que lanzaron las autoridades chilenas, consideró en un comunicado que a la tragedia provocada por el sismo y el maremoto se agregó "una segunda catástrofe: el despliegue del ejército". "No se trató de un ejército que ayuda, organiza, socorre a la población, sino de un ejército que ocupa el terreno con armas en lugar de dar de comer", aseguró la Fundación, considerada en Francia una entidad de interés público.

La presidenta chilena saliente, Michelle Bachelet, ordenó el despliegue de 14.000 militares en las regiones de Biobío y Maule como parte de un estado de excepción por catástrofes después de que ambas regiones fueran escenario de saqueos generalizados.

Días antes de asumir la presidencia, el derechista Sebastián Piñera anunció que mantendría el ejército en las zonas más devastadas por el terremoto que, según cifras oficiales revisadas, causó al menos 497 muertos, dos millones de damnificados y 1,5 millones de viviendas dañadas.

Durante la semana que estuvo en Chile, Coulombel recorrió Concepción (500 km al sur de Santiago) y sus aledaños al norte y al sur, Dichato y Tomé. "Tomé sufrió a nivel sísmico y en Dichato el efecto fue el tsunami. Aquí hubo mucha destrucción. Este lugar me marcó mucho porque la parte baja está casi toda destruida", explicó Coulombel, que para ilustrar la magnitud del maremoto dijo que "se encontraron algas en las copas de los árboles".

La Fundación, que ha estado presente en otras catástrofes como la ocurrida en Haití el 12 de enero, pero también en Irán, Pakistán, China y Perú, advirtió en su comunicado de que los chilenos no pueden "esperar la llegada de una acción internacional eficaz", pues con "el ejército desplegado, ello es imposible". "Entre el discurso oficial de 'tenemos la situación bajo control', la realidad del terreno es que miles de personas no vieron ninguna ayuda local...ni que hablar de la internacional", afirmó la entidad.

Como resultado de su "misión de evaluación", respaldada por el Ministerio francés de Relaciones Exteriores, la Fundación Arquitectos de la Urgencia presentará a la Comisión Europea un proyecto para construir unas 500 viviendas en la zona de Tomé. "Nos gustaría obtener financiación para un programa de viviendas de 40 m2 para que la gente pueda pasar el invierno" en el marco del plan Un Techo para Chile impulsado por Felipe Berríos, dijo Coulombel. Esa ONG chilena tiene presupuesto para edificar unas 20.000 viviendas, pero considera que tras la tragedia "deben construirse entre 60.000 y 70.000 viviendas de emergencia".

"Globalmente los chilenos construyen bien" y a pesar de la magnitud del temblor "los edificios se comportaron bastante bien", indicó Coulombel, antes de insistir que sus críticas "no son para hacer polémica, sino para ser realistas

Causaabierta.uy

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